CAPÍTULO 1. Esas cosas del amor

69 2 0
                                    

Hola, mi nombre es Madison, mis amigos me llaman Maddy, vivo en un New Yersey desde que tengo 3 años, exactamente en el condado de Mason

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Hola, mi nombre es Madison, mis amigos me llaman Maddy, vivo en un New Yersey desde que tengo 3 años, exactamente en el condado de Mason. Sé que es una forma extraña de comenzar esto, tal vez debería iniciar con una típica frase filosófica, de reflexión o con un mensaje profundo de amor o lo que sea, pero ¡No!

En realidad, estoy aquí para contarles un poco más de mí, de lo que pasea los 15 y desde el fondo de mi corazón deseo que nunca les pase a ustedes.Tranquilos, es una simple historia, de una chica común y corriente, que solo tiene ganas de escribir y detallar cómo es que su vida va siendo encantadoramente destruida por un chico de ojos bonitos, sonrisa deslumbrante y en serio asquerosamente sexy.

¡Maldición! ¿Por qué todo trata de chicos?

Para muchas adolescentes es hermoso llegar a los 15, dije para muchas, no todas eh! Para mí fue la peor etapa de mi vida, sin duda, creo que todos vivimos nuestros problemas como si fueran los más grandes del mundo, es algo de lo que siempre mamá me regañaba, decía que era muy egocéntrica, pero es normally algo natural en el ser humano.
Cuando eres niño, esas cosas del amor parecen tan fáciles, estar con esa persona, sentirte bien con él o ella, regalarse cosas, tomarse miles de fotos ya que todo el mundo les guste vernos juntos, formar la pareja perfecta, sentirse querida, amada, que tú eres su único interés y todo de él está dedicado hacerte sonreír y verte feliz, claro, todo eso pasa por la mente de un niño, en esa etapa tenemos la maravillosa habilidad de ignorar las cosas complicadas de la vida y simplemente percatarnos en lo bueno, como si fuéramos un colador de felicidad, pobre de nosotros.
A los 5 años, mi única noción de amor eran mis padres, ellos lo son todo para mí, papá solía llevarme siempre al colegio y en el camino me contaba un cuento, me fascinaba escucharlo narrar y yo imaginarme todo los sucesos  a detalle en mi mente, creo que ahí descubrí mi irrefutable amor por la lectura y los libros, aunque debo aceptar que en algunos momentos me extrañaba que mamá nunca me lleve a la escuela. Era una petición constante a mi papá y él simplemente decía que muy pronto ella me llevaría sin faltar un día, era suficiente para mí y continuaba con el cuento. Pasaron las semanas y mi papá se comportaba muy raro conmigo, me gritaba y renegaba de todo, yo no comprendía porque era así conmigo, ¿por qué me hacía llorar ?, porque en serio me hacía llorar mucho.
Puedo decir haciendo algo de esfuerzo, que lo último que recuerdo de él es que estaba echada en mi cama, mi recuerdo es borroso pero sé que iba amaneciendo y los apenas notables rayos del sol ya entraban por las enormes ventanas de mi habitación aunque si prestaba atención a mi recuerdo podía aún recordar como la habitación se veía azul por el cielo de madrugada, veía su sombra acercarse y entre sueños escuche que me dijo —Sigue durmiendo, pronto regreso — dándome un beso en la frente, debía estar más despierta para darle un último abrazo, pero quién iba a saber lo que pasaría, solo cerré los ojos y seguí durmiendo aun sintiendo la respiración cálida de papá junto a mí.

 Ahora después de casi 10 años mi madre me explica que el me trataba tan fríamente porque su viaje de trabajo ya estaba programado, era un hecho que seiba y como yo era muy cercana a él, optó porque le tenga miedo y cólera para que no sintiera tanto su ausencia cuando el ya no esté con nosotras. Sí, esa es la primera muestra de amor verdadero que tuve, ni siquiera lo imaginaba y creo que tampoco lo entendía, hasta ahora, algo penoso ¿no lo creen?

Pues eso es el amor para mí y es lo que siempre busqué desesperadamente, amor puro, desinteresado, dar todo sin esperar nada a cambio. madre y mi hermana que, a pesar de odiarnos, porque ella dice que siempre los hermanos se odian, sé que en el fondo ella me ama tanto como yo.
Ellas me dieron todo, me enseñaron todo, miento, no todo, nunca me enseñaron a cómo lidiar sin el afecto paternal o masculino, sin la presencia de alguien que te cuide y proteja como en las películas y no de amor cursi con chicos musculosos que se pelean por ti, si no donde se ve a los papás encarar muchachos por ti, sentirte protegida, que nada malo puede pasarte, jamás en mi vida había sentido el afecto de un hombre, pues abuelo no tengo, mis tíos se encuentran muy lejos y solo nos tenemos las tres . Nunca les echaría la culpa de muestra cruda realidad, pero toda esta situación hizo que me aferrara, me aferrara a esa presencia, a ese sentimiento, aferrarme hasta no quedar nada de mí, hasta agotar el último aliento, hasta botar la última maldita lágrima que quedaba en mi ser , hasta que mi pecho explotó por esa sensación de presión,
Es así como llegó hasta aquí, todo lo anterior es importante para que entiendas tan solo un poco más de todo lo que contaré aquí

Y llegue a los 15, aquí comienza todo.    

A los 15Where stories live. Discover now