Quería té, agua, leche, incluso se conformaba con beberse el líquido turbio que yacía dentro del florero de su oficina, pero necesitaba algo que lo ayudará a mantenerse despierto y cuerdo, sí, cuerdo, porque tenía la necesidad de asesinar a su jefe, pero, debido a que sigue siendo un subordinado no podía hacer mucho al respecto más que dar la cara por su desvergonzado superior, el cual lo abandonó en medio de una conferencia que debía defender su líder y no él, pero la vida lo odia, corrección, Choi Siwon le odia, bueno, no a él exactamente, sino a verlo cerca de Hee, y eso es algo que ambos conocen entre ellos.Joder, Kim Hee Chul le había invitado a asistir a una tienda de café nueva que abrió hace poco, lugar que habían diseñado y preparado entre Jung Hyung y Hee Hyung, pero, aunque no le importaba de lo que se tratara en sí, estaba súper feliz de haber sido siquiera tomado en cuenta para ir al establecimiento y echar un vistazo, porque ya saben, él y el café, no se llevan bien. Uno es la antítesis del otro, ¡No! El café es el némesis del grandote, porque realmente nunca ha odiado nada (sin contar a su jefe Choi claro), por lo que no comprende al universo y su manía de buscar siempre algo que le joda la existencia.
Matthew suspiró mientras sopesó el qué decir ante aquella presentación que debía realizar a última hora, y daba gracias a que había perfeccionado su inglés y que ahora no estaba tan principiante en la empresa o moriría de nervios y vergüenza, porque el estrés vendría siendo el segundo catalizador de la palabra diarrea en él.
—¡Ah! No aguanto más —se quejó, para levantarse de la silla donde había estado por horas (solo las 6 de la mañana, también le gustaba exagerar un poco), luego caminó hacia la puerta que lo separaba del pasillo que daba justo al frente de la oficina del señor irresponsable, entiéndase, Choi Siwon, puso los ojos en blanco, odiaba al pelinegro cada vez que recordaba que debía estar muy feliz colgado del pelilargo como si de un arete se tratara.
Llegó hasta la sala que servía de cocina, era un lugar bastante cómodo, desde té, café, jugos y otros productos que podían usar sin necesidad de pagar un centavo, solo para los que se encontraban en ese nivel de oficinas, digamos que solo por eso valía el sacrificio de soportar a Choi Hyung, solo por eso, beneficios. Tampoco es que tenía carencias y debía besar el suelo para su excelencia el irresponsable, no, pero digamos que... bueno, son cosas que tuvo que pasar para que sus padres (co-propietarios y dueños de una pequeña parte de las acciones de la empresa), le dieran un poco de libertad, por eso de aceptarlo con su sexualidad. Otros detalles que calan profundamente.
Luego de tomar una leche de soya del refrigerador y rebuscar en las diferentes gavetas de la alacena hasta encontrar un paquete de galletas "lights", tomó una y se dispuso a volver hacia su pequeña oficina.
Una vez de regreso en su cárcel personal, usó sus audífonos para colocar música suave mientras disfrutaba la merienda de la mañana y concentraba su mente para hacer bien la presentación aquella.
ESTÁS LEYENDO
Segunda Oportunidad BSEPH (KARD)
Ficção CientíficaUn encuentro casual en ellos hará volar la química más allá de lo posible, hasta que ambos se vean envueltos entre sí y sepan lo que deben hacer. Matthew Kim & Kim Tae Hyung. BM & J.Seph MPreg. Prohibida la reproducción y/o adaptación parcial o tota...