"¿𝖖𝖚𝖎𝖊𝖓 𝖊𝖗𝖊𝖘 𝖊𝖓 𝖗𝖊𝖆𝖑𝖎𝖉𝖆𝖉?, ¿𝖕𝖔𝖗 𝖖𝖚é 𝖔𝖈𝖚𝖑𝖙𝖆𝖗𝖙𝖊 𝖉𝖊 𝖊𝖘𝖆 𝖋𝖔𝖗𝖒𝖆?
Esa era la pregunta que Luzu quería responder, ¿por qué ese chico problemático de cabello negro le parecía tan interesante?, él sabia que eso no e...
Después de un rato, Raúl se encontraba mucho mejor, pero estaba serio, se dejó ayudar, pero ¿fue por qué quizo?, estaba mal, pero su orgullo le decía que podía ir solo, sintió miedo, por qué él ya estaba acostumbrado a que todas las personas que se acercaban a él fuera de su pequeño círculo social era para dañarlo, igualmente no se podía explicar como es que aquel joven castaño pudo darle su ayuda como si nada, Raúl estaba consciente de que tiene muy mala reputación en toda la zona, debido a que siempre le ven en peleas, peleas mal interpretadas, ya que la gente ve lo que les conviene, gracias a eso su nombre está marcado como problemático y algunos abusadores le buscan para golpearlo, quizás hasta la muerte.
Raúl seguía pensando en todo lo qué pasó, siempre anduvo con miedo, si ese chico castaño no hubiera sido buena gente, pudo haberle pasado algo y eso le aterraba a Raúl, el sonido de la puerta lo sacó de sus pensamientos.
-Hola Auron -Rubén le regalo una sonrisa nerviosa a Raúl, quien lo miraba con enojo- per- antes de que el joven de ojos verdes pudiera terminar de hablar, Raúl cerró la puerta en su cara- ¡¡que te den Rubén!! -gritó Raúl desde el otro lado de la puerta, no trataba de ocultar su enojo-
-Escúchame Raúl, lo puedo explicar, perdóname, por favor - Rubén alzo igualmente la voz, pero se notaba su angustia y arrepentimiento, Rubén sabia que se había pasado con esa broma, no pensó que Raúl hablará en serio sobre encontrarse en mal estado y sin haber comido en muchas horas-
-te agradezco haber recogido las llaves y toda la cosa pero ya es hora de que te vayas largando, ¡¡no te quiero ver la cara en siglos!! - Rubén estaba consiente de los miedos obsesivos de Raúl, y sabia que tenía razón, no podía dar excusa ante esa situación, se sentía fatal-
-Solo... perdóname, ¿si? - Una voz triste y sincera salió de la garganta de Rubén, quien después de decirle eso a su amigo, dejó de insistir, y se alejó de su puerta-
Raúl se sentía mal por lo qué pasó con Rubén, pero seguía diciéndose que era lo justo después de todo lo qué pasó, Rubén sabia por qué se había mudado, y por qué no podía confiar fácilmente en algún extraño, para distraerse, decidió salir a comprar algunas provisiones para alimentarse los próximos días, si algo aprendió en su caminata de 2 horas y media es donde estaba el supermercado más cercano.
Luzu, había llegado con Samuel, al inicio este estaba algo molesto con el castaño, pero una vez le explicó la situación entendió fácilmente, ambos recogieron, y pasaron el resto de la tarde jugando videojuegos mientras platicaban.
-entonces... ¿cómo era el chico?, dices que es nuevo, y sabes su habitación, creo que deberías checar si el pobre no se murió o algo así - El chico de ojos morados hablaba sin despegar la mirada de la Pantalla, era una partida difícil, Luzu sabia jugar de maravilla-
-Veamos... era un poco más bajo que yo, solo unos centímetros, vestía un jersey rojo de cuello largo, pantalones negros y tenis igualmente rojos, ehhh.... creo que tenia percins, su cabello era negro y sus ojos grisáceos -Luzu estaba en un trance ante el videojuego así como Samuel- la verdad es que en esos momentos no te pones a ver como luce la gente
-mmm ya veo, un poco raro todo, ¿no crees?, parece ser que no sabia ni cuál era su departamento, ¿se lo habrán prestado o algo parecido? -Samuel dio un pequeño salto estando sentado y sonriendo al ver que derrotó a Luzu, este dejó en control en la mesita central de la sala-
-No lo se, pero no creo que debamos estar sacando conclusiones de él, pero bueno, me tengo que ir, mañana nos vemos si hay la oportunidad Samuel -Luzu le regalo una sonrisa a Samuel antes de salir de su departamento, mientras bajaba por el elevador miro la hora, 8:40 PM, de pronto se preguntó si el chico del jersey estaba bien, ¿ya estará dormido?.
Mientras se debatía si ir a comprobar que en realidad no estaba muerto o algo así le vio caminar con algunas bolsas en las manos, iba a entrar al edificio. Raúl miraba hacia atrás continuamente, hasta que una voz proveniente del frente suyo lo detuvo frenéticamente- ¡hola!- Raúl miró inmediatamente y dio unos cuantos pasos hacia atrás de forma inconsciente, pero confundido, no respondió, pero sabía quien era, era el chico de la mañana, el castaño que le ayudó-
-. . . Me preguntaba si estabas mejor y bueno, veo que si, ¿necesitas ayuda? -Luzu le sonrió amablemente, pero Raúl aún no estaba seguro de si era bueno, o solo le ayudó para aprovecharse de él- Ya me encuentro mejor, y no necesito ayuda, gracias...- Raúl trataba de cortar la conversación lo antes posible-
-oh, ¡me alegra eso! -Luzu volvió a sonreír, y eso, por alguna razón hizo sentir a Raúl un poco bien, no se sentía tan atacado, eso causó aún más confusión en Raúl, pero no iba a caer en trampas como en ese entonces- Bueno, un gusto haberte conocido, aunque no haya sido de una forma bonita, luego podemos vernos si gustas, me puedes llamar Luzu
-Raúl no le dijo su nombre, solo vio a Luzu avanzar luego de esa presentación y... propuesta de encontrarse de nuevo - ¿Luzu?...- pensó Raúl mientras subía a su departamento, ¿acaso Luzu buscaba una amistad con Raúl?, por un momento, Raúl se pudo imaginar con un amigo más, pero poco le duró el sueño, estaba consciente de que cuando el supiera de todos los rumores que trae sobre si, se alejara, o le insultara como casi todos hacen.
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