La piel de gallina no tardó en hacerse presente en la piel de Lolito, quien fue recibido con los brazos abiertos por las bajas temperaturas que habitaban en el bunker de Auron conforme iban bajando los escalones.
—¿No has pensado en conseguir un calefactor para tu hogar? te juro que puedo comparar su temperatura con el de una morgue.
Fue el comentario con el que empezo el de cabellos rojizos cuando llegaron a la planta principal, notando algunos cambios que ha hecho el castaño desde su última visita.
El primer cambio que noto fue el pingüino quien tenía una etiqueta en su cuello; estando de cuclillas, tomo a la pequeña ave en sus brazos —ignorando las protestas del animal— y leyo aquél papel.
«Luisito».
—Ya, pero si me he acostumbrado a dicha temperie —.Orbes oscuros no dejaron de observar a su compañero, quien estaba intentando aguantar la risa que amenazaba escapar de su boca al leer el nombre de su compañero de puso—. además, la atmósfera es perfecto para Luisito y Wismichu.
Una sonrisa creció en el rostro del barbudo al ver como Lolito elevaba una ceja.
—¿Wismichu?
No respondió a la pregunta; en cambio, ayudo al de cabellos largos a ponerse de pie y le hizo una señal con la cabeza para que le siguiera a una puerta que el de ojos verdes no había notado antes.
Conforme más se acercaba, más ruidos extraños pero familiares escuchaba. Luisito solo seguía a ambos hombres a dicha puerta, esperando a que su dueño la abriera.
Una vez vio tener toda la atención de su amigo, abrió la puerta lo más tranquilo que pudo.
Y ahí fue donde Lolito entendió a lo que se refería su psicólogo.
Frente a ambos adultos se encontraba al lado de la cama un gran y pesado oso polar, quien dormía plácidamente con una característica gallina blanca en su lomo, quien había despertado ante el pequeño rechinido de la puerta.
—¿A que has flipado?
Fue el gracioso comentario que hizo Auron ante la mirada incrédula de su amigo; cejas levemente fruncidas, ojos exaltados y boca abierta.
—Estas demente.
Ignorando dicho comentario, empujó a Manuel dentro de la habitación antes de cerrar la puerta tras suyo; dejo que su compañero diera un ojo a la habitación mientras él se acerco a su armario sacando ropajes mas cómodas para pasar la noche.
Notando que Raul no le prestaba atención, decidió deambular en la semi vacía habitación del mayor, notando la falta de decoración, pero sobre todo, la estricta privación de calor que dominaba la pieza.
No pudo evitar abrazar su cuerpo en un intento de conservar el calor, frotando sus manos con sus articulaciones.
—¿En serio tienes frio, tío?
Aún si las palabras fueran dichas de una forma brusca, eso no fue lo suficiente para cubrir la preocupación que resaltaba en aquella voz donde el sarcasmo predominaba. Antes de que Lolito girase la mirada al barbudo, sintió algo ligero cubrir sus hombros.
Bajo la mirada a dichas extremidades, notando como fueron arropados por aquel suéter rojizo que Auron suele usar en días de invierno. Elevo una ceja llena de confusión a su compañero, quien simplemente evitaba su mirada, teniendo los ojos fijos en ordenar la ropa de su invitado en la cama matrimonial que estaba a unos cuantos centímetros del pelirrojo.
Sintiendo la pesada mirada de jade en su rostro, solamente soltó un leve bufido antes de enderezar la espalda y enfrentar aquellos ojos intensos.
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Doctor. || AU!Karmaland || Lolitoplay ||
FanficTodo comienza con una de las consultas. Lolito se vuelve conciente del aprecio y cariño que tiene por su psicólogo, pero sabe muy bien que es un afecto diferente al que tiene por sus vecinos. Auron comienza a romper la breve brecha de Amigo y psic...