Dynasty

Red

Camille sale del loft, Cora entra y se va a su cuarto con un portazo, los ojos se me llenan de lágrimas pero me niego a que salgan.
-Bueno sobrino, supongo que me debes al menos un gracias ¿No? - Dice Peter entrando - Nos he librado de una buena, lo cierto es que yo siempre supe que era una víbora pero te perdono por no hacerme caso, al fin y al cabo te sedujo con sus... Atributos, seguro que en eso sí que era buena - No lo soporto más y le rujo convirtiendome del todo
-¡Fuera! - Grito
Peter me mira durante unos segundos, recoge su paraguas y se va, entonces dejo caer todas las lágrimas que he estado conteniendo, caigo al suelo de rodilla. Cora baja a los pocos minutos.
-¿Qué ha pasado? - Pregunta
-Nada, vuelve a tu cuarto - Digo serio

-¡Vete! - Grito
Veo las lágrimas correr por su bella cara llenándolo de rimel, el corazón se me parte en dos cuando la veo salir por el portón pero no la sigo.
-¡Aaaaa! - Grito a mitad de la noche
Cora baja corriendo.
-¿Qué pasa? ¿Nos atacan? -
-No, sigue durmiendo -
Me mira sin entender pero me hace caso.
Intento seguir durmiendo pero solo repito lo que ha pasado antes, cada vez más doloroso, Cora al final deja de bajar. Cuando se levanta yo hago el esfuerzo de imitarla.
-Cora - La llamo, me mira - Necesito estar solo un tiempo -
Asiente.
-Lo entiendo -
Poco más tarde se va al instituto y yo me acurruco entre las mantas, llorando y gritando.
Por la tarde Cora no vuelve.

A la mañana siguiente me despierto casi sin voz, me he pasado la noche gritando.
Me siento en la cama sin poder conciliar el sueño por culpa de la luz que entra por el ventanal.
Entonces observo la mesa y a mi mente viene el recuerdo de ella y Cora haciendo los deberes mientras yo las miro desde el sofá, impaciente por que terminen y tenerla toda para mi.
-¡Aaaa! - Grito, me levanto y tiro la mesa al suelo, caigo de rodillas y me abrazo a mi mismo temiendo que este dolor en mi pecho pueda acabar conmigo.

El tercer y el cuarto día tiré tiré todo lo que me recordaba a ella al suelo, lo que acabó siendo casi todo el loft. Además de eso se me hacía imposible sacarla de mi mente lo que siempre acababa en lo mismo, retorcerme entre gritos de dolor en el suelo, el solo hecho de recordarla hacía que crecuese el dolor.
Lo peor de todo, encontré una camiseta que se había dejado aquí y no pude apartarme de ella.
Me estoy volviendo loco, lo sé.

El cuarto día parece que vivo dentro de ese recuerdo, la imagen de ella llorando mientras yo le grito sin piedad ninguna por sus sentimientos, solo hace que este agujero enorme en mi pecho crezca más.

El quinto día por la tarde se abre el portón y entra Isaac.
-¡Derek! - Grita
Me pongo frente a él.
-¡Vete! - Grito
-¡No! No hasta que me expliques por qué has sido un cretino con Camille - Dice serio
-Ugh - Me quejo, conteniendo el dolor que me produce oír su nombre - Ya te dije una vez que te largaras ¿Es que no aprendes? -
-¿Por qué lo hicistes? -
-¡Que te largues! - Avanzo hacia él y lo echo por la puerta, sin importarme si se cae por las escaleras o no

Sexto día, gritos y dolor. Mucho dolor.

El séptimo día sentí el dolor más agudo, más grande, más horrible que he sentido nunca, que jamás llegué a pensar que sentiría y sabía que me lo merecía, al fin y al cabo era el precio a pagar porque un pobre diablo como yo hiciese llorar a un ángel como ella.
Pasado el medio día las pocas fuerzas que quedaban en mi cuerpo se fueron y me dio igual.

El octavo día me desperté con una sola clara idea en mi mente, que parase el dolor sin importarme el cómo u el por qué aunque eso significase mi propia muerte.
El dolor es insoportable.

