Rosa pastel

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Está etapa, esta pequeña etapa de mi vida la llamaremos rosa pastel.
Joshua era el amor de mi vida y los días a su lado los mejores, con el aprendí mucho sobre todo.
De hecho,todo lo nuevo en mi vida fue con el, me enseñó a amarme a mi misma y a creer verdaderamente en mi. El siempre fue el amor verdadero para mi, ese que te hace crecer y ser una mejor persona, de alguna forma se que nunca ha dejado de serlo.

Tener 17 años es muy confuso, al menos lo recuerdo así. Todos tus sentimientos y también tus hormonas casi siempre están al tope de la intensidad.
Parecía que no podía estar alejada ni un segundo de Joshua, quería estar con el en donde fuera y al ser mi primer novio no podía dejar de besarlo en donde se me diera la gana; el bus, la escuela, la calle, en serio dónde fuera. Para mí sorpresa y la de Joshua me volví una especie de adicta que necesitaba sus dosis más que a nada en el mundo, era tan adicta a él y a su perfume que empecé a preocupar a mis padres, seamos honestos nadie engaña a sus padres cuando te enamoras aunque trates de ocultarlo ellos lo notan mucho antes de lo que piensas.

Una mañana estaba sentada con mi madre desayunando panes de nuez y café, recuerdo que la luz del sol entraba por la ventana y yo tarareaba la nueva canción de Taylor Swift  love story cuando mi mamá me tomo la mano y sin pelos en la lengua pregunto:

-¿Lo amas?

¡Madre mía!, Escupí el café tan fuerte que salió por mi nariz y empapó toda la mesa trate de disimular tosiendo mientras de decía:

- ¡mamá de que hablas no te comprendo!.

A lo que mi madre contesto:

- mire Valentina a mi no me duerme cuando usted apenas va, yo ya fui y vine.

Estaba tan apenada,no era nada fácil para mi, no es que quisiera tener a mi madre al tanto de mi vida amorosa,así que solo pregunte:

-¿cómo supiste?

Le dije, mientras sacudía mi suéter de todo ese café regado.

- Valentina, eres mi bebé yo sé hasta el color de tú conciencia y se que si llega el momento de...
ya sabes, estar con el serás lo suficientemente inteligente para cuidarte si necesitas dinero solo dilo ¿si?.
Recuerda que no hay polvo más caro que la leche de fórmula...

Sentí la cara arder de la vergüenza y solo pude levantarme y salir indignada no sin antes gritarle

- Madre, en verdad ¿estás loca?, Que te pasa mamá por Dios.

Ella se carcajeaba desde la cocina y no paraba de gritarme:

-Yo le di la vida mija y se muy bien que ese niño la trae loca, escúchame yo sé lo que te digo.

Entre a mi cuarto y me tire en la cama, por Dios que vergüenza que le pasa a mi mamá jamás había siquiera pensado en eso, bueno ya saben hasta que ella lo dijo y ahora no podía sacar esa idea de mi mente, que horrible situación.

Estábamos de vacaciones así que Joshua y yo pasábamos todo el tiempo juntos el me visitaba casi todos los días.

Estábamos tan enamorados que el tiempo se nos hacía poco. Jugábamos entre los árboles de mi pueblo y andábamos en bicicleta por las calles empedradas hasta llegar a un pequeño bosquecito ubicado a las afueras de mi localidad.
Nos sentábamos por horas a platicar sobre cómo podría ser nuestro futuro, nuestro sueños más locos y los miedos más profundos, mientras ocasionalmente le robaba algún beso tierno.
Otras ocasiones, solo me sentaba a escuchar mientras tocaba en su saxofón una melodía ya conocida por mi, pero que interpretada por el era lo mas bello que yo había escuchado en la vida.
Su música y las múltiples canciones que el y yo compartimos nunca me dejarán olvidarlo, en ocasiones cuando el polvo del olvido empieza a cubrir su recuerdo, en la radio o en la calle escucho alguna canción de esas que nos acompañaron y el corazón vuelve a darme un vuelco.
Esos días con el atardecer iluminando su rostro,el aroma a hierba fresca, su música y él amor que me brindaba. Ahhh nada me faltaba en esas tardes a su lado, lo amaba, lo amo y creo que siempre será así.

Cuándo tengamos que vernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora