El Internado San Temuer

Capítulo 11: "La excursión"

Tras una noche catastrófica era hora de que el día por fin comenzara a la iluminar la habitación de Liam Collins, quien no había pegado ojo en casi toda la noche ya que cada vez que trataba de dormir recordaba todo lo que ha vivido en ese lugar desde que recogió ese papel en la clase de física, desde ahí comenzó el caos. Bajó a aquella reunión y comenzaron las amenazas, las muertes; una tras otra. Primero Rouse, luego Ruth, su profesor de artes y finalmente Lía.

¿Seré algún día un cadáver como ellos? ¿Nos terminarán matando a todos? Pensaba mientras se derrumbaba por dentro. Creía que todas aquellas muertes se podían haber evitado si hubiera impedido que su curiosidad se apoderara de él, tal vez ahora llevaría una vida más normal. Se sentía tan culpable como si el mismo hubiera acabado con la vida de esas personas, era algo que inevitablemente le pesaba en su conciencia.

Antes de que fuera la hora usual en la que todos se iban a duchar, este se quiso adelantar para estar un rato solo y que el agua le ayudara a limpiarse lo sucio que se sentía. Tomó sus útiles de aseo junto a su toalla y se encaminó a las duchas.

Era tan silencioso el internado en la mañana casi de madrugada, parecía un sitio tan tranquilo pero de a poco ya me iba dando cuenta que las pesadillas no empezaban a suceder una vez que yo durmiera sino que las peores sucedían cuando yo ya estaba despierto. Me era inevitable no llorar mientras el agua transcurría mi cuerpo el cual no parecía tener problemas como los que si tenía mi cabeza al no dejarme de recordar todos esos bellos momentos que había pasado con Lía, desde hace dos años más o menos que ya estábamos juntos oficialmente, nos conocimos aquí en el internado, todo era perfecto, hasta que llegó este ciclo y nos trajo solo problemas. Me estaba replanteando la idea de perdonarla por haberse acostado con Isaac pero luego me enteré que estaba metida en todo esto, casi ni la reconocía. Me siguió insistiendo que era de los buenos, quise creerle y nuevamente me equivoqué, era una más, era una cómplice y quizás hasta una asesina, sin embargo con su último aliento me dijo algo que no me lo esperaba: "Me debía de cuidar de Cassie y Will". ¿Quienes eran ellos? Yo no conocía a nadie con esos nombres, al parecer fui el único que escuchó eso y prefería que siguiera en secreto porque ya estaba desconfiando de todo el mundo..

El chico parecía estar relajándose un poco pero alguien interrumpería esos pensamientos y ese grato ambiente de calma que envolvía al joven, este sujeto que entró a las duchas fue nada más ni nada menos que su compañero de cuarto: Peter Torner.

- ¡Hey! ¿Que hay de nuevo Liam? - Soltó el muchacho mientras se preparaba para entrar al agua.
- Nada nuevo - Le contestó el chico casi a secas mientras cortaba la llave de la ducha y se dirigía a colocarse la toalla en la cintura.
- Te notas cansando ¡Parece que anoche triunfamos! - Le dijo insinuosamente - Te sentí llegar bastante tarde - Prosiguió mientras se colocaba también una toalla en la cintura.
- ¿De que hablas? - Le preguntó el joven Collins acercándose.
- De lo tuyo con Anastasia, que bien calladito te lo tenías - Comentó el chico provocando que se molestara su compañero.
- ¡Y dale! Que ella y yo solo somos amigos - Le replicó acercándose más para mirarlo fijamente.
- Ella me dijo lo mismo, Pero yo pensé que a ti te gustaba un poco - Continuó Peter tratando de que este le dijera porqué estaba con tan mala cara. Hasta que se le ocurrió preguntarle - ¿No me digas que estás así por la que te puso los cuernos? - Le dijo mientras cogía el envase de shampoo.
- Su nombre es Lía - Le dijo tratando de controlarse y no seguir sus impulsos.
- ¡Por Dios Amigo! Esa cualquiera no puede ser llamada por su nombre - Le expresó tocándole el hombro.
- Que se llama Lía - Le replicó cogiéndole el pote de shampoo para arrojárselo al suelo.
- ¡Ey ey! ¡Cálmate broder! Ya es hora de que la superes y des vuelta la página - Agregó mientras lo miraba fijamente.
- ¿Tu me vas a hablar de superar? ¡Por favor!, no eras ni capaz de invitar a la pobre Silvana al baile si yo no te hubiera alentado - Prosiguió desahógandose.
- Por eso ahora yo te devuelvo la mano amigo - Le dice mientras le toca el hombro nuevamente.
- ¡Que no quiero tu compasión ni tu ayuda Peter! - Le contestó apartándole el brazo.
- ¡Déjalo salir hermano! Si la chica ésta ya debe estar en su barrio calientándosela al primero que se le cruze - Le dijo mientras iba a entrar a la ducha, sin embargo recibe una paliza de Liam, quien ya no podía controlar más sus impulsos por darle un golpe.