Excuse me

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Steve iba en la camioneta negra blindada, con otra igual detrás de él, pues estos tenían la orden de llevar a la familia restante a la fiesta organizada por Death Mask.

Bajando del vehículo, Steve pudo escuchar risas dentro de la casa.

¡Mamá apúrate, Rachel dirá que está embarazada!

Sonaban tan felices que para el propio Steve, era irrespetuoso interrumpir esa noche de aquella familia, sin embargo; debía cumplir con la orden del alfa mayor, así que tocó el timbre.

– ¡Ya voy! – Steve escuchó el grito alegre de una mujer.

De repente, una omega abrió la puerta con una sonrisa.

– Buenas noches caballero, ¿En que puedo servirle? – saludó Jay.

– Buenas noches madame, ¿Es usted Johanna Horanson? – saludó Steve.

– Por supuesto querido, ¿A quien buscas?

– Vengo de parte del señor Death Mask, ¿Su alfa se encuentra?

– Por supuesto querido, permíteme unos segundos para llamarlo.

Segundos después, en la puerta se encontraban los esposos Horanson y Steve.

– Buenas noches Bobby y Jay nuevamente, vengo en nombre del señor Death Mask, para hacerles una pregunta.

– Claro hijo, estás en tu derecho – respondió Bobby.

– ¿Podrían hacer el honor de asistir a la fiesta realizada ésta noche por mi señor?

– Discúlpanos hijo, pero no tenemos alguna necesidad para asistir a dicha fiesta, nuestra familia se encuentra en su noche de "series" – respondió Jay.

– Insisto en que asistan, mi señor me ha mandado a venir a buscarles sin objeción alguna, sería un insulto el no asistir a la fiesta, por la comida y bebida no se preocupe, el transporte menos, ésto es de parte de mi señor, estaré esperando afuera por ustedes.

Rendidos, los señores Horanson de dirigieron a la sala donde se hallaban sus hijos aún.

– ¿Niall, Louis? – habló Jay.

– ¿Sí mamá? – preguntó Niall.

– Necesito que se alisten, saldremos a una fiesta.

– ¿A esta hora? – preguntó Louis confundido.

– Solo háganlo, vistanse lo más formal que puedan.

15 minutos después, 4 personas salían de una hermosa casa celeste.

– ¿Listos? – preguntó Steve encendiendo el vehículo.

– Listos – contestó la familia.

20 minutos después, Steve estacionó la gran camioneta frente al salón.

– Antes de entrar, por favor coloquense éstas máscaras – sugirió Steve dándole a los esposos dos máscaras igual a las de Rose Thorn en color negro, y las mismas a los omegas pero en color grises, resaltando los ojos azules de estos.

– Gracias alfa – respondió Niall.

– De nada – respondió Steve – La familia Horanson ha llegado, abran las puertas – habló al comunicador.

– Con su permiso, déjeme dirigirles al comedor – habló un Tom, otro alfa.

Las grandes puertas del comedor se abrieron, y los lobos quedaron impresionados por el diseño que éste tenía.

– Los llevaré a su mesa – dijo Tom.

Los lobos fueron llevados hacia la última mesa donde sobraban los espacios exactos para ellos.

La familia comió un poco rápido, pues no tenían tanto interés sobre los negocios que los narcotraficantes tenían y querían ofrecer, así que solo esperaban a que llegara la hora de retirarse.

Minutos después, todas las familias se encontraban en el salón principal nuevamente, tomando copas de el champagne más caro que habían probado y escuchado.

Mientras los dos cabecillas del cártel, veían a las familias desde el balcón.

– ¡Santa mierda Harry! – susurró Zayn.

– ¿Qué? – respondió bebiendo de su copa.

– Hay tantos omegas hermosos en esta mierda – comentó riendo.

– Si, eso veo, parece que tendremos algo de diversión ésta noche – respondió sonriendo.

(...)

– ¡Su atención por favor! – gritó Steve – En unos minutos, los alfas empezarán a tomar sus órdenes, por favor, vayan haciendo una fila el representante de cada familia.

Los alfas estaban terminando sus copas, hasta que algo terminó llamando la atención de Harry.

– Hey, Zayn – susurró Harry.

– ¿Mande?

– Mira a la derecha de la entrada – susurró.

En la dirección que Harry mencionó, de espaldas se encontraban aquello dos omegas ojiazul, uno castaño y otro de rubio teñido.

– ¡Santa mierda! El castaño tiene un culo de infarto – dijo Zayn – Éste si estará bajo mis pies.

¿O sería al revés?

– El rubio ni se diga, ¿Quiénes son?

– Ni una puta idea, pero estoy seguro que estará algún padre en nombre de ellos, presa fácil.

¿Seguro?

De repente los mellizos voltearon hacia las escalera.

– ¡Mierda Zayn! – susurró Harry sonriendo – ¡Son hermanos, omegas ambos!

Pero el ojimiel ya había avanzado hacia su despacho.

Cazaría a ese rubio.

Death Mask || n.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora