capítulo 1:

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Una fiesta se llevaba a cabo, lujosa y extravagante, como toda fiesta de riquillos y gente de poder. Es ahí donde Kim SeokJin, un jovencito de hermosa figura y grandes cualidades, se habría paso entre la multitud. Llevaba puesto un traje azul que resaltaba su cintura y tono de piel, destacando sin siquiera quererlo -aunque era obvio que ese era su objetivo -.
Su entrada triunfal fue detenida por un grupo de hombres y mujeres, exigiendo un poco de atención y amor de parte de su persona, pero, había alguien que destacaba entre aquel grupito; Vernon, un joven de su misma edad,tomó la mano del recién llegado y lo llevó al centro de la pista de baile.

—Estas precioso mí amor—Habló primero, dejándole un pequeño beso en los labios. Cosa que SeokJin aceptó. —¿Y donde están tus padres? Aunque no lo creas me poné nervioso conocerlos.

—Vernon, mis padres no van a venir.

—¿Por qué? ¿Qué pasó?

—Como siempre, me fallaron. Ya sabes como viajan, no pudieron regresar a tiempo. Hubo algo que se les presentó y arruinó sus planes y los míos de que estuvieran aquí conmigo. —Una sonrisa tímida y cargada de tristeza se asomaba en los labios del muchacho. —Y de que por fin los conocieras.

La pareja del recién llegado se acercó más a sus labios. — Bueno amor, no te pongas triste-

SeokJin negó con una sonrisa en los labios al escuchar aquella órden.

  - Hoy, lo único que tenemos que hacer es festejar y divertirnos. ¿De acuerdo? Ahora vamos a bailar.

La fiesta de graduación pasó sin ningún inconveniente, todos los presentes festejaban el gran logró de sus hijos y la parejita, Vernon y SeokJin, bailaban al compás de una canción de Jimin, uno de los cantantes más famosos del momento, mientras contaban los grandes logros que habían tenido juntos y/o por separado.

—Yo no sé que haría sin tí, te juro que me muero Vernon. Nunca permitiría que alguien nos separarán.

Unos besos fugaces se hicieron presente luego de decir aquellas palabras, ambos, llevaban una cara de locos enamorados sin remedio. Aunque claro, SeokJin decidió cortar el momento otra vez.

—Ya me tengo que ir amor, se me hace tarde y Jungkook me invitó a su casa para pasar la noche. Ya sabes como está de sensible porque ya está en la Universidad.

Una risita escapó de sus labios; cuando se trataba de mentir, él era el mejor ejemplo.

—No te preocupes amor, solo ten cuidado en el camino y avisame si quieres algo. ¿Está bién?

Asintió así sin más y se marchó, ni siquiera un beso en los labios fue capaz de dejar. El estadounidense, al ver que su pareja ya no estaba en la fiesta, decidió mover su cuerpo hasta los asientos que había en el lugar. Seungkwan vió la mejor oportunidad para acercarse al muchacho que tanto amaba desde el comienzo de la preparatoria.
El momento del pelo blanco no duró demasiado, ya que el castaño ya se había ido trás el pelo negro a devolverle el sacó que había perdido en una de las sillas. Pero Vernon no esperaba ver a SeokJin despedirse de Jungkook en la entrada, como si nunca más lo fuera a ver en la noche. Intrigado, decidió seguirlo. Vaya sorpresa se llevaría al ver donde terminaría, un barrio para pobres, en una comunidad de departamentos baratos  y con gente que parecía maleantes.

Por otro lado, la familia Kim había hecho una hermosa fiesta de bienvenida al recién graduado. Con algunos invitados, muy cercanos a la familia, y Taehyung, el enamorado y único amor de Jin.

—No soy muy bueno con las palabras —. El padre, un hombre de unos cincuenta años, frenó la música derrepente y se posicionó en medio del comedor. —Pero estoy orgulloso de mi hijo. Inteligente u decidido como ninguno, que ha pesar de no tener todo lo que merece hace un esfuerzo por seguir adelante junto con su madre y yo. SeokJin, que es un hijo carismático y cariñoso, humilde con sus obligaciones, estoy seguro que saldrá de esta pobreza -.

El nombrado sonrió al escuchar aquello, mientras acariciaba la mano de su madre. Decir que estaba feliz por las palabras de su padre era poco.

. -Gracias hijo —. Prosiguió el hombre mayor. —Por querer sacarnos de este horrible lugar...  —. Le dió un beso en la mejilla a su hijo y a su mujer, su voz quebrada delataba las ganas de llorar que tenía. —¡Ya, a brindar antes de que termine llorando!

Los família rieron ante la ocurrencia en sus palabras y siguieron consumiendo las bebidas que habían en la mesa, dejando apartados a la familia principal e importante en su momento íntimo. Lo que SeokJin no sabía, es que su felicidad y momento de gloria duraría poco, porque en la ventana, su pareja escuchaba toda la escena con una mueca de desagradó en los labios.

°-SeokJin, ah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora