Capítulo 1

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- Muy bien alumnos es todo por hoy, recuerden que como tarea tienen que indagar por qué razón Laura Oliver escribió que el amor es una enfermedad, deben hacer una carilla completa junto con su análisis y opinión al respecto

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- Muy bien alumnos es todo por hoy, recuerden que como tarea tienen que indagar por qué razón Laura Oliver escribió que el amor es una enfermedad, deben hacer una carilla completa junto con su análisis y opinión al respecto. Tengan buen día.

Mi profesora de literatura suele ser muy quisquillosa con lo que pide, para ella en el mundo de los libros, escritores e historias siempre había un porque del desarrollo de esa historia y cada escritor o libro lo explicaba en su momento. Buscaba la manera de inculcarnos a leer e indagar, cosa que a todos no les agradaba. Al menos yo era tolerante a todo eso.

Al terminar las clases como siempre recojo todas mis cosas, nadie me habla, nadie se acerca, ni nadie me pregunta acerca de la tarea, la mayoría de chicas me tiene miedo por mi aspecto, no vestía alguna cosa rosada, no llevaba un llavero de peluche con orejas de conejo, ni mi celular brillaba tanto de escarcha, tampoco me tinturaba el cabello o hacía algún recogido estilo princesa. No absolutamente no.

Mi estilo es tan desastroso eso pienso y me encanta, mi maquillaje, no, no uso maquillaje, no llevó base ni nada de esas otras cosas que se usan, mi cabello siempre lo llevo recogido. No pinto mis uñas muy a menudo. No tengo el mejor cuerpo, ni tampoco resalto como algunas chicas, no se me da el hacer amigos y por lo general trabajo sola. Es por eso que siempre escucho que me dicen apodos como la rara, la friki, la pobretona o loca, pero nunca me ha importado.

Cuando termino de recoger mis cosas me dirijo a mi casillero, al abrir la puerta encuentro un papel que dice:  encuéntrame en el salón de música, es de suma importancia.
No tenía ni la menor idea de que o a quién pertenecía aquella nota, lo único que se me ocurrió fue que alguna trampa me habían tendido y me grabarían para ser el hazme reír de todo el instituto, pero al mismo tiempo pensé y si pasaba algo malo, si de verdad era muy importante, tal vez era algún profesor, aunque no era una gran probabilidad. Después de pensarlo como cinco minutos, decido ir al salón, abro con cuidado la puerta y entro, no encuentro a nadie en aquella habitación y entonces muero de coraje, he caído como tonta. Pateo con fuerza una silla haciendo que su sonido resuene en ese pequeño cuarto, decido irme cuando de pronto alguien habla.

-Tienes algún problema con la silla, o ella te ha hecho algo para golpearla de esa manera, si se daña deberás pagarla, recuerdas las reglas o ya no.

Al alzar mi mirada me encuentro con nada más y nada menos que Sebastián Villalba, el hijo de un reconocido arquitecto en el país. Él y su familia son muy conocidos en el medio, su madre por ser una de las mejores diseñadoras, reconocida por su estilo y porque muchas de sus prendas han sido usadas por celebridades y él pues, él por ser guapo, atractivo e inteligente a su corta edad de 18 años ya consta con una gran lista de logros y premios, nuestro instituto siempre ganaba en competencias de natación gracias a él y a pesar de poseer una cantidad de lujos y comodidades su trato hacia a lo demás es muy cortes, educado y caballeroso, siempre se mantiene al margen de problemas y no es muy social, aparte de su dos grandes amigos Lucas Marcel y Mario Orozco no compartía con nadie más.

-No me digas que tú fuiste el que puso esta nota en mi casillero, Villalba.

-Pues sí, Miller- menciona mi apellido con algo de gracia.

-Y puedo saber qué es lo de suma importancia - pregunto

-Miller sé que tú y yo nunca hemos hablado ni nos hemos llevado bien

-Si Villalba eso ya lo sé, ve al grano por favor - todo este asunto empezaba a ponerme más tensa.

-Okey, la cosa va así Miller, te has convertido en la apuesta de un grupo de chicos, en cual también estoy incluido- dijo mirándome directamente a los ojos.

-Una apuesta - pregunto perpleja.

