Un joven se fue al haber sido engañado por una mentira la cual se tomó muy personal. Terminó viviendo en los barrios bajos donde se la pasa robando por desahogo y aprovecha para ayudar a otros. Volviéndose en un experto en ello, pero quería ir por...
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Morro
Primero vimos una película de drama, luego la de un triángulo amoroso donde no entendí nada, aunque lo intentará comprender me pareció innecesario. Nos valió perder el tiempo al estar unidos y él se levemente por mis comentarios o mis preguntas sobre las tonterías de las películas.
—La protagonista estaba hueca —Le comenté al terminar la película—. —Ni siquiera pudo decidir en qué desayunar, menos con quien quedarse.
—¿Y porque no cambiaste la película? —El me cuestionó levemente, se le notó sereno.
—Porque quería saber con quién se quedaba —Le confesé lo cual él sonrió débilmente, aquello le dio gracia—. —La siguiente película parece de misterio.
Mientras iba viendo las películas, Kai se me arrimó un poco, no lo iba a quitar. Me terminé yo recargando encima de él, enserio está cómodo y lo aprovecha para estar pegado a mí.
El problema, lo noté un poco frío siendo extraño en él, porque se trata del maestro elemental del fuego. Terminamos con una cobija por culpa de eso al ir pasando el aire frío, aunque la ventana estuviera cerrada. Quizás se trate solo algo sencillo o está enfermo, quien sabe, no tengo nada seguro. Necesito otra explicación o empezaré a preocuparme por él, en verdad se le nota mal.
Cuando llegué el final de la película me contaría el porqué, tal decisión es para no interrumpir el momento. Lo sigue prolongando al ir ya tres películas. Se nota cómo no quiere contar lo sucedido en la misión o en verdad no quiere apartarme de su lado.
Me terminé apegando más a él, nos acomodamos con la cobija juntos al no querer apartarme. Podría estar acostumbrado a la brisa, pero lo frío era diferente. Se le notó calmado por ello, seguía desganado por todo al apenas mantener su ánimo, sin embargo, su ánimo se le notó mejorando.
Cuando se terminó la última película apagamos la tele y mejor coloqué un poco de música de fondo. Aun así, se mantenía pegado a mi lado. Llegaba a apartarse en ratos al notarse inseguro en seguir pegado a mí, al final regresaba, pero se le notó mal por sus reacciones.
—La misión fue normal al principio —Comenzó a decir, suspiró y continuó—. —Entre risas, ahí el trayecto del viaje entre los demás, no la pasamos entrenando y dejaron el tema de lado de lo sucedido en la tienda.
Cuando se puso a contar más detalle de su misión. Se notó decaído por un cambio de tono y en mirada se le notó más triste. Se nota la diferencia en el por siempre andar animado, pareció haberle llegado como un golpe por detrás. Yo le coloqué atención pues a su relato, tuvo el valor de contármelo y le estaba costando hacerlo. Yo le di el tiempo, si no quería, no lo obligaría a contar aquellas partes las cuales le molestaban.
—Kai, aunque quieras decirlo, ten un poco de paciencia —Le intenté aconsejar—. —Yo no me iré a ningún lado, cómo dicen por ahí, respira, date una pausa y continua.
