∆UNLIMITED∆ [TaeHwi]

Capítulo XXIII

[Horas después]

Yoo Taeyang

Después de 12 horas de vuelo por fin habíamos llegado al hotel donde Dawon y yo nos quedaríamos esta semana.

La ciudad era muy bonita, jamás había salido de Corea. Y venir aquí lo hacía especial por qué era la primera vez que visitaba un país y un lugar fuera de Corea.

— ¿Y qué tal? — Preguntó Dawon lanzándose a la cama de la habitación.

— Florida es muy lindo; es la primera vez que vengo aquí. — Me senté a un lado de él. — De hecho es la primera vez que salgo de Corea. — Sonrió.

— Estoy seguro que lo vas a disfrutar mucho. — Me regalo una sonrisa. — Mis padres vienen muy seguido aquí y dicen que es muy bonito. — Habló mientras miraba toda la habitación.

— Yo tengo aún una pregunta. — Dawon me miro. — ¿Qué hacemos aquí? ¿Por qué precisamente teníamos que venir a Estados Unidos? — Dawon me regalo una sonrisa pícara. — ¿Dawon? — Necesitaba una respuesta.

— Esta bien. Te lo diré. — Se incorporó para quedar sentado a mi lado. — Estamos aquí paga que puedas recuperar a Hwiyoung. — ¿De que demonios estaba hablando?

— ¿De que estás hablando Dawon? — Lo mire confundido.

— Si nos regresamos va a ser con Hwiyoung como tú novio. — Dawon debió de haberse vuelto loco.

— ¿Te has vuelto loco? Eso no va a pasar. — Negué mi cabeza. — ¿Olvidas que Chani aún es su novio?

— Ellos ya no son novios. — Habló Dawon seguro de lo que decía.

— ¿Qué? — Me levante para mirarlo sorprendido. — ¿Qué estás diciendo?

— Me enteré por ahí. — Sonrió sospechoso. — Que ellos 2 terminaron en cuanto Hwiyoung llegó aquí.

— ¿Estas bromeando Dawon? — Negó — ¿Cómo que terminaron? ¿Qué fue lo qué pasó? ¿Cómo lo sabes?

— Resulta que tengo un amigo que se vino de intercambio hace muchos años aquí y Hwiyoung casualmente estará estudiando en la misma Universidad que él. — Guiño un ojo — Y conoció a Hwiyoung durante la entrega de documentos y la reunión de bienvenida. — Hizo una pausa para acomodar su almohada. — Ahí fue cuando Hwiyoung le dijo que ya no tenía novio y le contó toda la historia.

— ¿Qué historia? — ¿Le contó sobre mi? ¿Sobre Chani?

— Le contó que había dejado a alguien muy especial en Corea — No pude evitar sonreír — Y que tuvo que venirse a estudiar aquí por qué quería seguir al que anteriormente era su novio pero sobre todo para olvidar a la persona que traía actualmente en su corazón. — Dawon me miro. — Hwiyoung te ama Taeyang; y Chani lo sabe.

— No se que hacer Dawon. — Me volví a sentar a un costado de la cama. — Estoy muy confundido. — Suspire — Aunque ya no sean novios. Siento que no es correcto tener algo con la persona que ama o en algún momento Chani amo. — Hice un puchero. — ¿Qué debería hacer?

— ¿Aún me preguntas que deberías hacer? — Me miro obvio. — Te traje hasta aquí para que hicieras lo correcto. ¿Y todavía me pides un consejo? ¡Taeyang por dios! ¿De que más tienes duda? — Su tono era serio pero sin sonar como si me estuviera regañando.

— ¿El sabe que estamos aquí? — Negó — ¿En verdad crees que después de todo, el querrá estar conmigo?

— Si dejó a Chani fue por algo aunque a el no se le pasara por la cabeza en ningún momento regresar contigo. — Me palmeo la espalda. — Sus sentimientos por ti no van a cambiar y estoy feliz de que Hwiyoung haya tomado esa decisión y no le siguiera mintiendo a Chani con respecto a lo que él sentía.

— ¿Crees que Chani no me odie por esto? —.

— Primero deberías hablar con Hwiyoung. Cuando las cosas queden claras con el, tienes que ir a hablar con Chani después. Eso sería lo correcto. —.

— ¿Y que se supone que tengo que lograr? — Pregunté confundido. — ¿Qué Hwiyoung se regrese a Seúl conmigo?

— Eso sería lo mejor pero no podría ser posible. No olvides que cambio de universidad y no puede renunciar o por lo menos no ahora. — Agache mi mirada. — Tiene que esperar un año para pedir su cambio nuevamente y contar con muy buenas calificaciones. — Se acercó a mí. — Eso es lo de menos. Mientras estén juntos eso no será problema. Por una vez has las cosas bien Taeyang. El se esforzó e hizo mucho por ti, ahora te toca hacerlo a ti.

Dawon tenía razón. No entendía como pude ser tan débil y tonto para dejar ir a Hwiyoung de esa manera y poner la felicidad de Chani sobre la mía. Pero ahora no dejaría que se fuera de mi lado otra vez. Era hora tiempo de que ahora yo peleara por esto y le demostrará mis sentimientos después de que el estando en Seúl a cada momento me demostro los suyos.

(...)

Estaba nervioso. Dawon me había dicho que podía encontrar a Hwiyoung aquí así que me trajo y se fue a dar una vuelta para conocer Florida mientras hablaba con él. Me había arreglado para la ocasión, no tan exagerado pero lo adecuado si.

Me encontraba ya 15 minutos sentado en la cafetería esperando a que Hwiyoung apareciera. No tardó mucho en aparecer en mi vista, se veía muy bien y mientras se dirigía al mostrador estaba acomodando su cabello. Aún me gustaba y mucho.

Después de pedir su bebida y que se la entregaran se estaba dirigiendo a la salida hasta que posó su mirada en mi. Me miró fijamente. Hicimos contacto visual como hace tiempo no lo hacíamos. Por su rostro podía estar seguro que estaba sorprendido de verme ahí.

Comenzó a acercarse a mí y mi corazón latía cada vez más rápido. Estaba nervioso tan solo de tenerlo cerca. Mi corazón aún se volvía loco cuando de él se trataba.

— ¿Taeyang? — Preguntó tratando de quitar su cara de asombro al verme.

— Hola Hwi, ¿Cómo estas? — Sonreí.

— Bien, pero — Aún seguía sin creer que me tenía frente a él. — ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabias donde estaba?

— Larga historia que me gustaría poder contarte. — Le indique que se sentará a un lado de mi. — Tenemos que hablar. — Hwiyoung obedeció y se sentó a un lado de mí.

Olía muy bien. Su cabello había quedado muy bien acomodado y aún me lograba hacer sentir cosas que pensé que ya no sentía. En verdad mi corazón extrañaba mucho tenerlo cerca, escuchar su voz, verlo. Era lo único que necesitaba para poder estar bien. Desde que se fue había perdido por completo la paz y la tranquilidad que necesitaba.

— ¿De que quieres que hablemos? — Preguntó mientras daba un sorbo a su bebida recién pedida.

— Esto te sonará extraño pero — Me arme de valor para hablar. — Quiero que hablemos de nosotros. Necesito que hablemos de nosotros. — Su cara cambió a una sorprendida pero asintió y sonrió mientras me miraba fijamente.

En ese momento entendí que ahora el que tenía que hablar era yo y el que tenía que decir lo que sentía era yo. Era mi turno de dar el primer paso y decirle como me he sentido y como me siento en estos momentos.