El noveno día la puerta se abrió de nuevo. Esta vez no sólo es Isaac, también Allison. Ni siquiera intento levantarme.
-Veo que no te quedó claro el otro día cuando casi te tiro por las escaleras - Digo haciendo el esfuerzo de hablar, solo con la esperanza de que se vayan y me dejen morir lentamente con mi dolor como única compañía
Miran el desastre que es el loft y luego me miran a mí.
-Créeme no estaría aquí si no fuese algo importante - Dice Allison con la ira hacia mi brillando en sus ojos - Camille ha desaparecido -
La energía vuelve de forma instantánea a mi cuerpo al oírla decir eso y un sentimiento de urgencia me presiona el pecho al pensar que algo malo podría pasarle.
-Yo sé cómo podemos entrar - Digo, me levanto y salgo corriendo del loft sin importarme si me siguen o no

Me agacho y saco la llave de repuesto del hueco en el marco de la puerta.
-¿Cómo lo sabias? - Pregunta Allison
-La vi sacarla una vez, Cora tenía la suya ese día - Digo rápido
Entro y corro por el pasillo.
-¡Camille! - Grito pero no hay respuesta ni latido, entro en la habitación no parece que nada haya cambiado salvo porque la cama está totalmente deshecha entonces veo un sobre en la mesilla, lo cojo entre mis manos, entonces oigo llegar a Allison e Isaac.
No lo aguanto más este lugar, está ciudad está llena de recuerdos de Derek y no lo puedo soportar. Me voy, no me busquéis.
Att:Camille Argent.
Allison coge la carta de mis manos y la lee con rapidez.
-No es de ella - Digo
-Es verdad, no la ha escrito ella no es su letra - Dice Isaac
-No siquiera podía pronunciar tu nombre, mucho menos escribirlo sin ponerse a gritar de dolor y llorar y aquí no hay ni rastro de lágrimas - Dice Allison, la ira brilla en sus ojos cuando levanta la mirada del papel
Solo deseo hundirme en el dolor por hacerla sufrir pero entonces recuerdo que esa carta es la prueba de que no se ha ido por propia voluntad, alguien se la ha llevado y cada músculo de mi cuerpo se tensa de ira.
-Tenemos que ir a por ella - Digo
En ese momento a Allison y a Isaac les suena el teléfono, Allison mira el suyo.
-Han encontrado a Stiles - Dice

Estamos en casa de Scott, Stiles está sentado en el sofá mientras Melissa lo ausculta, el Sheriff está a su lado.
-Tiene un poco de desnutrición, falta de sueño y un par de moratones pero nada que no se arregle quedándose en casa a descansar y comer - Dice Melissa
-¿Viste a Camille cuando te tuvieron ayer allí? - Pregunto
-No, solo me destapaban los ojos para pegarme - Dice
-¿Se han llegado a Camille? -Me pregunta
Asiento.
Suena el timbre de la puerta, Scott va a abrir, vuelve con una inconsciente Nasha entre sus brazos.

Subo hasta el cuarto de Scott, sigue sentado en el sillón esperando a que Nasha despierte. Puede que sea la única que sepa dónde está Camille, me desespera cada maldito segundo en que Nasha sigue durmiendo tranquilamente mientras quién sabe qué le estén haciendo a Cam.
-Derek - Me llama Isaac - Puede que Argent sepa dónde está Cam -
Me giro y me voy de la habitación.
-Cuando despierte dínoslo - Oigo que le dice Isaac a Scott

-Un tío me debía un gran favor y he conseguido la ubicación - Dice Argent
-¿Dónde está? - Pregunto desesperado
-En una casa a las afueras del pueblo, al menos esa es su base de operaciones -
-¿Entonces a qué estamos esperando? -
-Esperaremos hasta la noche, será más seguro atacar entoces -
-¡Quién sabe cuántas cosas le harán hasta entonces! - Grito
-¡¿Crees que a mi no me preocupa eso?! ¡Soy su padre! ¿En serio no crees que estoy volviéndome loco pensando que en cualquier momento podría llamarme para decirme que han encontrado otro cuerpo, el suyo? -
Me agarro al escritorio, la imagen de su cuerpo sin vida tendido en el bosque me hace querer gritar de dolor.
-Es mi culpa - Susurro
-En eso estamos de acuerdo - Dice Allison - Todo esto es tu culpa y como le hayan hecho daño te mataré yo misma  es más hace tiempo que debí hacerlo, pero ella me paró siempre -
-Si su corazón deja de latir puedes hacer que el mío pare - La vida no tiene sentido sin ella, no para mí

Cuando cae la noche nos apostamos tras la vaya. Cuando Argent hace la señal acordada nos metemos dentro de la gran casa, Allison e Isaac van al piso de arriba, Argent y yo nos quedamos en esta planta.
Nos calocamos cada uno a un lado de la única puerta de la que sale un poco de luz.
-Tres, dos, uno - Susurra Chris antes de abrir la puerta
Me transformo a la vez que arriba se empiezan a oír los tiros, en cuestión de minutos dejamos inconscientes a las personas que había en la habitación, doce en total. Oigo una especie de corriente venir de uno de los laterales de la habitación, palpo la pared intentando encontrar el origen de la corriente.
-¡Hay una puerta aquí! - Grito al encontrar la puerta camuflada entre las maderas de la pared