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Un par de horas de sueño, se habían convertido en oro puro. Huyendo de todo, era difícil mantenerse en un solo lugar por un día completo... un par de veces habían sido descubiertos y casi aprehendidos, pero de una forma u otra siempre se salvarían el uno al otro.
Y verla dormir a su lado, se había convertido en una de sus cosas favoritas. No habían pesadillas, solo la veía murmurar palabras que no entendía y sonreír entre sueños. Por eso se sentía afortunado, porque sabía que se hacían bien y la prueba era que esos pocos minutos que podían darse el lujo de descansar, eran reparadores y llenos de paz.
A Steve le gustaba que Nat fuera la última cosa que viera antes de dormir. Usualmente se acurrucaba junto a él, cubriéndose de las frías noches, cosa que el aprovechaba para admirarla bajo la luz de la luna y las estrellas.
A veces peinaba su suave cabello con sus dedos, otras veces se abrazaba a ella y hacía círculos con su pulgar en la espalda de Nat.
Otras veces solo besaba su frente cuando estaba seguro de que ella estaba completamente dormida.
A pesar de ser tan unidos y de tener esos sentimientos tan fuertes que la ligaban a ella de una forma tan irrevocable, no había tenido el valor de dar la cara a eso que le hacía sentir un montón de mariposas en el estómago.
No porque no lo deseara con todo su ser, sino porque debía esperar al día que pudiera ofrecerle estabilidad y todo lo que merecía. Y el solo tenía amor para darle, no era suficiente...
Tímidamente levantó una de sus manos para retirar el cabello que cubría parte de su rostro. Natasha tenía el rostro más bello que sus ojos hubieran visto... con delicadeza delineó su perfil con las yemas de sus dedos, intentando no perturbar sus sueños; pasó por su pequeña nariz, por su labio superior e inferior... estremeciéndose al sentir su respiración acompasada sobre la piel de su mano.
Cuantas noches no había pasado imaginando esa cercanía... y aún así deseaba haber tenido las agallas para pedirle que se mantuviera alejada de él, de no haberle orillado a abandonar la vida que conocía para seguirlo por el mundo, ojalá no hubiesen cruzado caminos para no arruinar su futuro; Quería tantas cosas y no era capaz de poner el bien de Natasha sobre el propio. Porque ella era su motor y combustible para seguir...
—Deberías estar con alguien que te hiciera bien, Nat... deberías tener la vida que mereces y no este remedo, al que te condené hace dieciocho meses. Paradójicamente han sido los más felices de mi vida, porque estás aquí, entre mis brazos. Soy el bastardo más egoísta... pero ¿como podría dejarte ir? Quisiera que me lo dijeras, tú siempre resuelves las incógnitas que no puedo yo. Solo quiero mantenerte en el calor de mi pecho, donde pueda verte y cuidarte; Y todos los días, a cada minuto tengo que evitar decirte todo lo que te amo... porque no es el momento. Pero te prometo que algún día, cuando seamos libres, pondré un anillo en tu dedo y mi único propósito en la vida, será hacerte muy feliz...
—Yo también te amo, Steve... nunca me dejes ir—Susurró Nat, abrazándose más al rubio.
Steve besó su frente y después su coronilla. En la oscuridad del bosque, siendo prófugo de la justicia, era el hombre más afortunado y lleno de riqueza en su corazón, porque ella también le amaba. Tenía todo lo que necesitaba.
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Be my Valentine || LOVESHOTS ROMANOGERS
RomanceLOVESHOTS para festejar el amor Romanogers 💕 'Cause Steve belongs to Natasha 😍