"Alma y Rey del Inframundo siempre juntos"

789 58 5
                                    

No esto no se quedara así, te tendre de nuevo a mí lado mi amado pegaso.

Coloque ambas manos en el pecho de seiya y al hacer esto surgió una luz blanca, sentía mis fuerzas por el borde pero no importaba, mi prioridad era seiya.

Al terminar, abri otro portal para irme de aquel santuario y regresar al Inframundo.

Ahora solo queda esperar..

       ☆.。.†:*・゜☆.。†.:*☆


Que agradable sensación...

Senti una calidez en mí pecho pero... acaso no estaba muerto?...

"Despierta"

Logre escuchar una voz... se oía como una mujer?..

"Pegaso despierta"

Trate de abrir mis ojos pero una luz brillante me lo impidió, espere un poco y intente abrirlos.

Lo logre.

Mire a mi alrededor parecía un lugar bastante familiar.

-Acaso estoy en los Campos Elíseos?... pero como?...

-Pegaso.

Escuche una voz detrás mío, dirigí mi mirada hacia donde había escuchado aquella voz y fue que la vi. Una mujer un poco alta y delgada con tez blanca y cabello largo color morado, no se necesitaba ser un genio para saber de quién se trataba.

-Señorita... Pandora.

Ella sonrió dulcemente.

-Bienvenido Pegaso, mi señor te ha estado esperando.

Señor?... se estaba refiriendo a...Hades..

-Sigame- dicho eso comenzó a caminar, yo la seguí.

Miraba a mi alrededor y si efectivamente estaba en los Campos Elíseos.

Sin duda alguna era un lugar hermoso, me hacia sentir una tranquilidad y una paz que no podía explicar.

Poco después la señorita Pandora se detuvo, note que estaba señalando algo, dirigi mi vista a aquello a lo que ella señalaba y ahi lo pude ver.

Un hombre alto y delgado con cabello largo color azabache.

No tenia ni idea de que hacer, mi corazón era un torbellino de emociones. 

Felicidad, Odio.., Tristeza.... Miedo.

Aquel hombre volteó y pude verlos... Esos ojos turquesa que tanto me habían enamorado...

-Hades.. -fue lo único que me atreví a decir.

Acaso mi mente me estaba jugando una mala broma...o esto... era real.

    ☆.。.†:*・゜☆.。†.:*・゜☆.

Estaba desesperado, que tal si el hechizo no funcionó que tal si el no quería verme?

"Hades.. "

Mis pensamientos fueron interrumpidos por aquella voz que tanto deseaba escuchar.

Volteé y pude observarlo, la persona que mas amaba estaba frente a mi.

Había funcionado.

Mi bello pegaso estaba de nuevo a mí lado.

Le indique a Pandora que se marchara a lo cual ella solo asintió. 

Me acerque lentamente hacia el, pude notar que retrocedió un poco, parecía asustado, seguí hasta estar enfrente de el y lo atraje a mis brazos, pude notar como su cuerpo estaba tensado así que decidí acariciar su espalda para calmarlo, cosa que funcionó.

-Hades?..-no necesitaba ver su rostro para saber qué estaba sorprendido, lo aleje un poco y lo mire directo a los ojos.

-Hola Pegaso- sonríe para calmarlo pues aun estaba un poco tenso. 

-Como es que- no pudo terminar ya que nuevamente lo había atraído a mi pecho.

-Te extrañe tanto.. Por favor... perdoname..

El solo escondió su rostro en mi pecho, lo cual me pareció bastante tierno.

-Esto es un sueño?...porque si lo es no quiero despertar..

-Te aseguró que no lo es..Mi pequeño- acaricie su cabeza.

-Pero como,.. Acaso no estoy muerto?.. No estas muerto?.. No esta- nuevamente lo callé  pero esta vez lo callé con un beso. 

Al fin pude probar esos labios que tanto anhelaba sentir.

Me separe lentamente y pude notar como un tono rojizo empezaba a aparecer en sus mejillas, se había sonrojado. 

-H-Hades... Tu..

-Te amo seiya - si lo dije el Rey del inframundo se había enamorado de un simple mortal, un mortal con la belleza de un ángel.

-H-Hades..yo.. también.. te..amo -sonrío y pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

Retire aquellas lágrimas y pude observar que aun seguía sonrojado.

Dios simplemente este humano es hermoso!

Lo tome del mentón y junte mis labios con los de el formando un cálido beso, simple pero transmitía todo lo que sentía por mi pequeño pegaso.

Estaba demasiado feliz, mi seiya había vuelto a mí lado y está vez me aseguraré de que nadie me separe de el.

Después de todo el alma de mi pegaso era mía, corrijo todo de el es mío.

Si así es traje el alma de mi amado al Inframundo.

Y nada mas importaba.

Porque. 




















Alma y Rey del Inframundo siempre estarán juntos











Fin.

[HΔժҽS × SҽIվɑ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora