Grimorio 1: Katharo. La luz sumergida en la obscuridad

Por mi ser querido.

Por mi ser querido.

Narrador —Ha pasado un día entero, en el extraño planeta recién amanece y Katharo ya está despierto regresando al campamento entre los árboles a gran velocidad.

(Flashback)

Sentados a orillas del río Katharo, Indalecio y Lily hablan mientras el joven pesca.

Lily —Si logras despertar a tu huésped y dominar tu arte secreta, podremos intentar vencer al destino— Su expresión era una mezcla de esperanza con preocupación, su voz estaba en los bordes de la súplica.

Katharo —Si puedo lograrlo entrenando con usted, que así sea— Dice mientras atraviesa un pez con una lanza.

Indalecio —El régimen de mi entrenamiento no es comparable al de la tercera doctrina, si decides ir será por tu cuenta, nadie abogará por ti— Le explicaba su mentor como intentando detenerlo.

Katharo —Me parece bien, porque si quiero hacerme fuerte, no lo conseguiré siendo un niño consentido, así que entrenare enserió, aunque tenga que llorar sangre, si es por la supervivencia de los tres, hare lo que haga falta— Atravesaba un segundo pez con tanta fuerza que hundía el fondo del río unos centímetros.

(Fin del flashback)

Katharo llegaba al campamento donde Indalecio lo esperaba con un pequeño morral.

(Flash back)

Katharo —Perdónenme por faltar a la ceremonia, surgieron varios problemas— Llegaba vestido nuevamente con las ropas prestadas por los habitantes de la tribu.

Katamapiztli —Salvaste nuestro pueblo una vez más, no tienes que disculparte, me alegra tenerte como aliado— Le entregaba una bolsa con oro. —Toma, como gratitud por salvar a mi gente.

Katharo tomaba la bolsa con duda, pero al final accedió —Y, aun así, no podré seguir protegiéndolos si no me fortalezco aún más, me iré por un tiempo, hasta que pueda proteger este mundo, si no lo logro, no creo que este planeta exista para cuando nuestro enemigo ataque.

(Fin del flash back)

—Por eso pienso luchar hasta alcanzar mi objetivo— Resonaba esa idea en Katharo.

Indalecio —Toma, no la pierdas— Le extiende la mochila. —Dentro esta tu uniforme, aunque estés con ellas un tiempo, sigues siendo mi discípulo, hay mucho que aún no les he enseñado, vuelve con vida para poder terminar con tus entrenamientos.

Katharo —Le prometo regresar con bien maestro... cuando regrese, ¿Podremos seguir con el entrenamiento? Nada cambiara ¿verdad? — Pregunta tomando su mochila.

Indalecio —Si, para no atrasarte tanto en tu entrenamiento, piensa en tres cosas, ¿Cuáles serán tus metas a corto, mediano y largo plazo? —Le sujetaba la cabeza bajándole el cabello a los ojos.

Katharo —Puedo decírselas ahora si quiere, primero voy a...— Fue interrumpido por Indalecio quien le golpea la cabeza.

Indalecio —Nunca saliste de este mundo, cualquier cosa que pudieran construir en su mente por su futuro, está ligado a este mundo, pero quiero que cuando regreses, y vas a hacerlo, me digas que quieres hacer, por ti, por formar un futuro como Core— Su mirada se enfocaba en sus manos llenas de callosidades.

Lily —Veo que ya estás aquí niño, vámonos que nos quedan muchas cosas por hacer— Le apresuraba aun cuando ella recién salía de una tienda improvisada hecha de manta y ramas seguida de sus discípulas.

Bárbara —Vamos date prisa, tenemos un horario que seguir— Salía la peli rosa mayor seguida de su hermana quien no dice nada, ni una mirada dedica al chico.