La Chica de la Ventana - Michaeng

Capítulo 39

A la mañana siguiente, Lunes, Mina despertó bastante tarde, Chaeyoung aun estaba profundamente dormida entre sus brazos, evidentemente cansada por todo lo sucedido en el concierto el día anterior. 

Cuando Mina miro su reloj se sorprendió al descubrir que era ya bastante tarde. Por alguna razón las alarmas no habían sonado (O no las había escuchado) y solo tenia quince minutos para llegar al colegio a tiempo. 

Entro al baño rápidamente y se vistió a una velocidad sorprendente, no preocupándose de que su ropa combinara o de que al menos estuviese limpia. No se maquillo ni un poco, y su cabello era un completo desastre sin peinar que no tuvo tiempo de arreglar. Ni siquiera recordó besar castamente los entreabiertos labios de su novia antes de salir de la habitación. 

Se dirigió al auto sin siquiera desayunar. 

Gruño mientras conducía en dirección a su escuela. Por como había comenzado, aquel seria un mal día.... 

No se equivocaba. 

***************

La profesora de calculo, por suerte, estaba enferma, lo que le dio a Mina dos horas de libertad. Nayeon compartía la clase con ella, mientras Jeongyeon estaba en sus aburridas clases de plástica con una profesora tan vieja como las pirámides egipcias. 

Nayeon y Mina se sentaron en las gradas del gimnasio durante esas horas, descansando, observando a los de segundo dar vueltas por la pista... o bien... Nayeon los miraba. Mina estaba demasiado agotada como para abrir los ojos. 

Ademas, ver unos sudorosos tipos no era de su agrado. 

Nayeon, en cambio, seguía viendo el atractivo en unos cuantos de ellos, así que se permitía el placer de mirar mientras Mina descansaba sobre sus piernas, bostezando sonoramente sin perder conciliar el sueño. Lo cierto era que después de un mes durmiendo entre los brazos de Chaeyoung, con su aliento rosando su cabello y escuchando los regulares latidos de su corazón, cualquier otra superficie le resultaba incomoda. 

Nayeon: ¿Que tal te fue ayer, Minari? -Mira a los de segundo ya comenzaba a aburrirla. Era mas divertido ver a Jeongyeon dormir. 

La chica sonrió ante la pregunta de su amiga, recordando el día de ayer. 

Mina: Me fue muy bien. Las chicas de The Twizers son muy guapas.... sobre todo Chaesung. 

Nayeon: Y Nayeli... Nayeli es atractiva. 

Mina: Si, pero huele a pies. No querrías conocerla. 

Nayeon: Estoy segura de que si querría... 

Mina simplemente rió y suspiro, aun con los ojos cerrados, el eco del silbato del profesor revotando en las paredes. 

Mina: Chaeyoung estaba feliz, Nayeon -Dijo aun con los ojos cerrados, recordando el hermosos rostro de su novia, su sonrisa ensancharse mostrando su hermoso hoyuelo-. Era como si... como si Jeongyeon y tu conocieran a Chung Ha. 

Nayeon: Eso se escucha intenso... 

Mina: Lo fue -Coincidió-... las nueve chicas son hermosas. Y tienen cuerpos de infarto, pero... en ese momento solo tenia ojos para Chaeyoung. Esas chicas podrían haber estado desnudas y yo la habría seguido mirando a ella y solo a ella... es tan hermosos verla sonreír, Nayeon. Es como si lo demás en el mundo no importada... ¿Sabes? cuando estoy con ella es como si... estoy segura de que ya has sentido esto estando con Jeongyoen, pero hoy necesito hablar y, no lo se, tu pareces estar bastante atenta... debo admitir que la deseo. Es decir, veo su cuerpo y solo puedo imaginarme tocándola... pero cuando sonríe, o cuando pone esa carita de bebe confundida, o cuando sus ojos se iluminan al hablar de algo que le gusta... cuando la veo hace eso solo quiero abrazarla. Abrazarla y no soltarla jamas. Ni desvestirla, ni besarla. Solo abrazarla hasta el fin del mundo... es como si... jamas he llegado a un orgasmo... es decir, Chaeyoung y yo nos hemos dado placer mutuamente, pero jamas hemos llegado tan lejos... pero estoy segura de que verla sonreír es mil veces mas placentero que tener sexo. Una sola de sus sonrisas acabaría con las guerras. Una sola de sus sonrisas podría hacer feliz hasta a la mujer mas desdichada de la tierra... cuando ella sonríe, siento que el mundo tiene sentido. Cuando ella sonríe, siento que realmente es aquí donde debo estar...