Toxic «Yoonmin»

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Consideraba a Jimin el chico más lindo, tierno y esponjosito que puede haber en el mundo, pero viendolo más de cerca y conviviendo con el puedes llegar a conocer ese lado explosivo y amargado del menor.

Fuimos novios cinco años y fue entonces que decidi traer al menor a vivir conmigo, entonces convivir con el se hizo algo complicado. Si, Jimin era celoso, imposible y un total niño mimado, no le di mucha importancia en ese entonces, lo amaba y lo amo mucho. Pero habian días en que simplemente me cansaba a tal punto de no aguantarmelo.

—Maldito ¿Como te atreves a hacer sufrir a mi pequeño así ?

Él padre de Jimin habia llamado a mi puerta a primera hora del dia mientras me regañaba y ocultaba a su mimado niño detras de su espalda.

—Señor Park, Jimin es algo... Dramático, por favor, deje que nosotros lo solucionemos.

—Dejas a mi pequeño cinco dias abandonado en nuestra casa y ahora hablas como si nada —El señor tomó a su hijo de las mejillas y me señaló sus ojitos llorosos — mira nada más sus ojeras.

—Si, lo lamento, no volverá a ocurrir.

—No te creo nada.

Dejó pasar a Jimin, quien cargaba un bolso y se mantenía cabizbajo luciendo como la víctima mientras que él señor Park tenia varias cosas más que decirme antes de marcharse.

—Min Yoongi, deja de comportarte como un estupido y cuida bien a mi pequeño.

—Así será señor Park, hasta luego.

Prácticamente le cerré la puerta en la cara, pero no iba a aguantarme más su actitud ¡Y en mi propia casa!

Suspire y con todo él mal humor del mundo fui hasta nuestra habitación, dónde estaba mi pareja desempacando lo poco que se habia llevado a casa de sus padres.

—Park Jimin.

—¿Si amor? —Un tono dulce se instaló en su voz, se volteó a verme y batió sus pestañas coquetamente.

—¿Por qué mierda le llenas la cabeza a tu padre de basura sobre mi?

—No le he dicho nada, el se ha dado cuenta.

—¿se ha dado centa? —solté una risa cansada y que reflejaba mi molestia— ¿Cuenta de que? ¿Tu eres un angel o algo así? ¿Por qué siempre termino yo siendo el malo?

—Yoongiiii —Alagó mi nombre con un puchero en sus labios y con cautela empezó a caminar hacia mi— No peleemos más ¿Si? Papá es un paranoico.

Con sus pequeñas manos empezó a acariciar mi pecho para luego empujarme a la cama y sentarse sobre mis piernas.

—Park Jimin...

—Han sido cinco largos dias sin ti, deja el mal humor y en vez de discutir solo...

Me besó y no me negué.

Park Jimin siempre se sale con la suya.