Cuando Éramos Novios ┊𝙏𝙧𝙪𝙩𝙚𝙣 #𝟮 (#SAIYANAWARDS2021)

Capítulo Único: Cuando Éramos Novios

De: Son Goten 
Para: Trunks Briefs, mi exnovio favorito.

Cuando éramos novios, yo era muy feliz.

Nos veíamos todos los días, y yo no dejaba de sonreír.

Dejábamos el entrenamiento y nos besábamos como locos tras cualquier cosa que nos escondiera de los ojos y las preguntas de nuestras familias.

Recuerdo una vez, cuando éramos novios, Gohan le mintió a todo mundo cuando descubrieron que habíamos faltado a la escuela para vernos.
¿Lo recuerdas? ¡Casi nos matan! Pero mi hermano inventó una historia que nos dejó como héroes.

Si  en ese entonces, así reaccionaban con que faltáramos a clases, me aterraba pensar en qué pasaría si se enteraban que éramos pareja.

Lo bueno es, que ya no me tengo que preocupar por eso.

Nuestro primer beso fue en tu casa, yo era muy niño y no entendía el significado.

Pero cuando comenzamos a ser novios, conocí muchas cosas que me enseñaste. A amar, a escuchar, a besar... a hacer el amor. -bueno, eso lo aprendimos juntos, con ayuda de internet-

Hemos tenido una historia divertida e inestable, llena de amor.

Pero algo de eso cambió, para siempre.

Ya nada es así, como era. Nada puede ser un sueño para siempre.

Ya no estamos

.

.

Estaba pensando en cómo terminar su carta, pero una voz le habló desde atrás.

Entonces se dio la vuelta, poniendo la pluma tras su oreja.

— ¿Qué haces, Goten? — le preguntó su exnovio, con toda naturalidad, sin entrar por completo al cuarto tan pequeño que Goten había elegido para inspirarse en su escrito. 

— Yo... sólo escribía. — le contestó despacio, girándose muchas veces en la silla. Porque en el transcurso de la tarde, lo había hecho decenas de veces. Le ayudaba a concentrarse.

— ¿Aún no terminas tus votos matrimoniales? — Con una sonrisa de lado, apoyó su espalda en una pared. — Yo los escribí hace semanas.

— Sabes que me cuesta más... — el menor frunció un poco su ceño al hablar, como acostumbraba a hacer desde muy pequeño cuando no tenía una enorme sonrisa.

Trunks sonrió más, porque aunque no podía ver el rostro de su prometido, sabía la mueca que estaba haciendo. Pues lo conocía desde hace mucho y aún le quedaba toda la vida junto a él. Así lo decían el par de anillos que compartían.

— ¿Te falta mucho? Tenemos que ir a probar pasteles para la boda. 

El joven montañés asintió con emoción. Amaba comer, amaba los pasteles, y amaba al tonto que estaba parado frente a él.

Guardó su lápiz en el amplio bolsillo de la camisa y la hoja a medio escribir color rosa pastel en el mismo.

Se levantó y salió del cuarto junto con su prometido.
A semanas de su boda, para elegir pastel.

En el camino pudo terminar de escribir.

Ya no somos novios.
Vamos a casarnos.

Esta historia continúa en  "¡Carajo, Trunks!"