Entre mejores amigas

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Después de mi encuentro con Nathan fui a casa de Kelsey para contarle todos los detalles de lo sucedido; ella parecía muy emocionada por el hecho de que ahora el príncipe y yo éramos “amigos”

—   ¿Crees que ahora que eres su consejera real nos invitarán a las fiestas del palacio? — había preguntado mi amiga.

—   ¿Consejera real? Por Dios Kels, ¡que cosas dices! No soy su consejera real ni nada por el estilo, de hecho sólo dije lo de los consejos de amor porque nunca creí que se lo tomaría tan enserio. — proseguí — Además, no creo que siquiera vaya a presentarse mañana; lo más seguro es que lo olvide.

—   Eres una aguafiestas, Rosallie, ya te estás pareciendo a Jay. — puse los ojos en blanco. —Al menos sí piensas ir a su cita ¿cierto? —

—   ¡¿Qué cita?! , tú sí que imaginas cosas. —

—   Oh vamos, Rose. ¡tienes que ir! , uno no se hace amigo de alguien de la realeza todos lo días, es algo único. —

—   Sí, pero no quiero involucrarme en asuntos Reales, no quiero perjudicarme, o perjudicar a mi familia si algo sale mal. —

—   Tampoco te pongas así— soltó una carcajada — No es que vayas a iniciar una guerra o algo; el chico solamente quiere que lo ayudes a conquistar chicas. — continuó— Además, no creo que vayas a ayudar mucho, a él de por sí las chicas le caen a sus pies sin necesidad de decir una palabra. —

—   ¿Tan lindo crees que es? —

—   ¿Siquiera lo has visto? Sí, es muy guapo; no es mi tipo, pero en definitiva el chico tiene lo suyo. — En eso tenía razón, la mayoría de las chicas del pueblo morían por él; de hecho muchas aseguraban ser La futura Reina de Hellidia; aunque en mi opinión eso era pura fantasía, ya que el Rey Harry y la Reina Karen jamás permitirían que su único hijo varón se casara con cualquier chica.

—   De acuerdo, tienes razón, eso no pasa todos los días; además, Nathan es muy agradable. —  Kelsey sonrió satisfecha.

—   ¡Yo me encargo del maquillaje!  Ven, vamos a tu armario para decidir que ropa usarás. —

—   No, espera, ¿maquillaje? —

—   Sí, tontita; y también te ayudaré a peinar esos rulos. —

—   No te preocupes por esas cosas, no es que quiera impresionar a Nathan o algo por el estilo, solamente intentaré ser su amiga. —

—   ¿Por qué no? , ¡A lo mejor y se enamora de ti! —

—   Estás leyendo muchas novelas, Kels. Eso no pasará jamás. —

—   Probablemente tengas razón, pero igual, deberías darle una oportunidad al amor; enamorarse no es tan malo ¿sabes? —

—   ¿Qué acaso no fuiste tú la que juraste no volver a enamorarte de nuevo? , ¿hace como qué? ¿un mes? — Abrió la boca con aire ofendido.

—   Sí, pero eso fue diferente. — se defendió mientras se hacía un moño en su rubio cabello. — Me dejé llevar con lo de Jeremy. En fin, ya lo superé y dejaré que el amor toque mi puerta, lo mismo que deberías hacer tú — dijo señalándome con el cepillo.

—   ¿ por qué? Si la última vez que tuve novio, él prefería jugar football a estar conmigo. —

—   ¿Hablas de Derek? — soltó una carcajada — Rose, ¡eso fue en octavo grado! , los chicos son diferentes ahora; es más, escuché de muy buena fuente que Derek ya le pidió matrimonio a su actual novia. —

—   ¿matrimonio? ¡pero si no ha de tener más de 19 años! —

—   ¡Ves! , los chicos cambian. —

—   Bueno, en eso tienes un punto. Pero Nathan es un príncipe y muy pronto será rey. —

—   ¿y? —

—   Y…, él tiene muchísimas pretendientes, algunas incluso son princesas del extranjero; ¿qué posibilidades tengo  yo? si sólo se bailar y montar a caballo. — Kelsey me miró furiosa.

—   Está bien, como quieras. Pero en mi opinión, tú no necesitas ser princesa para que alguien, incluso un príncipe, se fije en ti. —

—   Kels… — no respondió. — Gracias, en serio aprecio lo que intentas hacer pero ahora no estoy buscando enamorarme. — por fin se dignó a mirarme — Olvidemos todo esto ¿sí? Mejor cuéntame cómo te fue en tu cita con Alec. —

—   ES lindo… pero lo que tiene de bíceps le falta de cerebro. — No  pude evitar reírme.

—   ¿Tanto así? No me digas que te dejó plantada. —

—   No, fue peor. Coqueteaba con quien le pasara enfrente;  no llevaba suficiente dinero para el postre, por lo cual yo tuve que pagar por mi helado. ¿y sabes qué fue lo peor? , Ni siquiera me fue a dejar a casa porque dijo que en una hora tenía otra cita en ese mismo lugar—

—   Vaya… viéndolo así el chico con el que saliste la semana pasada parece todo un caballero, ya sabes, el que colecciona cabello de animales. —

—   Tengo mala suerte en el amor, los chicos con los que salgo siempre resultan ser unos imbéciles. —

—   ¿No crees que  deberías salir con alguien un poco más grande que tú? —

—   Pero los chicos con los que he salido siempre han sido más grandes; excepto Ryan, el de décimo grado, quien por cierto sólo tenía tiempo para jugar con su gato. — soltó un largo  suspiro.

—   Sí, pero yo me refiero a alguien no sólo mayor que tú, alguien más maduro; ¿Un universitario tal vez? — mi amiga sonrió ante esta idea

—   ¡Un universitario! , cómo no se me ocurrió antes. O mejor aún, ¡un caballero real! , ¿te imaginas? —

Mientras Kelsey fantaseaba sobre su futuro novio, yo me preguntaba qué era eso que Nathan me iba a decir mañana. Nathan, ahora se sentía tan natural llamarlo por su nombre.

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⏰ Última actualización: Nov 24, 2014 ⏰

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