Fin

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Pongan multimedia

Emilio estaba carcajeandose al igual que Diego. Emmanuel estaba muy nervioso, y eso les causaba una gran gracia. Su querido estaba a menos de 20 minutos de estar eternamente a él lado de la mujer que tanto ama, adora y admira. Eso era uno de sus sueños que jamás pensó cumplir.

Si, era el más grande de edad de su grupo de amigos, al igual que siempre a sido un poco más subido de su peso; gracias a eso se le complicaba conocer a alguien que no le importara como era físicamente, sino emocionalmente. Hasta que la conocío. Siempre tuvo una gran admiración hacia a Alejandra, porque no le importaba que le decían las personas que no quería. A parte de todo eso siempre se quedaba como un estupido mirándola. Siempre fue un gran fan de su cabello castaño reflejado con la luz del sol, siempre amo admirar su gran sonrisa, adoraba sus emociones y su gran carisma. Pero lo que más le hacia caer sin fondo alguno, era que nunca perdió la chispa que lo enamoro. Amaba amarla.

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...]

-¿Estoy bien?, ¿No es mucho?

Alejandra lucia un vestido a los tobillos color lila, unos zapatos de pulcera no tan altos color blanco, al igual que su cabello rizado corto con una diadema de flores color blanco. Era una boda sencilla en la playa, no habían tantos invitados, pero los suficientes para que estuvieran demasiado feliz. 100 invitados. A ojos de muchos pocos. A los ojos de los novios los suficientes, ahí no se encontraba ningúna persona hipócrita, solo había gente que realmente los amaba.

-El vestido te hace ver maravillosa
-dijo Renata recargandse en el hombro de su amiga-

-A Emma le gustará?

-Si te gusta a ti, Textos lo amara.
María trataba de verse despreocupada, pero estaba muy nerviosa. En mayoría ella organizó la boda, y temía que algo no saliera segun6sus planes.

{...}

Joaquín por su lado estaba en un cuarto a solas, el entregaría a la novia. Ya que su padre había fallecido. Su traje a sus ojos no le favorecía en lo absoluto, a sus ojos se veía gordo, sin figura, más viejo.

La puerta se abrió, creyendo que sería María, la cuál le avisaría cuando tendría que entregar a Ale. Pero unos brazos fuertes rodearon su cintura, y una respiración choco con su cuello.

-¿Estas ciego Joaco? -preguntó Emilio enterrando su nariz en la melena de rizos sueltos de Joaquín, exhalando su hermoso olor.

-¿Por qué, dices eso?

-Dicen que los ojos humanos no aguantan ver la perfección. Ni siquiera se como sigo vivo después de a verte conocido.

Joaquín sonrió y beso el brazo de Emilio.

-No me gusta el traje, me veo feo.

Emilio rápidamente se indigno y miro mal a Joaquín.

-¿De dónde verga sacaste tan estupida cosa?, te ves precioso. Tu cintura luce preciosa, tús caderas se ven más marcadas y tus curvas se notan preciosas. A parte, el azul hace notar aún más tu piel tan suave y terza, y tus hermosos rizos se ven tan preciosos con todo lo anterior, haciendo un gran combo, combo que esta perfectamente combinado y equilibrado. Eres hermoso con cualquier cosa que quieras ocupar, todo es perfecto, si él que lo está usando, eres tú.

Joaquín suspiro y se dio la vuelta para mirarlo a los ojos.

-Te imaginas algún día que los que estén como Ale y Textos, seamos nosotros, Emi?.

Emilio soltó una risa de lado y se agachó a besarlo.

-Mis planes siempre han sido que todo el tiempo que tenga en este mundo, lo ocupé para hacerte completamente feliz. Y más si es mi lado, señorito.

Joaquín se puso de puntas y beso los ojos de Emilio, pego sus frentes y abrió los ojos. Sus miradas conectaron, agachó la cabeza y deposito un beso en sus labios.

-Te adoro, Emilio.

-Al final si tuve tú amor.

-Y tu me dijiste que me quieres.

{...]

-hmmm... Ahg..Emi~

Emilio besaba lentamente el cuello de Joaquín, mientras que con sus manos le quitaba la camisa. De seguro sus amigos estarían muy preocupados al no ver a los padrinos en la mesa. Pero les importaba poco, ellos eran los protagonistas en esos momentos.

En una caseta de la playa. Valla forma de amarse.

Emilio subía sus manos acariciando la pequeña cintura de Joaquin, sonreía victorioso. Realmente adoraba la manera tan única en la que ellos se podían llegar a amar y desear.

Joaquín acariciaba la espalda ancha y tan maracada de su novio, Emilio bajo su pantalón, y se quito su camisa quedando con soló una prenda en su cuerpo. Quito el resto de ropa de Joaquin, lo cargo poniendo sus piernas en sus hombros. Dejando expuesta su Pequeña entrada.

Mostró unos dedos frente Joaquín, este los lamio sin más, cuando estuvieron suficientemente lubricados los metió en agujero de Joaquín, este solo soltaba gemidos ahogados.

Emilio bajó su ropa interior y alineó su pene en su entrada. Entró despacio, y en ningún momento su intención fue lastimarlo, su propósito era que el cada vez que fueran acariciado con sus manos, viera las estrellas. Lo amaba. Se amaban.

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No habra epílogo, por problemas de tiempo.

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⏰ Última actualización: Apr 07 ⏰

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