°-SeokJin, ah.

capítulo 3:

Cuando SeokJin se retiró de la Universidad, todo el peso que cargaba habia sido liberado. ¿Qué se creía para hablar de su vida personal de aquella forma? ¿Qué derecho tenía para humillarlo de aquélla forma? Porque claro, hablar de su vida asquerosa de esa manera era repugnante. Si pudiera, borraria cada rastro de su pasado, sin importar que sus padres estuvieran en él.
Miró la tarjeta de presentación con recelo, la dio vuelta y volvió a examinar con el objetivo claro: saber que hacer con esa porquería.

—¿Pagar todos mis estudios? Eso suena demasiado a una mentira blanca para poder acostarse conmigo...

Sonrió guardando el papel plastificado en su bolsillo trasero. Sonrió aún más cuando encontró por casualidad a su pareja, Vernon.

—¡Amor! —. El pelo negro habló primero, el adinerado dirigió su vista a él y espero a que se pusiera a su lado. —¿Como estás? Anoche te mandé un mensaje pero no me respondiste.

Al terminar de hablar, le dió un beso en los labios, no fue correspondido.

—¿Y ahora que te sucede Hansol?

—Lo sé todo. Enserio crei todo lo que me dijiste, Dios, quedé como un estúpido —. El desprecio que salía en sus palabras podían sentirse en cualquier lado.

—¿Qué es lo que descubriste?

—Se que estudiaste en aquella escuela porque obtuviste una beca, se que tus padres no están en Europa y que vives en una asquerosa vecindad. Se que todo fue una mentira, que enserio crei.

SeokJin río nervioso, mientras se tocaba el brazo nervioso; eso no estaba en sus planes, ni siquiera tenía una idea de como salir de ese embrollo sin salir más herido y humillado, pero encararlo era la mejor opción.

—Estuvimos casi tres años saliendo ¿Y lo qué te importa es mi situación económica? Nunca te pedí nada, demostré ser inteligente y amoroso, enserio que lo fui, pero te empeñaste en sacar a la luz lo que más trato de ocultar. ¿Eso no es vil? —. Con su voz temblorosa, por el llanto que se avecinaba, tocó el pecho del contrario con el dedo. —Se lo que valgo Hansol, se lo que me volveré en la vida y si tanto te molesta que sea pobre, un rastrero, una inmundicia del mundo, esta bien. Pero lo nuestro se termina aquí, espero que no te arrepientas.

Se dio vuelta antes de largarse a llorar por completo y, sin siquiera darse la vuelta, se marchó dejando a su ex boquiabierto. Ya las lágrimas se avecinaban, no le dejaban pensar ni ver con claridad lo que ocurría en su camino y eso se notó cuando chocó contra el cuerpo del licenciado, aunque en su mente era una persona al azar, sin disculparse, dejó a ambos hombres mirarse como si quisieran matarse.