Introducción

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El desamor suele ser una experiencia agridulce. Cuando terminas una relación la mayoría del tiempo tu mente está en contra tuya y se encarga de recordar a la otra persona tras el mínimo detalle que roce tus sentidos. Es entonces que comienzas una guerra con tu cabeza, luchas constantemente para mantenerla ocupada y con algo de suerte combinado con el paso del tiempo logras superar ese desamor. En todo ese proceso aprendes cosas nuevas de ti, por esto digo que es una experiencia agridulce; mientras pasas por todo ese dolor siempre hay algo bueno que te deja esa transición de tu yo anterior que compartías con esa persona a ese nuevo yo personal con metas más marcadas. 


Yo he sido una persona inexperta en el amor, desde que era tan solo una niña me fijaba en el amor de una manera demasiado lineal. Aún así anhelaba el día en que llegara a mi vida una persona que llenara mi alma de experiencias románticas y gratas. Con el paso del tiempo y tras unos intentos de relaciones fallidas comencé a entender que la vida no tenía marcado ese ámbito para mí. Día a día me preguntaba que estaba mal en mí, caminaba por las calles y veía a parejas felices e incluso mis propios amigos me presumían sus relaciones tan perfectas. 

El tema del amor empezó a generar en mi cierto repudio.Evitaba lo máximo que podía las canciones de amor, las charlas que involucraban esa palabra, también me aislé de la sociedad por un tiempo ya que lo anterior no parecía tener progreso. Aún así llegó un día en el que todo cambió completamente y el rumbo de mi destino parecía tener variaciones, no lo dudé y me emprendí a ese camino que me sacaría de esa jodida rutina.


Me encontraba perdida tras mi última relación fallida. No estaba afectada, me di cuenta que en realidad no era mi lugar y no sentía las cosas que yo estaba buscando. Fue entonces, en ese estado de soledad en que él apareció. El amor inmediatamente tuvo un significado totalmente para mí, todas esas cosas negativas que invadían mi cabeza se fueron esfumando. Él era y aún sigue siendo una persona maravillosa ante mis ojos, sin embargo las cosas nunca salen como las quise y el destino me llevó nuevamente a esa rutina con la que he cargado desde hace años.

Tengo una manera particular para superar un desamor. En esa transición suelo escribir cosas acerca de esa persona. Debo admitir que antes escribía cosas banales, ya que las personas con las que llegué a tener una conexión no me generaban un impacto tan grande; básicamente me sentía mal por un par de días y luego me dedicaba a seguir con mi vida. Sin embargo, ahora es la primera vez que tengo muchísimas cosas las cuales contar. 





Nada se rompe como un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora