dont worry, im here― koobi

tres

el cuarto era completamente blanco, cortinas, muebles, y hasta puerta, parecía lo que llamarían la entrada al cielo tal vez. sino fuera por ese olor asqueroso que no solo entraba en sus fosas nasales, sino también hasta en sus venas. suero.

su cabeza le pesaba, le dolía demasiado, parecía como si ente momento estuviera siendo apretado por algo, una soga quizás. vio sus brazos como estaban atrapados por cables, su color de piel era mas sano de lo que antes estaba en la universidad. una manta blanca abrigaba su cuerpo el cual tenia una bata blanca, sus pies estaban desnudos y no llevaban sus zapatillas deportivas, su pulsera roja no se encontraba en su muñeca y ni siquiera tenia su collar, su maldito collar.

y ahí fue cuando recordó, soobin.

había visto a soobin, ¿donde estaba?.

estaba por tener un ataque de pánico al querer moverse pero su cuerpo no respondía por el cansancio, su cabeza no lo dejaba tranquilo y el solo quería ir a buscarlo. hasta que la puerta fue abierta bruscamente.

- hoseok, estas bien..-jimin corrio cuando vio el rostro de su amigo despierto y no resistió sus lagrimas cuando al fin lo pudo abrazar- pensé que habías cometido una locura, estas bien, estas bien hobi

- no jimin, yo vi a soobin -soltó lagrimas de desesperación- lo vi en mi puerta y me abrazo.

- deja de culparte maldita sea, no tienes la culpa de nada hoseok.

- yo lo vi jimin, es verdad -lo alejo un poco y lo miro al rostro- todos los días siento esta culpa calcomerme el pecho, queriendo decir lo estúpido que fue él por dejarme así, pero la verdad es que no hay mas culpable que yo.

los ojos de hoseok estaban un poco inchados por las lágrimas, el más bajo también quería llorar por su amigo, no era justo para el estar en está situación, no lo era.

- dime que no intentaste hacer una locura, porque te juro hoseok que yo..

- jimin, desde que se fue no sabes las veces que pensé en desaparecer -dijo con dificultad- podrás pensar que tengo un alma débil, soy débil.

- no lo eres hoseok, cállate

- jimin, lo extraño -sus labios temblaron y pronuncio unas palabras débilmente- no quiero estar aquí, detesto estar vivo, no quiero seguir.

jimin solo pudo abrazarlo, intentando no llorar por esas palabras que le dolían tanto. se detestaba por si quiera haber pensado en viajar a inglaterra dejando a su amigo, no fue capaz de ver en sus ojos la tristeza que se guardaba y que lo estaba matando.

no era débil. hoseok no era débil, era el chico mas fuerte que había conocido en su vida. desde que se fue de su casa al ser rotundamente rechazado por su gustos sexuales, sus padres no lo querían ver la cara. hasta que se entero que se había ganado una beca en la universidad mas prestigiosa de su país, en ese momento descarto la idea de pedir a sus tíos alojamiento un par de días, no quería molestarlos.

su vida en la universidad al comienzo no fue prestigiosa definitivamente, algunos profesores hablaban de el irónicamente por ser muy joven y estar en la universidad, quien lo creía, lo peor fue cuando algunos se le insinuaron. sus compañeros no fueron los tan cordiales al principio, lo vieron con inferioridad solo por su edad y ponían su capacidad en duda. ¿no estaba claro que por algo consiguió una beca? sus padres no podrían haber pagado ni una mensualidad de la institución, no existía ni un privilegio en su vida.

y el nunca lo necesito, solo quería estudiar lo que mas le apasionaba. jimin recordó el día en el que se conocieron, hoseok estaba cultivando unos tulipanes en el plantel y el había llegado a su piso por primera vez.