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Sus sonrisas eran maravillas que no cualquiera sabría apreciar.

Su voz perfecta era algo que no podría olvidar.

Y sus ojos amielados eran gemas que brillaban sin cesar.

Saiki ya no sabía que pensar cuando Najimi avisó que tenía que ir a otro país a visitar a su tía.

Rodó por su cama, deshaciendo el arreglo perfecto que tenía esta.

Hace una semana, su amiga se ausentó a clases por irse de emergencia, y a pesar de que hacían llamadas seguido para él explicarle las tareas y escuchar sobre su día, sentía que no era suficiente.

Su madre entró diciéndole que era tarde para ir a la escuela, él gruñó en respuesta y escondió su rostro entre su almohada.

Saiki:
_Hoy no voy a ir..._

Lo único que ahora se escuchaba era a sus padres en su puerta especulando razones para que no quisiera irse, llegando desde desamores hasta a bullying o algún tipo de acoso.

La realidad, era que odiaba no tener a alguien con quien almorzar y hablar sobre dulces en los descansos.

Ese día, no se levantó de su cama, ni tampoco se molestó cuando su padre se comió su preciada gelatina de café.

_¡Hola señora Saiki!, ¿está Kusuo en casa?_

Suficiente con la depresión.

Se levantó de su cama, y aún con su pijama puesto salio de su habitación, bajando las escaleras rápidamente, encontrándose con una pelirroja de cabello largo atado en dos tiernas coletas, con una bolsa de papel decorado una estampa de un gato gruñón.

_ ____-chan No sé ha levantado desde la mañana... ¿Sabes si le pasa algo?_

Tomó a su madre por los hombros y ella le miro sorprendida, le pidió mentalmente que lo deje un momento con su amiga, y esta se fue sin problemas.

_Parece que estuviste preocupando a tus padres, ¿sucede algo?_

Saiki solo abrió sus brazos, a medida que abría y cerraba sus puños, a lo que la chica solo rió de manera dulce y rodeó su cintura con sus brazos, teniendo cuidado con su bolsa de regalo.

_No hagas eso de nuevo, o no te haré gelatina de café nunca más_

Él solo sonrió algo alegre, importandole poco que su madre esté llorando a cántaros mientras tomaba fotos a escondidas junto a su padre que estaba en su misma situación.

Fue un día largo.

Pero se recompensó con un pequeño obsequio y mucha gelatina de café.








Al día siguiente, fue a la escuela normalmente, siendo rodeado y cuestionado por el grupo que por alguna extraña razón se le apegó en la semana que ____ faltó.

Teruhashi, Kaido, Nendo y Hairo.

Personas extrañas y escandalosas que odiaba tener cerca, pero por más que intentó alejarse, no se iban.

____ apenas los vio dijo que está bien tenerlos como amigos para pasar el rato, pero estaba bien con solo ella y su amada gelatina.

Ella se volvió bastante popular también, no era de sorprenderme, era bonita y amable, aunque si la conocías bien como él, podrías ver y saber todo lo que piensa.

Aunque suele no pensar mucho las cosas naturalmente.

Suspiró algo cansado al no poder inventar una escusa para su depresión momentánea, pero sino alivio al escuchar el timbre comenzando las clases, por lo que al menos, por ese momento, estaba en paz hasta la tan ansiada hora del almuerzo.

Podía escuchar a ____ pensando en la música pegadiza de los comerciales retumbando en su mente a cada rato, pero por un momento, un pensamiento fugaz hacía una chica invadió y nubló sus divagaciones.

Quién diría que una chica tan simple podría ser un posible rival en el amor.

(Ayano Aishi...)

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2020 ⏰

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