❝ Yo solo quiero ayudarte ... Quiero ayudarte a que no sientas miedo por que alguien te toca , no todos tenemos la intención de lastimar a la gente. ❞
❱ Terminada
❱ Historia corta
❱ Es mi primera historia, no es lo mejor
❱ TW: Abuso Sexual, Trastorn...
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A través de los ojos de Hye se veían reflejados el dolor por el que estaba pasando pero a pesar de esto, el padre seguía abusando de ella. A pesar de sus súplicas y miles de lágrimas que salían de sus ojos, no pensaba en el daño psicológico que le estaba haciendo a su hija.
El hombre satisfecho, comenzó a vestirse mientras que Hye lloraba en su cama , a penas había comenzado el día y ya habían abusado otra vez de ella.
— Tienes que ir a clases, vístete - su padre la miró con cierta diversión - Un año y todavía no te acostumbras.
— Te odio - murmuró con tristeza, no entendía como el hombre que la trataba como una princesa y la protegía de cualquier mal, ahora era su peor pesadilla.
— Crees que me importa - soltó una carcajada - Prepárate si no quieres llegar tarde.
Cuando su padre salió del cuarto ella corrió al baño, y entró rápidamente a la ducha. Pasó varias veces la esponja sobre su cuerpo, se sentía sucia, había permitido que tocaran su cuerpo sin su consentimiento, sentía las manos de su padre tocando su cuerpo.
Tras terminar de ducharse fue a ponerse el uniforme del instituto. Se colocó la falda de tal manera que no se viera tan corta, su padre le dijo que era su culpa, por vestir como una zorra, mostrando todo su cuerpo, no quería que alguien del instituto le hiciera lo mismo.
Saltarse el desayuno ya se había vuelto costumbre. Estar sentada en la mesa con sus violadores, prefería pasar hambre a pasar más tiempo con ellos. Respiro hondo cuando salió de su casa, se sentía mejor sabiendo que tenía lejos a su padre, pero la calle era igual de peligrosa que su propia casa, no estaba segura en ningún lugar,
— Hye - su hermano mayor la esperaba en su coche. Hye forzó una sonrisa en forma de saludo y corrió hacia él - ¿Cómo te encuentras?.
— Bien - mentir sobre su estado de ánimo se había vuelto tan normal para ella, no podía hablar sobre el infierno que estaba viviendo desde hace un año.
— ¿Has llorado? Tus ojos están rojos.
— No es nada, solo me cayo un poco de champú en el ojo.
Doyoung, su hermano, asintió ante la respuesta de su hermana y ambos entraron al coche, él la llevaría a su nuevo instituto.
