∆UNLIMITED∆ [TaeHwi]

Capítulo XXIX

— No puedo creer que hicieras las pases con Chani. — Habló Dawon el mayor de los 2 a su amigo.

— Ni yo, pensé que jamás tendría la oportunidad de volver a hablar con él. Pero todo fue gracias a Hwiyoung. — El menor de los 2 soltó una sonrisa mientras tomaba asiento en el pequeño sofá que tenía su habitación de hotel.

— Hwiyoung vino para ser tu ángel y para solucionar todo Tae. — Sonrió — A él le importa mucho tu felicidad, él solo quiere verte feliz. — El mayor imitó la acción del menor y tomó asiento a lado de él.

— Cada vez que me culpo por lo qué pasó, él se encarga de borrar cualquier culpa y duda que tengo. — El menor jugó con su cabello. — De verdad me importa, no quiero que se vaya de mi vida jamás. — Soltó un leve suspiro.

El mayor palmeo la espalda de su amigo mientras sonreía.

— ¿Qué harás en tu último día aquí? Recuerda que nuestro vuelo sale mañana por la mañana, debemos regresar a clases por la tarde. — El mayor habló.

— Quedamos de vernos hoy, haremos lo que más disfrutamos. —.

— ¿Besarse? — El menor le dio un golpe en el hombro y Dawon soltó una leve carcajada.

— ¡No! — Lo miró mal. — Ver el atardecer en la playa. — Sonrió. — Después me invitó a cenar al pie de la playa. ¿Qué harás tu?

— Pues digamos que yo no tengo un novio con el cual pueda pasar el día, así que solo iré a dar la vuelta y seguir conociendo el bonito lugar. —Ambos rieron después de las palabras del mayor.

Kim Young Kyun

Estaba en el mismo lugar de siempre, el lugar que se había convertido en nuestro lugar especial esperando por Taeyang. Habíamos quedado de vernos aquí para ver el atardecer que no tardaba en ocurrir. Era su último día aquí después tendría que regresar a Corea a terminar sus clases.

Minutos después una silueta a lo lejos me llamó la atención, era él. Llevaba un pantalón de mezclilla, con una camisa metida a la mitad en su pantalón, y su cabello estaba un poco revuelto por el viento que hacía; se veía muy guapo.

Cuando lo tuve frente a mí solo me dediqué a mirarlo y es que era la vista más preciosa que tenía en estos momentos. Podría pasarme todo el día mirándolo y jamás me cansaría de hacerlo.

— ¿Qué tanto miras Hwi? — Habló mientras agachaba un poco su mirada. Estaba sonrojado y eso lo hacía ver muy lindo.

— Me gusta admirarte. Estas muy guapo. — Tomé su mano y una sonrisa se formó en su rostro.

— Después de tanto aún sigues poniéndome nervioso. — Ambos soltamos una risita.

Nos dedicamos a sentarnos en la arena con nuestra mirada puesta al sol que estaba a muy poco de ocultarse y darle paso a la luna. El agua alcanzaba nuestros pies, era una sensación agradable. Este momento se había vuelto nuestro pasatiempo favorito.

Fije mi mirada en Taeyang quien tenía los ojos cerrados y disfrutaba la brisa tan agradable que corría. Una sonrisa estaba formada en su rostro, de verdad que era tan lindo.

— Con los ojos cerrados no podrás ver el atardecer. — Hablé para romper el silencio y hacer que abriera sus ojos.