Un corazón de hielo.
Una voluntad de acero y un alma inquebrantable.
Te presento a una hechicera.
Te presento a Carson Cash.
Hermosa.
Letal.
Fría y calculadora.
Destinada a la grandeza.
...
Carson siempre supo que su poder la pondría en un g...
· Eres mi alma gemela Carson – dice – mi otra mitad
Lo miro estupefacta por lo que acaba de decir, no lo pudo creer ¿yo su alma gemela? Esto debe ser una maldita broma de mal gusto de su parte aunque no le puedo negar algo si he llegado a sentir esa conexión cuando estoy con él. Mis manos sudan por el nerviosismo que siento en este momento y mi corazón bombea desenfrenadamente, dios líbrame de esta.
· Yo... ¿ser tu alma gemela? – digo con nerviosismo
Mierda ¿por qué tengo que ser tan débil en estos momentos?
Porque su mera presencia te pone así – dice mi conciencia
Cállate conciencia, no me ayudas en nada
· ¿Estás de broma verdad? – digo recuperando mi postura de chica fuerte – porque eso no puede ser cierto y lo sabes ¿un arcángel con una humana? ¿acaso quieres que me maten? Deja de decir tonterías y hazme el favor de irte de mi casa – digo todo lo firme que puedo
· Por favor Carson debes creerme lo que te digo – dice serio - además ¿una humana, enserio? Ambos sabemos que no lo eres – dice juguetón
· Pues claro que soy una humana – digo nerviosa
Lo sabe, estoy segurísima de que lo sabe ¿ahora qué hago? Ah claro solo simular de que esto no me afecta en lo más mínimo y que es mentira.
· No lo eres Carson y lo puedo ver perfectamente en tu aura, tienes el aura que toda hechicera posee.
· ¿Y si lo fuera qué? – digo de la manera más fría que puedo, mis ojos ya no presentan ninguna emoción y mis rasgos faciales tampoco, ahora que sabe mi secreto no me puedo permitir dar pasos en falso - ¿vas a llamar a tus amigos de arriba para que vengan a matarme? ¿qué harás luzbel o tal vez deba decir lucifer? – digo acercándome peligrosamente hacia él
· ¿Por qué crees que haría eso? – dice acercándose a mí de la misma manera en que yo lo hago – ya te lo dije Carson eres mi alma gemela y no dejaría que algo malo te pase – dice desafiándome con la mirada a que lo contradiga.
· Hagamos como que te voy a creer – le digo – espero que no me defraudes Luzbel, no sabes lo caótica que puedo llegar a ser
· Y tú no sabes cuánto me encanta lo caótico – dice con una sonrisa pervertida
· Amm... ¿eh?... ¿qué? – digo tartamudeando y siento mis mejillas totalmente encendidas
· Nada cariño, nos vemos mañana – dice con una sonrisa para luego abrir la puerta e irse dejándome totalmente confundida por varios minutos y cuando salgo de mi shock me doy cuenta a lo que se refería.
· Maldito arcángel – digo cerrando la puerta y yéndome a dormir a mi habitación.
[...]
Escucho como suena mi alarma en la mesita de noche, pero lo único que quiero ahorita por algún motivo es seguir durmiendo y desaparecer entre las colchas. Mi segunda alarma vuelve a sonar así que decido levantarme de una buena vez por todas y empezar con mi rutina diaria que consiste en tomar un baño, cambiarme, tomar desayuno y luego ir al colegio.
Cuando termino de bañarme decido ponerme una blusa o suéter aunque parece de los dos un poco y es medio guinda, un jean negro y unas zapatillas blancas; y para el cabello una coleta con mechones sueltos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.