Estaciones [Taekook/Kookv] COMPLETA

III

Después de esa conversación, los dos jóvenes siguieron reuniéndose debajo de aquel árbol, con menor frecuencia ya que a Taehyung le habían comenzado a asignar pequeñas recomendaciones para entregar comunicados entre las diferentes casas de los nobles de esa región, a su cuadrilla no la habían asignado al ejército nacional, por lo que se estaban dedicando a la protección de las personas del poblado, al parecer ese era el objetivo de los nobles del lugar, debido a que a la familia imperial parecía no preocuparles la seguridad de sus nobles. Nobles a los que Taehyung odiaba cada día más, quejándose de que no les llegaban uvas, mientras los campesinos tenían que entregar los frutos de sus cosechas aun cuando ellos mismos se quedaran sin que comer.

Paradójicamente encontraba en los relatos de Jungkook la oportunidad de evadirse a esos demonios que se alimentaban de su odio, su desesperación, su hambre y su condena, por lo que había dejado un poco de lado su plan vengativo, hasta que el mismo chico se lo recordó- Taehyung, ¿todavía sigue en pie lo de llevarme a ver un sitio que estimule mi imaginación?- Preguntó después de finalizar una historia sobre una mujer que se había enamorado de una deidad del agua- Si, si quieres si- respondió rápidamente el mayor- creo que existe una oportunidad... el emperador llamó a mi padre para algún asunto de la corte, como quiere que mi hermano sea incluido en el consejo real, va a viajar con él, entonces creo que me será más fácil escaparme- Taehyung sonrió "Interesante un hijo ingresa a la corte y el otro se pierde en el bosque"

-Avísame cuando se va a ausentar y te llevo, eso sí, es de noche... como sabía que en el día no podías, pensé en llevarte de noche- Jungkook pensó que era lógico y más fácil, así que asintió con entusiasmo, Taehyung ya estaba preparado para articular millares de argumentos para convencerlo, sorprendiéndose de que accediera tan fácil, pasaron cinco días más y Jungkook por fin dio la fecha en la cual podían escabullirse de la casa familiar, debido a que Taehyung conocía todos los protocolos de seguridad de la residencia, no encontró mayor dificultad para burlarlos y salir con el menor, alistaron las antorchas y emprendieron la marcha.

El plan de Taehyung era simple, lo llevaba a la zona de las luciérnagas veraniegas, dando muchas vueltas para que el joven se desorientara y una vez se embobara con la vista lo dejaba a su suerte, como el joven erudito nunca salía por esos tramos, era seguro que Confucio no iba a indicarle por dónde salir y se perdería... sencillo.

Llegaron al lugar mencionado y como la vida es eso que pasa mientras nosotros planeamos, algo se salió del curso del plan de Taehyung... se conmovió al ver como gruesas lágrimas adornaban la cara del chico inmediatamente después de que tenían el espectáculo de colores dorados flotando por la planicie que era adornada por un lago, se petrificó y se empezó a sentir mal al escuchar como los pequeños sollozos del chico iban en aumento, no iba a dejar que se perdiera estando tan triste... era mejor ¿abandonarlo sin enterarse de su angustia?, aún aunque su raciocinio se negara a hacerlo, Taehyung decidió preguntar- ¿qué te pasa Jungkook?-

El chico sorbió con fuerza- No soy capaz de encontrar el consuelo que necesito aun cuando este lugar es de ensueño, se parece a uno de las historias que te relate, pero, pero la tristeza no deja mi alma, le propuse a mi padre que me llevara con él, siempre he querido conocer el palacio del emperador al que tanto venera, o quizá darme una idea de cómo es, no sólo imaginármelo y se negó, no lo pensó ni por un instante, se negó, porque "podría dejar a la familia en vergüenza", ¡Taehyung! domino el confucianismo mejor que mi hermano y sí, estoy siendo ególatra al decirlo, ¡pero es la verdad!, hago muchas cosas mejor que él, hyung no tiene la culpa, pero siento algo de fastidio cuando mi padre solo mira hacia él... siento, siento que si me ahogara en este lago, si me desapareciera ni lo notaría- y eso rompió el corazón de Taehyung.

Taehyung no había querido reflexionar en ello, pero era cierto, tenía un alma blanda, por eso cuando el entrenamiento empezó a contemplar la manipulación de armas que iban a dañar a otros titubeó un poco, metiéndose más hacia el lado de las operaciones de inteligencia, que igualmente iban en pro de dañar a otros, pero él no tenía por qué ver ese daño, camuflado en el que ahora era su uniforme, un traje completamente negro que lo resguardaba en las sombras, porque no podía hacer daño observando el sufrimiento ajeno, como iba a hacer en ese preciso momento con el pequeño, si lo abandonaba sin mirar atrás y no veía sus lágrimas era fácil, pero viendo su vulnerabilidad era complejo para él desentenderse del asunto, era complicado no querer rodearlo con un abrazo.