Los amigos se apoyan siempre...

34 4 3
                                    

Pasamos a segundo semestre, a pesar de las asesinas matemáticas, Joshua y yo hacíamos prácticamente todo juntos, estudiábamos, escuchábamos música, comíamos en el receso y gracias a que el siempre fue extremadamente social teníamos más amigos en el salón y la escuela.

Todos decían siempre que Joshua y yo éramos la parejita chicle del grupo, nos hacían burlas sobre nuestra manera de comportarnos  y  nos repetían que la amistad de hombre mujer no era posible.
Otras ocasiones nos animaban a salir y decían que algún día acabaríamos siendo novios a lo que apenada yo contestaba inmediatamente:

- ¡claro que no¡, Joshua y yo solo somos amigos jamás lo vería de esa forma.

En verdad lo creía, pero me causaba un sentimiento extraño después de decir eso y mirar a Joshua, ya que el ponía un gesto en su rostro que no podía decifrar aun, ¿Tristeza? Ja ¡claro que no!, tonta míralo, era tan sociable, las chicas lo seguían bastante aunque no había tenido novia aún.
obviamente no podría ser nada de lo que mi cabeza tonta imaginaba, me estaba haciendo ideas estúpidas y no quería perder a mi amigo por ellas. El jamás se fijaría en mi no era ni cerca como el tipo de chicas que le hablaban.

El era fantástico en verdad, siempre tenía el poder de poner una sonrisa enorme en mi rostro, nos habíamos vuelto tan cercanos que nos contábamos todo. Así supe que era el hijo único de una mamá soltera, su padre nunca estuvo presente pero el sabía quién era y aunque siempre dijo que no tenia intenciones de hablar con  el, yo notaba que le dolía y mucho.

El siempre me decía que ese "perro", (como el lo llamaba) no se merecía nada de respeto por el, ya que dejó sola a su madre cuando se enteró que tendría un hijo y siempre repetía que el jamás haría eso con una mujer, porque sabía lo mucho que eso hizo sufrir a su mamá.
Ellos dos  habían tenido que trabajar mucho para que el siguiera con sus estudios, su abuelito, que fue como su padre para el,  siempre lo amo incondicionalmente, ademas tocaba el saxofón y le heredó el don de la música.

Desde pequeño Joshua estuvo en la orquesta juvenil de la cuidad, "por puro amor al arte" cómo decía el, porque obviamente no recibía paga alguna por eso.

El solía regañarme por ser tan insegura y me animaba a hacer cosas nuevas o tener nuevos amigos, siempre terminaba el regaño con algo como:

-valentina si tú supieras lo increíble que eres, no temerías a las personas, ellos seguro te amarían lo sabes ¿No?, Y si no fuera así que se pudran eres especial mujer solo que tú no te das cuenta.

Amaba que el dijera eso y aunque me sonrojaba un poco, me hacía creer que era verdad, así que empecé a hablar más y decir las cosas que pensaba a nuestros amigos; aunque lo decía de un modo serio, siempre reían y eso me daba un poco más de confianza.

Joshua se había robado una parte importante de mi alma y ni siquiera lo sabía, tal vez me daba miedo aceptarlo.

Alma y yo seguíamos siendo cercanas, así que yo le contaba todo sobre el, hasta que empezó a decirme que la nueva obsesionada con el chico de sax  era yo. Trate de medirme entonces porque no quería ser mal interpretada y guarde nuestras pequeñas tonterías para el y yo.

Animada por Joshua,  me inscribí en el club de música dónde el estaba tambien por supuesto, ya que tenía una habilidad tremenda para tocar varios instrumentos como la guitarra, el violín y por supuesto su amado sax, y yo bueno pues yo trataba de aprender a tocar la guitarra.
Es entonces cuando paso algo que no previne antes  Giovanna, bien ¡ahhh¡ ella era una compañera del club y cantaba hermoso.

Tenía unos ojos verdes hermosos, cuerpo lindo, no espectacular saben pero era bastante hermosa, hay que reconocerlo, alguien con quién jamás me habría atrevido a competir.

Cuándo tengamos que vernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora