Un joven se fue al haber sido engañado por una mentira la cual se tomó muy personal. Terminó viviendo en los barrios bajos donde se la pasa robando por desahogo y aprovecha para ayudar a otros. Volviéndose en un experto en ello, pero quería ir por...
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Morro
Ya ha pasado mucho tiempo desde lo sucedido con nuestras últimas vacaciones donde Kai se enfocó de enseñarme más del mundo. No había visto antes ni el mar o había llegado a sentir la arena en mis pies, es molesto, pero llegó a ser divertido. Pasar el rato con él lo hizo aún más especial lograr ver esa noche estrellada.
Ha habido bastantes cambios desde el comienzo de todo esto, parece una repetición. Un viaje terminó y otro va a empezar, es sencillo comprenderlo, aunque el trayecto fue complicado de ejecutar. Desde hace tiempo yo empecé un nuevo rumbo cuando acepté mostrar quien soy.
Aunque pueda pensar más más allá buscando una respuesta a cualquier incógnita como antes. Ahora, hasta busco preguntas con emoción porque quiero seguir investigando. Parezco un niño descubriendo el mundo, sin embargo, antes no había visto más allá de las calles.
Comencé buscando un empleo al no tener dinero, estar bajo para tener que tomar riesgos hasta hacer locuras las cuales me adentré solo. Entrar a lugares ajenos para robar al no saber cómo hacerle, no fue ético, lo admito, sin embargo, en verdad andaba desesperado. Aunque no sirva ni de excusa para mis actos cometidos, aparte de ayudar a otros. Intento remendar mis malas acciones.
Me encargué de corregirlas al mostrar el cambio de una persona, yo seguía siendo el mismo, pero seguí el rumbo correcto.
Tuve una esperanza para llegar hasta este punto el cual estoy viendo nuevos lugares de Ninjago. Nunca creí terminar aquí en el Bounty o llegar a conocer más gente. Mucho menos conseguir a alguien especial capaz de preocuparse por mí y yo por él.
Lo puedo recalcar, pero eso ya se demostró demasiado al tratarse de un sentimiento mutuo. Llegando a mantener celos de Gato por querer mi atención. Lo aceptó cómo parte de mi familia al saber lo importante que era para mí, aprendimos a convivir en casa.
—Gato te quiere mucho —Le recalqué a mi novio mientras estaba a su lado—. —Aunque nunca me dirás que es mejor que tú.
—Porque yo estoy más bello —Me daba risa como se lo tomaba, aun así, se lo pasaba cuidándolo—. —Yo llegué primero contigo.
Cuando ayudo a los ninjas en ciertas ocasiones debía dejar a mi mascota con Ronin. Él se encargaba de cuidarlo porque yo no podía ocuparme y el me hacía el favor. Al comienzo no le gustaba, pero Gato en verdad es bien portado. A menos de no caerle bien alguien no hace nada.
Por mi parte, apenas voy empezando con las misiones y se me hace extraño trabajar en un equipo tan amplio. El hecho de estar junto con los ninjas se me hace un poco incómodo hasta este punto, da igual si empiezo a conocerlos un poco. Se les nota un leve esfuerzo para llegar a integrarme al no dejarme tan apartado. No me caen mal, simplemente es anormal para mí todo esto.
En ocasiones se lo comento con esfuerzo a Kai, quien se encarga de darme un apoyo para hallar una manera de adaptarme y apoyarme. Me cuesta expresarme al colocar una barrera para mantenerme frío o valerme todo, aunque según él llego a ser tierno. Mi novio es el único quien lo logra derribar la barrera, porque es en quien confío, es importante para mí.
