CAPITULO 3-C= TATYANA

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El sonido de una notificación interrumpió mi sueño aunque no lo culpaba pues el calor que sentía también me estaba sofocando, incluso con un ventilador me sentía asfixiada, estiré un poco mi mano para tomar el teléfono, allí me di cuenta que se trataba de un mensaje, tal vez esta vez si sería una persona amable, pensé, pero cuando vi de quien se trataba, lo que hice fue negar varias veces con la cabeza, no tenía ganas de responderle pero para no verme tan maleducada, opté por hacerlo, además eso de haberme enviado un rol me daba guiaba un poco, ya que no estaba del todo acostumbrada y ni recordaba muy bien de qué manera hacerlo, estaba "oxidada"

"ERIC: lo siento. —Agacha la cabeza apenado, se encontraba frente a la joven colorada.—No he tenido el mejor de los días y me la he liado contigo. —Lentamente levanta la cabeza y lleva su mirada hacia la chica.— Podemos empezar nuevamente? Te daré una mejor bienvenida."

Si era honesta, no tenía ni la más mínima idea de cómo responder ¿Y si le enviaba un mensaje como Tatyana? No tenía nada de malo presentarme pero quizá acabaría asustándole y pues ya me había dado una bienvenida bastante mala y no era momento de buscar que me insultara, al fin y al cabo creo que aquí no soy yo.

"DANIELLA: No es nada. —Le dijo a la vez que observaba al joven con detalle, quizá si había tenido un mal día pero eso no significaba que actuara de manera tan grosera con el resto de personas— No lo sé, no es culpa mía que su día hubiese sido malo."

Lo que ahora esperaba era que no se decepcionara de mi manera de responder, quiero decir, llevaba unos cuantos años fuera de aquel mundo fantástico y sí era un poco difícil acostumbrarse de nuevo, debido a las nuevas interfaces. Después de responder, puse el teléfono sobre la mesita que estaba a mi lado izquierdo, acto seguido, me levanté de la cama para ir a la cocina, necesitaba algo para beber.

Me acerqué al refrigerador para sacar la jarra, serví un poco de agua en un vaso y empecé a beber, no recordaba que las madrugadas fuesen tan calurosas...

Lavé el vaso y caminé de regreso a mi habitación, esta vez encontrándome con Irina quien quizá haría lo mismo que yo, así que a medio camino, regresé a la cocina para sacar una pequeña botella de agua.

- Ven, Ira, te voy a llevar a tu cama.

Le dije en un susurro para no despertar a nuestros padres y le tomé su pequeña mano para guiarla a su habitación pues estaba tan adormilada. Al llegar, se sentó sobre la cama y me dio la botella de agua.

- ¿Puedes abrirla?

Me preguntó adormilada.

- Sí, ya te la doy.

Respondí en un susurro abriendo la botella para luego dársela, no iba a ser capaz de echarle una manta encima así que le di un beso sobre su frente y con cuidado salí de su habitación para ir a la mía.

Allí, me dejé caer sobre la cama. Intenté conciliar el sueño pero me estaba costando mucho, así que me quedé mirando el techo.

Lo cierto es que de tanto mirar y tanto pensar en cosas inútiles, acabé cerrando los ojos.

A la mañana siguiente, desperté y me levanté de la cama, encontrándome con Irina quien estaba en la puerta de mi habitación.

- ¿Qué haremos hoy?

Me preguntó, siendo honesta no tenía ni idea de qué podría hacer, además apenas estaba iniciando el día y mi pequeña hermana ya tenía ganas de salir.

- Ira, permíteme ducharme y después pensaré qué podemos hacer.

Le respondí, ahora caminando en dirección al cuarto de baño para así tomar una ducha rápida ya que había alguien en mi habitación que estaba esperando a que pasara el resto del día con ella.

Después de salir, sequé mi cuerpo y me puse el primer vestido que había encontrado, vaya que llevaba mucho tiempo sin usar uno ya que a diario me la pasaba utilizando pantalones y camisa –en el trabajo- Y los pocos días que tenía libres pues solía quedarme en pijama.

- Iris, iremos a la piscina ¿Te parece bien?

Le pregunté mientras la observaba, parecía que alguien tenía suficiente energía.

- ¡Sí!

Dijo y rápidamente salió corriendo a su habitación. Mientras tanto, yo me acerqué a mi madre y le di un beso en la frente.

- Voy a estar fuera con Ira, los llamaré para que nos encontremos en algún punto y así podamos ir a comer.

Le comenté con una sonrisa, amaba invitarlos a salir y bueno lo primordial era pasar tiempo junto a mi familia. Así que luego de hablar con mi madre, volví a mi habitación para preparar una mochila con algo de ropa.

- Ira ¿Ya estás lista?

Pregunté desde mi habitación, más tarde, se adentró en ella y me entregó su ropa junto con su bañador, bueno hoy sería el inicio de unas merecidas vacaciones, guardé cada prenda de ropa y tomé mi teléfono para colocarlo junto a las demás cosas. Acto seguido, colgué la mochila en mi espalda y tomé la mano de Irina para caminar rumbo a la puerta de salida.

- Nos vemos más tarde, te amo.

Le dije a mi madre y salí junto a mi hermana, vaya las calles de este lugar no habían cambiado nada, me pregunto si mis viejos amigos aún viven por aquí pero bueno eso será cosa de otro día ya que hoy le daré mi tiempo a Irina.

Junto a ella, tomé un taxi que nos llevaría a las piscinas, a ese lugar solía ir cuando era mucho menor, con el tiempo dejé de ir... Se veía tan contenta.

- Ira, parece que los tacos de ayer te despertaron un poco.

Le dije en tono de broma mientras observaba el camino, si era honesta, me había olvidado de mi teléfono, las notificaciones e incluso las llamadas que pudiese recibir aunque con antelación había avisado que tomaría quince días. Al llegar a nuestro destino, pagué el taxi y con cuidado ayudé a Irina a bajar, se veía tan emocionada.

Caminé junto a ella rumbo a la entrada del lugar y pagué por ambas, acto seguido, me dirigí a los probadores para así ayudarle a cambiarse, sin mucho esfuerzo lo hice, primero ella y luego yo.

Después de alistarnos, dejé la mochila en un casillero para después acercarme a la piscina, con cuidado me adentré en ella y extendí mis brazos hacia Irina, ese era el inicio de una tarde llena de diversión y risas. 

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