04 | 👼

44 3 0
                                    

—————————

AYUDARLO.

————————

ACTUALIDAD.









11:05 am.

——————————————————

—¡Apresura el paso! Sus cadenas están por romperse, chico.

—Dejeme consultar primeramente con Dios.

Jacob se fue a un rincón con su biblia, arrodillado a su señor pidiendo respuestas sobre si ir con aquel hombre o no. Lo esperaba un hombre poseído por un espíritu maligno o como dicen los cristianos, un endemoniado. Encontrándose él en la iglesia ayunando por las peticiones del corazón llego un hombre desesperando que no dejaba de transpirar, deseoso que el familiar que invadía su casa fuera libre.

—¡Le hará daño a mi familia! ¡Es un monstruo!

No le hizo caso omiso al hombre quien no dejaba de mirar su celular, su mente tendría que estar despejada tenía que estar en paz y santidad a la presencia de Dios.

—Señor Jesús— comenzó su oración —, permiteme ir que con él, mándame una señal si esto es de ti, si no, haz todo lo posible que no me vaya de tu presencia, Espíritu santo— decía una y otra vez inclinando su rostro por respeto.

Jacob cuando sabia que el Espíritu Santo estaba presente lo sentía pero, no totalmente igual que una persona común y corriente, cuando el Espíritu Santo estaba con el sentía ríos de agua viva corriendo por su ser siendo el limpió en cada segundo que respiraba, también su corazón se aceleraba y su cuerpo temblaba hasta hubieron veces en que sentía que lo abrazaba por mas loco que lo vean, Jacob tenia al Espíritu Santo como su mejor amigo, su consolador y ayudador, se regocija en él y con él.

¿Tu lo tienes como mejor amigo? ¿Sientes su presencia?

Fueron momentos fue duros los que pasó el para llegar el nivel espiritual de donde está, pero después de todo, sabe que fue por su bien.

Ninguna de las personas se dieron cuenta que Jacob estaba de ultimo en una esquina orando porque cada uno estaba en su propia oración, hasta que un anciano que es Intercesor de la iglesia levantó su vista confusa y se dirigió al joven de la esquina porque lo escuchaba, estaba escuchando su oración, por la presencia del Espíritu estaba llorando y ahora soltaba sollozos porque escuchó la voz de Dios a través de él. Limpio su lágrimas levantándose y caminó hacia Jacob.

El joven sintió escalofríos cuando una mano se posó en su hombro izquierdo.

—Dios te escucha, me mostró tu oración. Ve y demuestra la gloria de nuestro Dios.

Con eso bastó para que los dos sintieran una corriente eléctrica grata. Sonrió y miró al cielo.

—Gracias, señor.

Salió de la iglesia sin antes declarar que su diligencia saldría en victoria en el nombre de Jesus. El hombre desesperando recibió al joven en su carro y partieron. La casa no quedaba a 10 minutos exactos y Jacob cuando puso un pie en el terreno sintió pesadez en sus hombros.

—Está por allá, haz algo, por favor. Me dijeron que eres bueno en estas cosas— dijo el hombre abriendo camino al endemoniado, Jacob se detuvo y el hombre se le quedó viendo confundido porque la mirada del joven estaba perdida.

JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora