Versos de improvisto.

Dolor

Al dolor yo le doy un tiempo, dejo que hierva mi sangre y el cuchillo abra mi garganta.

Dejo que mis manos tiemblen y golpeen mi cabeza.

Dejo que el mar fluya y la muerte venga a hablar conmigo.

Le doy su tiempo, y que nadie se crea capaz de cancelar mi cita.

Porque solo podre posponerla, el dolor no se va hasta que me carcome hasta la última entraña

Y recién ahí cuando considero que es el fin, que la vida es absurda y que cualquier cosa seria mejor.

Ahí, se va. Cuando termina de jugar conmigo podría decirse.

Y tan malo sería que quieran echarlo. Es lo peor que existe.

Además de que jamás funciona.

Las pocas veces que funciono, que alguien externo logro echar el dolor,

Solo fue para clavar un puñal después y que la tortura se intensifique a niveles inexplicables.

Así que puedo decir que estoy cansada, de las palabras afiladas

De los malos tratos y de lamer el piso.

No soy nadie y soy todo, ¿dónde veo el punto?

No entiendo, ¿cuándo hay un balance?

Esto es cruel y no lo acepto

¿El dolor habla por mí o yo hablo por él? No lo se

Tiendo a ver las cosas más grandes de lo que son y eso además de sufrimiento me a traído grandes desilusiones.

Que se le va a hacer, la vida es así. ¿No?

Qué pena.

Jamás seré algo más que lo que soy, un asco.

Entonces por que luchar por que permitir que me sigan clavando cuchillos

Solo yo puedo hacer eso y nadie más

Llámenme arrogante,  no me interesa

Me interesaron tantas cosas alguna vez, siento como van desapareciendo.

Y al final, ¿qué voy a hacer? solo veo rocas.