Capítulo 40

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Ese día Mina llego bastante tarde a casa. 

Luego de besar a Bam Bam y verlo correr encolerizado hacia el interior del colegio junto a un sorprendido Jackson, entro a su auto lo mas rápido posible que pudo y se dirigió a casa, deteniéndose cada treinta segundos para quejarse debido al gran dolor que le estaba ocasionando las maniobras al conducir 

Entro a casa como pudo, cayendo sobre el suelo con un agudo grito de dolor que taladro las paredes del lugar. 
El dolor no era soportable con las otras veces en las que había sido golpeada por esos despreciables chicos. Aquella había sido la golpiza de las golpizas. 

Ese día, con cada movimiento, Mina sentía que estaba a punto de perder el conocimiento de forma poco agradable. 
Se levanto con ayuda de las paredes, manchandolas de sangre en sus manos, y camino lentamente hasta llegar y tomar el teléfono de la casa. tenia ganas de vomitar y veía estrellas por todas partes. 

Eso no estaba bien. 

Otras veces habría curado sus heridas ella misma con algo de ayuda de su novia, peor ese día.... ese día realmente necesitaba un medico. 

Marco el número de Chaeyoung. Se lo sabia de memoria, y, como siempre, ella era su primera opción.
Siempre lo seria.

La llamo una... dos... tres veces. 
Ella no contesto. 

Tal vez se había marchado a casa de Somi y volvería cuando se diera cuenta de que la chica no estaba allí; cuando supiera que la chica sonriente que decía ser su amiga era una traidora que solo había fingido ser una buena persona para obtener información. Tal vez estaba comprándole rosas.... o tal vez estaba visitando a Jihyo... o intentando arreglar las cosas con su madre. 

Las posibilidades era infinitas. Tan infinitas que jamás habría podido imaginar el verdadero motivo... 
Fue entonces, al escuchar  el tercer tono de la tercera llamada, cuando vomito. 
Lo hizo repentinamente, sin poder contenerse y sin razón aparente. Y dolió como mil infiernos juntos atravesando su garganta. 
El dolor la estaba mareando. No podría soportar mas. 
Miro al suelo, sintiendo que se desvanecía. Este estaba manchando con su asquerosa bilis, y Mina sabia que a su novia no le gustaría eso. 

Peor no limpiaría. 
No por que no quisiera. 
No lo haría porque el dolor la estaba matando de dentro hacia afuera. 
Tomo el teléfono de nuevo, sabiendo que no podría soportar mas la sensación de desvanecimiento, y llamo a su madre. Si, la mujer aun estaba trabajando, peor realmente creía que estaba a punto de morir con cada respiración que daba. Y no estaba exagerando. 

Sra Myoui: ¿Hola? 

Mina: Mama, soy yo.... -Susurro, un chillido escapando de sus labios debido a la articulación de las palabras y el esfuerzo que debió hacer para pronunciarlas. 

Cayo al suelo, sin importarle el vomito bajo sus pies. No estaba bien. Se estaba desvaneciendo. Y no podía luchar contra eso. 

Sra Myoui: ¿Mina? ¿Que sucede? -Se la notaba preocupada. 

Mina: Necesito que vengas a casa -Susurro, el aire faltandole en los pulmones. Así debía de sentirse Chaeyoung cuando perdía el oxigeno. Ahora comprendía lo horrible que era-. Necesito que me lleves a un hospital... yo... 

Sra Myoui: ¿Mina? 

Pero la chica se desmayo. 

***************

Abrió los ojos lentamente, sintiendo sus ojos arder debido a la intensa luz que la golpeaba sus pupilas y sus párpados cansados. Le dolía la cabeza y cada parte de su cuerpo, aunque mucho menos que antes. En realidad, el dolo que sentía ahora era como una simple caricia comparada con el dolo que había sentido antes de desmayarse. 

La Chica de la Ventana - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora