Capitulo 2-C= TATYANA

21 3 0
                                    

Después de escuchar como llamaban a los pasajeros para su abordaje, tomé la mano de Irina y caminé lentamente hacia el avión, mi hermana se veía tan emocionada y no podía negar que yo también lo estaba.

-     Tyana ¿Tardaremos mucho?

Me preguntó Irina y yo negué varias veces con la cabeza pues la distancia aproximada del distrito federal a Yucatán es de casi una hora y veinte minutos.

-     No Ira, puedes dormir tranquila que yo te voy a cuidar. 

Le dije entre risas dirigiéndome esta vez a nuestros respectivos asientos, allí me acomodé y me quedé mirando hacia la ventana. Cuando menos me di cuenta Irina estaba sosteniendo mi teléfono, no tenía nada que ocultar y bueno nadie llamaría ya que me encontraba de vacaciones 

-    ¿Qué es eso? 

Preguntó mi hermana mientras abría la nueva aplicación que había descargado el día anterior –GV.- La verdad era que no esperaba que ella se diera cuenta de aquel secreto que tantos años llevaba ocultando. 

-     Es una aplicación para conocer nuevas personas y compartir gustos.

Le dije y bueno ese era uno de los propósitos de aquello. 

Cuando el vuelo partió, solo me quedé mirándola, no comprendía muy bien cómo era que podía ser tan ágil utilizando la aplicación que hasta el día de hoy yo ni siquiera tengo idea de cómo usar, pasó varios minutos ojeando todo hasta que le dio por acomodar su cabeza sobre mi regazo, me dio el teléfono y allí me di cuenta que había seguido a un sinnúmero de personas entre esas un perfil captó mi atención se trataba de uno que llevaba en su foto de perfil a Theodoro Colman, se veía bastante interesante y de una u otra manera tenía que buscar interacción así que fui yo quien optó por mandar un primer mensaje con un simple saludo. 

Al no tener una respuesta inmediata, lo que hice fue quedarme ojeando las demás páginas, quizá esto no era como los foros en los cuales había comenzado pero tenía una mejor pinta, no sabía si las demás personas me ignoraban o si tenían un horario diferente así que dejé de lado el teléfono para después cerrar mis ojos, sabía que no estaba bien quedarme dormida pero necesitaba un descanso, además aprovecharía que Irina estaba haciendo lo mismo ya que aquel pequeño terremoto no tardaría en despertar, solté un leve suspiro y sin darme cuenta, caí en un profundo sueño.

-    ¡Oye! ¡Tatyana! 

Escuché, por lo que rápidamente abrí los ojos y me encontré con mi pequeña hermana, no me duró mucho la siesta pero sí sentía que me había revitalizado un poco. Guardé mi teléfono y permanecí en mi lugar hasta que anunciaron que por fin habíamos llegado a nuestro destino, Irina se puso de pie e imité su acción, tomando nuestra maleta. 

Al bajar del avión se podía sentir ese clima cálido de mi infancia, había vuelto a casa después de tanto tiempo, más tarde salí del aeropuerto y tomé un taxi para ser llevada a casa de mis padres, debía admitir que me temblaban un poco las manos. Cuando por fin llegamos a casa, sonreí levemente al recordar viejos tiempos, pagué por el servicio y bajé con cuidado mientras mi hermana corría a casa para tocar la puerta con desespero.

-     ¡Irina!

Exclamó mi madre con una sonrisa en su rostro, vi como se abrazaron y más tarde me acerqué a ellas para imitar aquella dulce acción, la había extrañado tanto.

-     Madre, te he echado de menos.

Le dije en un susurro mientras me separaba de su cálido abrazo, la tomé de las manos y me acerqué a su frente para dejarle un beso sobre esta. Ahora todo estaba mucho mejor, así que sin más me ofrecí a invitarle unos tacos, es más aún recuerdo cuando salía de la escuela, guardaba algo de dinero y aprovechaba para ir a comer con mis amigos.

Entré a casa y dejé las maletas en mi antigua habitación, estaba intacta, era como si quisieran preservar mis recuerdos.

-    ¿A qué hora llega papá?

