Última parte.

329 20 8
                                    

Cuaderno de Harry Styles.

Nacido el 1 de febrero de 1968.

Soldado de infantería del ejército inglés.

Escuadrón 32.

Siento mucho no haber podido escribir en tanto tiempo pero no me encontraba preparado psicológicamente para hacerlo. Han sido unos días duros. Muy duros. 

Cuando pasamos la frontera, __ parecía que se iba debilitando aunque parecía que solo lo notába yo porque su padre siempre le decía que nunca había encontrado a una soldado tan valiente como ella. No lo decía orgulloso, sino enfadado con ella. 

Dormíamos todas las noches juntos y nos abrazabamos. Nunca le dije que leí su última nota, donde explicaba lo que sentía por mí. La dije que la quemé por equivocación. No quería declararme en pleno estado de guerra pero tampoco quería rechazarla -eso era lo último que quería en ese momento-. Así que ella, al pensar que yo no sabía nada, se comportó de la misma forma que siempre y eso lo hizo muchísimo más fácil. Hasta que fui llamado para hablar con el general Smith. Sentí pánico. Solo hay dos motivos por los que un soldado es llevado ante un general. Uno: ha hecho algo catastrófico. Dos: ha hecho algo magnífico. Y yo no había hecho nada.

Cuando entré en su tienda de campaña me di cuenta de que estaba observando una fotografía. 

-Soldado Styles, sientese- dijo cuando se percató de mi presencia.

Vi una silla de madera junto a una mesa. Obedecí y esperé impacientemente a que el general hablase.

-Me he dado cuenta de que usted se lleva muy bien con la soldado Smith.

-Si, General.

-¿Sabe usted que la señorita Smith es mi hija?

-Si, General.

-Por favor, estamos en una reunión privada. No me trate por mi cargo, llameme Robert. 

-Como quiera.

Le miré aún atentamente.

-Styles, esta guerra es una sangría y ___ está en ella.

-Lo sé.

-Quiero lo mejor para ella. He hablado con su madre y ambos estamos de acuerdo en una cosa.

-¿Qué cosa? Si se puede saber.

-He hablado con alguno colegas de profesión. He conseguido que venga mañana a las doce de la mañana un avión a llevarse a mi hija. 

Suspiré de alivio. ___ iba a estar a salvo. ___ se iba a ir a casa.

-Le pido como favor personal que prepare su bolsa. Ella no debe enterarse de la verdad. Si supiera que vuelve a casa no montaría en el avión. 

-¿Quiere que mienta a su hija?

-Quiero que siga viva. 

Me mordí el labio. Aunque no estaba de acuerdo con mentirla, si lo estaba con lo de mantenerla a salvo.

Por la noche, mientras todos dormían me levante y en una de las bolsas metí la poca ropa que ___ tenIa junto a su cuaderno. También escribí una carta con las últimas hojas de mi cuaderno para que, cuando llegase a casa, supiese que sus sentimientos eran correspondidos a los suyos.

-Vamos, ___- dije a las once de la mañana-. Tu padre nos ha mandado ir a por unas cosas al pueblo. 

-No menciones la palabra "padre" aquí. Es el General Smith.

Me reí mientras que agarraba su bolsa y la ponía en el maletero del Jeep. Su padre vino.

-¿Vais ya al pueblo?- preguntó.

-Si- contesté-. Debemos de partir ya. No queremos llegar tarde a la misión que se nos ha mandado.

-¿Que cosas debemos recoger?- preguntó ___.

-Son unas cosas de alto secreto- mintió el General-. Montad ya en el coche. No quiero que lleguéis tarde.

-Está bien- dijo su hija de forma seria.

Nos montamos en el coche con rapidez para poder irnos pero lo que nadie se esperaba lo que estaba a punto de pasar. Uno de los soldados que estaban montando guardia se cayó al suelo tras oírse un disparo.

-¡Nos atacan!- gritó otro. 

En unos segundos el campamento estaba armado hasta los dientes y se veían correr a los soldados hasta las trincheras que se habían cavado por la noche.

-¿Qué ocurre?- preguntó ___.

-¡Arranca el Jeep, Styles!- gritó el General antes de ir corriendo a su tienda.

Puse la llave en el contacto y lo arranqué pero antes de poder iniciar la marcha ___ ya se había bajado y se había escondido tras unas cajas con un arma.

-¡___!- grité- ¡Tenemos que irnos!

-¡No podemos irnos ahora! ¡Estamos en pleno ataque! ¡Nos necesitan aquí!

-¡___!- grité de nuevo.

Ella hizo que no me escuchó ya que se levantó y corrió hasta las trincheras para poder disparar a un hombre que estaba a unos veinte metros del campamento. Yo salí del coche y conseguí un arma. Si ___ no quería montarse en el coche tendría que protegerla en el campo de batalla. 

Se oían disparos y gritos de soldados que habían recibido balas. Era difícil moverse por el campamento. Había muchos cuerpos sobre la arena. ___ y yo estábamos tras un coche. La intenté coger de la mano para llevármela al avion pero ella se negaba. Hubo una vez que se levantó y fue detrás de una tienda. Yo intenté seguirla pero, cuando estuve en pie, una bala entró por mi muslo haciendo que cayese al suelo. Intenté levantarme para seguirla, quería ir junto a ella, cogerla, meterla en el coche y montarla en el puto avión que estaría esperándonos a veinte kilómetros de allí. Pero yo estaba en el suelo, con la mano en la herida de mi pierna. Le vi esconderse tras uno de los pocos árboles de la zona y disparar varias veces hasta que gritó. Se llevó la mano al pecho intentando parar la sangre que salía. Me levanté y fui corriendo cojeando hasta allí. Era demasiado tarde.

Hace dos semanas fue la última vez que la vi. Iba vestida con un uniforme militar de gala. Su pelo estaba suelto haciendo que su cara pareciese más juvenil. Pero estaba en una caja de madera de roble alcolchada. Los médicos no habían podido hacer nada. Falleció diez minutos después de haber entrado en la tienda de los médico militares, como la gran mayoría de los soldados heridos. 

-Estamos aquí para agradecer a todos los soldados que dieron su vida en la batalla por su país. Fueron unos soldados valientes- dijo el sacerdote con una sonrisa.

El General Smith y su mujer estaban a mi lado con una gran tristeza, 

-Nunca encontraremos a unos soldados como los que venimos hoy a despedir.

Tras el sermón de la eucaristía, me fui a mi piso en Londres y lloré. Había perdido a ___ cuando debería haberla salvado. Ella me amaba. Yo la amaba. Pero ella nunca lo supo. Murió antes de poder leer mi carta.

Escuadrón {Harry Styles y Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora