Death Mask || n.s.

Unpublished ||Feral, The Story of a Single Blood

Corría el año 1793 en Irlanda, la gente alegre caminaba de un lado a otro, hermosos omegas y bellos alfas paseaban en solitario o en compañía hacia los grandes campos de éstas tierras para pasar el rato.

Dentro de éstos, existían una clase de omegas que se les consideraban de clase omega superior, éstos eran los ferales.

Los ferales eran una raza de omegas que poseían encantos sumamente particulares, éstos tenian olores delicados, dulces con combinaciones con flores y especias.

Podían resistir altas y bajísimas temperaturas como un alfa, y cuando se transformaban, los podías confundir fácilmente en las nieves de diciembre, grandes y esponjoso pelaje blanco y ojos azules.

También eran demasiado fértiles, y éstos daban grandes camadas de cachorros.

Hasta que un día, un virus se desató y acabó con la raza, los ferales dejaron de existir por las causas de un desconocido virus. Cachorro feral que nacía, cachorro que moría.

Alfas quedaban solitarios, con lágrimas y dolor de no poder hacer nada por sus omegas.

Y cientos de cuerpos ferales, enterrados en las grandes hectáreas irlandesas, en honor a la raza omega que lo dió todo por la raza común de éstos.

Una raza tan valiente, trabajadora y rebelde, por que así eran éstos, unos dioses vistos por los omegas sencillos, omegas que alzaban su voz en las injusticias de los omegas débiles.

Pero el que Death Mask y Rose Thorn hayan encontrado 3 ferales, Johanna, Niall y Louis, era el más grande tesoro.

Niall y Louis, junto a Harry y Zayn, podían hacer que la raza re-surgiera, pero los mellizos no caerían tan fácil, los chicos no son fáciles y los alfas mayores lo saben, deberán domar aquellas hermosas bestias.

Nada más de imaginar a Niall enlazarse con él, su pene latía con fuerzas, se imaginó al bello feral con la marca de su mordida, una marca platinada, y un vientre hinchado, con una cantidad suficiente de cachorros, hermosos cachorros blancos como la nieve, con tal de que alguno naciera feral, estaba más que contento, por que lo haría, y juró conquistar a ese omega.