Cuestioné desde la habitación, sabía que él tenía un nuevo empleo y que la mayoría del tiempo se la pasaba por fuera, era una de las razones por las cuales me habían enviado a Irina pues mamá tampoco podía cuidarla ya que trabajaba medio tiempo y no era justo dejar sola a mi pequeña hermana.

-     A eso de las seis.

Respondió, bueno no iba a ser capaz de ir a comer junto a ellas y dejar de lado a mi padre, además sabía lo mucho que amaba los tacos así que nada perdía con esperarle.

Para distraerme, tomé mi teléfono y de nuevo le eché un vistazo a la aplicación, varias personas ahora seguían mi perfil así que todo parecía ir bastante bien, además tenía suficiente tiempo para reactivar aquello pues tenía algo de tiempo extra para mí.

Se escuchó el sonido de una notificación así que no tardé mucho en abrirla.

“No estoy de humor para hablar y menos para dar bienvenidas, así que agradecería que dejaras de molestar.” 

Decía el mensaje pero vaya que persona más maleducada, si quise ingresar a este extraño mundo era porque a veces en mi vida diaria sentía ciertos rechazos y vaya que era bastante frustrante ser rechazada en esta clase de cosas, así que no le presté atención y lo que hice fue eliminar el mensaje, lo menos que esperaba era un saludo de vuelta y de paso una bienvenida pero parece que tendré que ir con cuidado o quizá debería reservarme eso del saludo.

Me había llevado una mala impresión de las personas que frecuentaban esa aplicación, quiero decir, cuando hacía parte de los foros todos solían ser amigables pero bueno… 

-    ¡Llegué! 

Escuché que dijeron y rápidamente me levanté de la cama para ir a saludar a mi padre, aún recuerdo cuando tenía casi diez años, no importaba si mi padre llegaba a la media noche o si llegaba de día, siempre solía correr a sus brazos ya que la alegría que sentía al verle era inmensa y bueno parece que los años no han modificado eso, al contrario creo que mis lazos familiares están más fuertes que nunca a pesar de la larga distancia. 

-      Quiero que vengas conmigo y bueno con mi madre e Irina.

Le dije con una leve sonrisa mientras le tomaba la mano. Ellas ya se encontraban afuera ahora quien faltaba era mi padre. 

Con cuidado lo guie a la salida y emprendimos nuestro camino hasta el puesto, ahora estaba bastante pensativa ¿Y qué si me doy de baja de ese mundo virtual? La verdad es que jamás esperé que se comportaran así conmigo.

-     Tatyana, dice que son ochenta pesos.

Dijo mi padre, su voz me sacó de mis pensamientos y rápidamente tomé la billetera para pagar por la comida. Disfrutaba en silencio y observaba a mi familia unida, aquello no tenía precio así que tendría que venir mucho más de seguido o buscar una manera de invitarlos a mi hogar. 

-     Gracias, mija.

Agregó mi madre con una sonrisa, después de comer, era hora de regresar, había sido un viaje no muy largo pero el cansancio que sentía era irreal, además moría por tomar una ducha pues hacía calor y probablemente no podría dormir a causa del mismo. Seguí a mis padres a casa y después de despedirme de ambos, caminé de regreso a mi habitación para deshacerme de mi ropa y así ir rumbo al cuarto de baño para tomar una ducha fría, vaya que sí era lo que necesitaba, de esta manera me quitaría el estrés de encima y no me iba a costar tanto quedarme dormida.

Pasé varios minutos allí sintiendo el agua chocar contra mi cuerpo, no quería salir pero ya llevaba bastante tiempo duchándome, cerré el grifo y tomé una toalla para secar mi cuerpo. Me puse una pijama y me acerqué a la cama, estaba mucho más fresca que antes pero aún seguía haciendo calor, por lo que encendí el ventilador y cerré mis párpados, no tenía ganas de ver aquella aplicación, la “bienvenida” había sido suficiente. 

Poco a poco fui relajándome hasta que escuché una notificación pero no iba a caer ante esa tentación, además el cansancio acabó ganándome ya que en un abrir y cerrar de ojos  había quedado profundamente dormida. 

GV Express yourselfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora