Incidente

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Pasaron unas semana y la herida de Shesshomaru casi había desaparecido,  hacia unos días decidí ofrecerle algo de comida, pero él no la aceptó.

Una semana más tarde, mientras caminaba por el bosque un monstruo cienpiés me atacó y me dejó gravemente herida, así que ese día no pude ir a atender a Shesshomaru.

Pasaron tres días y seguía tendida en el frío suelo.
Oí unas ramas romperse.

-O no, otro monstruo.- Pensé, y cerré los ojos fuertemente, no queria morir.
- ¿Estás bien?
Esa voz me era familiar.

- ¡Sr. Shesshomaru!
Me cogió en brazos y me llevo a mí cabaña, allí me vendo las heridas.
-Sr. Shesshomaru, es muy amable por su parte, pero no hace falta que se manche las manos, la herida ya ser curara sola.
-Las heridas de los humanos no se curan solas. ¿Quien te hizo esto?
- Un monstruo cienpiés que me pillo desprevenida.

CONTINUARÁ...

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