Dynasty

Cementerio

Esa me levanté pronto, me duche y me vestí con unos pantalones con unos pantalones cortos vaqueros, una camiseta gris clarito y una chaqueta de cuero sin adornos con las mangas remangadas, me puse un poco de sombra de ojos y me dejé el pelo suelto.
Fui a desayunar al salón y fue entonces cuando reparé en un pequeño mando con solo dos botones, al lado había un pos-it que ponía :
"este mando es para oscurecer el ventanal"
Le dí a ON y observé como automáticamente toda la cristalera se oscureció, una personal normal no habría podido ver nada, pero yo casi no noté la diferencia.
Me dirigí al instituto, más concretamente a secretaría, la secretaría era muy maja, ya solo quedaba que eligiera un par de asignaturas y ya me daría los libros, cuando entraron dos chicos por la puerta, eran gemelos, pero no fue hasta que se colocaron a mi lado que lo olí. Eran hombres lobo.
-Cam, tienes que escojer alguna de ellas y enseguida te podrás ir - dijo la secretaria
-Si, claro -
Escogí pintura, latín y química.
Me dieron mis libros y me fui cuanto antes.
Iba de vuelta a mi apartamento cuando se me ocurrió una cosa, pero no sabía cómo llegar, pare frente a un edificio, una clínica veterinaria, allí había un chico de piel morena, cabello negro y ojos marrones parado al lado de su moto. Baje la ventanilla.
-Hola - dije lo suficientemente alto como para que me oyera
Se giró - Hola ¿te puedo ayudar en algo? - preguntó
-Pues la verdad es que sí, ¿por donde se va al cementerio? -
El chico amablemente me indicó el camino y no tarde más de quince minutos en llegar, era un cementerio casi totalmente rodeado por árboles, las puertas estaban abiertas, mire una de las tumbas más cercanas a la puerta, en ella se podía leer :
Claudia Stilinski
Amada esposa y madre
Seguí con mi camino y a solo unas cuantas tumbas de distancia de la primera que leí encontré lo que vine buscando.
Estaban una al lado de la otra, la primera era la de Katherine y justo al lado estaba la de mi madre, me acerqué a esta última y me agaché hasta estar de cuclillas.
-Madre, se que la última vez que nos vimos no fue precisamente agradable y también sé con total certeza que si papá te hubiera contado la verdad me habrías matado tú misma. Pero aunque sea de ésta manera quisiera disculparme por todo lo que dije e hice y que supieras de alguna forma que te quise y que he vuelto para proteger a Allison y a papá -
Me levanté, miré las tumbas una última vez y salí del cementerio, me monté en el coche y me dirigí finalmente al apartamento.

Estaba en mi cuarto cuando de repente irrumpió mi madre en el.
-Camille empieza a hacer las maletas - dijo mientras sacaba una de ellas de un armario.
Yo me levanté de un salto de la cama y me acerqué a ella, enfadada y contrariada.
-¡¿Qué?!  ¡¿Porqué?! -
-Porque ya es hora de que nos mudemos y dejes a ese chico -
-¡¿En serio es por eso?!  ¡No nos podrás separar! -
Ella soltó una risa seca, tiró la maleta sobre mi cama y empezó a meter ropa en ella
-Esta decidido así que haz lo que te mando y comportate -
-¡Te odio! ¡Ojalá estuvieses muerta! ¡Así por lo menos podría vivir! -
Ella se giró y me dio una ostia tirándome a la cama, y fue entonces cuando mi padre apareció por la puerta.
-¡Victoria! Eso no era necesario -
Se acercó a mí y me ayudó a levantarme, salimos de la habitación y cerró la puerta.
-Tenemos una misión junto a Ian y otro calavera -
Sé fue y yo me diriji a la habitación de Allison, la cual estaba en casa de una amiga estudiando, abrí su armario y su arco y carcaj, pues el mío se había roto. Le escribí una nota diciéndole que se lo había cojido para practicar y coji las flechas de la armería. Después papá y yo salimos de casa y nos dirijimos al sitio acordado.