-Si, en la cual se apostó $500 dólares al ganador.

- ¿Ganador? - seguía sin entender un carajo de lo que Villalba decía.

- ¿Y yo que carajos tengo que ver en esa historia?

-Pues, que tú eres por quien se apostó - respondió.

Aún seguía sin entender, primero nunca me imagine teniendo una conversación con Sebastián Villalba, ni siquiera en clases de historia compartíamos nuestras opiniones acerca de un tema, segundo resulta que de la noche a la mañana me convertí en la apuesta de grupo de chicos estúpidos descerebrados y tercero estos individuos me pusieron precio, valgo $500 dólares, acaso era una subasta y yo no me había enterado en que momento me subastaron. Empecé a sentirme con mucho coraje y lo primero que pensé fue que todo esto era una broma.

-Dime donde está la cámara Villalba- pregunte, si esto era una broma y mañana saldría en primera plana como el chiste nuevo del colegio, quería saber las razones y estar preparada.

-No es ningún chiste ni broma Miller, es real, no te estoy mintiendo - dijo acercándose un poco a mí.

-No te creo, la mitad de las personas aquí se burlan de mí, por mi manera de ser, así que esto sería uno más del montón, explícame porque carajos yo valgo para ustedes $500 dólares - pregunte entre dientes, mis manos empezaron a sudar.

-Trata de calmarte un poco Miller, te explicare todo, así que toma asiento, por favor.

-Sabes que Villalba, olvídate de tus estúpidos modales conmigo y suelta de una vez que es lo que quieren conmigo, porque te juro se me está acabando la paciencia.

Después de mi desesperada y abrupta respuesta Villalba respiro hondo, se alejó de mí y camino hacia una de las sillas que se encontraban enfrente de nosotros, tomo asiento y empezó.

-Tienes muchas agallas Miller - sonrió levemente- Esta bien te diré todo con lujo de detalle.

-Hoy el grupo de ajedrez fue inventado al colegio de Teatro y Artes en el centro de la ciudad, ya que tendremos una competencia con ellos dentro de unas semanas, mientras descansábamos en el auditorio decidí ir a buscar algo de tomar y al salir escuché a Nicolás Hernán mencionar tu nombre, eso llamo mi atención. Marcus un amigo de Nicolás, es tu vecino verdad - pregunto.

-Si vive a dos cuadras de mi casa- qué pasa con él- pregunte

-Bueno que él te propuso como una apuesta hacia Nicolás, le dijo que si ganaba el juego de ajedrez y te tenia a ti como su novia durante tres meses le pagaría $500 dólares.

Mientras Villalba seguía hablando yo estaba perpleja de semejante estupidez que escuchaba no dejaba de preguntarme porque a mí, y como si por obra de arte se tratara Villalba contestaba a cada una de mis dudas internas que empezaban.

-Y te preguntaras por qué tú de todas verdad - respondí con un ligero movimiento de cabeza.

-Resulta que Marcus te ha observado varias veces cuando vienes al instituto, y le dijo a Nicolás que no tienes buena fama en el colegio, así que sería muy fácil desacerté de ti cuando todo esto termine, y por ser callada tranquilamente no dirás nada y todo resultaría como si tú fuiste la que le rogaste a él.

-Es un mismísimo imbécil, estúpido, tarado y todos los sinónimos que puedan existir, juro que voy a encontrarlo y lo haré trizas cuando lo tenga frente a mí, que se ha creído para ponerme precio.

En ese momento iba a salir del salón cuando Villalba me detiene, interponiendo su cuerpo contra la puerta.

-No te metas Villalba voy a solucionar esto a mi manera, no intentes detenerme porque no tendré piedad de ti.

Sentía mi cuerpo arder tenía mucho coraje me estaban tratando como un objeto y no tenían derecho. El hecho de ser callada y reservada no les daba derecho alguno para tratarme de esa manera. Villalba y yo mantuvimos nuestras miradas fijas por unos segundos, seguramente mis ojos reflejaban coraje y rabia, pero él estaba serio, su mirada era desafiante no iba a apartarse de ahí.

-Un momento Miller aún tengo algo más que contarte.

¡Hey! Ten cuidado con la apuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora