•{ sanar, sanar, sanar, aquella palabra que escribí en todos mis versos, sanar, sanar, sanar, ¿cómo puedo hacerlo?
entregué mi corazón primerizo a otro que ya tenía bastante recorrido, entregué todo y al hacerlo me quedé vacío. lloré por días, lloré por mí y no por él, lloré por mi porque sabía que por haber entregado todo al primer momento había sido un error o al menos eso todos dijeron, ¿un error?, me gustaba amar intenso. (me gustaba amar, lo decía como si ya antes hubiese amado.)
tal vez ese fue mi pesar, fue la primer vez que amé y la primer vez que sentí ese tipo de dolor, dolor que arde, dolor poético.
lloré por mi, porque entregué todo y me quedé vacío, porque entregué mi brillo y la oscuridad me abandonó, porque sentí que aunque hubiese entregado todo no había logrado detener tu partida, luego lloré por él, lloré por él porque conocía su pesar, sabía que él vivía buscando amor y no pudo ver que yo le entregué total y ciegamente el mío, al final lloré por los dos, lloré por ambos porque pudimos ser algo hermoso, pudimos ser la enorme aurora boreal o el canto del arpa de los cielos, lloré por ambos porque un mar de dudas de amor nos invadió y nos apagó.entonces y sólo entonces cuando mis ojos estuvieron secos de tanto llorar me vi al espejo, miré aquél triste y borroso reflejo de lo que alguna vez fui y dentro de mis ojos encontré nuevamente aquella chispa que siempre necesité.
cuando la tormenta dentro de mi mantuvo la calma pude observar que siempre fui yo a quien siempre extrañé, no extrañaba más tu recuerdo pero sí a quien yo solía ser, entonces y sólo entonces, sané.
sané porque me amé a mi, el único que podía salvarme de mi tristeza. sané porque ese día que vi mis ojos reflejados en aquél espejo me vi a mi y por fin comprendí que al único que necesitaba entregarle todo mi amor era a mí mismo. }•
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〘 𝒍𝒂 𝒍𝒖𝒏𝒆 𝒓𝒐𝒖𝒈𝒆 〙
Poesíapequeños escritos que no tienen sentido, letras que unen los pensamientos confundidos de mi alma.