Las sirenas de un coche de policía me sacan de mis recuerdos, me paro a un lado de la carretera, el policía se acerca a mi ventanilla y yo la bajo para poder hablar con él.
-Disculpe señorita pero, ¿Se ha dado cuenta de que iba a 180 por un tramo al que debería ir a 90?-
-No, lo siento mucho - paro para mirar su placa - Sheriff Stilinski, no me di cuenta -
Una lágrima traicionera se escurre por mi mejilla.
-Acabo de salir del cementerio, iba un poco más atrás que usted señorita, supongo que será la primera vez que visita esa tumba ¿me equivoco? - Niego con la cabeza - Bien, por esta vez lo dejaré pasar - Sonríe - Tenga buena tarde - dice, se va al coche y me adelanta.
Arranco el coche y yo también me voy del lugar.
Stilinski. Mismo apellido que la tumba que vi, supongo que sería su mujer.

Decido salir un poco a correr, paro en mi apartamento para cambiarme de ropa. Me pongo un top deportivo y unos shorts deportivos, ambos negros, unas playeras del mismo color y me hago una trenza.
Aparco el coche en un sendero del bosque, y después de ponerme los cascos empiezo a correr, en diez minutos ya estoy en la otra punta del bosque, disminuyo mi paso hasta que corro a la misma velocidad que un humano.
Iba tranquila, obsorta en mis pensamientos cuando alguien me tira al suelo.
Estamos en el suelo, me quito los cascos y me permito observar al hombre que está encima de mí.
Tiene los ojos verdes, el pelo negro y barba de un par de días, y por lo que puedo observar desde abajo muy buenos músculos.
Pero, no me doy cuenta solo de eso, al respirar puedo oler su esencia, es un hombre lobo.
Me da un escalofrío y entonces el reacciona.
-Lo siento mucho -
Sé levanta y me ofrece su mano para ayudarme a levantarme, obviamente acepto.
-Lo siento, no quería hacerte daño pero estabas a punto de pisar un cepo -
Señala el cepo, el cuál se había activado.
-Gracias, iba con los cascos y no me he dado cuenta. Por cierto, me llamo Camille -
-Yo Derek -
Abre la boca para seguir hablando, pero es interrumpido por el sonido de su teléfono.
Mira quién le llama, pero no lo coje.
-Lo siento mucho Cam, pero tengo que irme ya -
-Vale -
Se gira y empieza a alejarse, pero se vuelve y dice
-Un placer conocerte - Sonríe y continúa alejándose.
Después de eso vuelvo sobre mis pasos, me monto en el coche y regreso al apartamento.

Al día siguiente me envían un mensaje avisándome de que a las dos llegarían mis cajas con mis cosas y que me las traerían al apartamento.
Por la mañana voy al supermercado para comprar algunas cosas que todavía me faltan.
La mayoría de las cosas ya las tengo, me faltan los cereales, me planto en frente de las repisas en las que están expuestos, pero como supuse no están los que yo tomaba en Australia, por lo que no se cuales escojer.
-Yo le recomiendo estos - Dice apareciendo de repente el Sheriff, coje unos muy coloridos - Son los que le gustan a mi hijo, Stiles. Bueno, ¿qué tal te va?  Espera, el otro día ni siquiera me dijiste tú nombre - Dice cayendo en ese pequeño pero importante hecho. Los dos reímos un poco.
-Me llama Camille Anderson, y me va bien -
-Me alegro Cami, bueno si me disculpas debo ir ya a comisaría. Me ha gustado verte - Dice para después irse.
A las dos y cuarto, poco después de que termine de comer llaman a mi puerta.
Un chico me entrega los paquetes y se va.
Llevo las dos cajas con armas a la habitación mediana que todavía está vacía, he decidido que esta será la armería del piso.
Llevo el resto de cajas a mi cuarto y coloco las cosas.
Para después dirijirme a la armería, he encargado algunos armarios metálicos que dejan ver lo que hay dentro, pero vendrán a finales de semana.
Me siento en el suelo y me acerco a la caja más larga, la abro y saco el arco. Durante todos estos años, aunque parezcan pocos para mi han parecido siglos, esto es lo único que he tenido de mi melliza.