Adiós

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Li Shuma empezó a caminar un poco más rápido y una mirada triste y llena de anhelo se apoderó de su rostro, el pueblo no había cambiado casi nada. Algunas casas más y nuevos rostros. Algunas personas que había conocido ya no estaban cerca y habían más niños jugando. También algunos jóvenes estaban trabajando.

“¿Dónde están los demás?” Li Shuma se sorprendió que en la entrada al pueblo no estaba su vecino, el cual siempre estaba allí perdiendo el tiempo y tomando vino.

Wolf Vau se acercó a Li Shuma y abrió sus ojos con gran curiosidad, este pueblo parecía muy pacifico y algo feliz. No había nada de disturbio y sólo se podían escuchar algunas risas aquí y allá.

Li Shuma empezó a caminar lento y algunas personas lo miraban con algo de curiosidad, en el pueblo rara vez habían visitantes. Además Li Shuma venía con un túnica oscura y parecía algo misterioso.

“¿Eres Li Shuma?” Un viejo que estaba en la ventana miró a Li Shuma y preguntó con algo de asombro. Li Shuma volteo a ver a ese señor y recordó vagamente la figura de un señor que trabajaba en la mina con su padre.

“Así es señor, vengo a visitar a mis padres ¿Sabe usted si siguen en el pueblo?” Li Shuma preguntó con algo de entusiasmo, aunque sabía en donde quedaba su casa aún estaba un poco escéptico sobre el paradero de sus padres, después de todo su padre era un cultivador y podría irse con su madre a visitar lugares más lejanos y no estar para siempre en el pueblo.
“Li Duan esta en las afueras del pueblo con tu madre, ella está en sus últimos días… deberías apresurarte” El viejo sonrió de manera triste y empezó a beber más vino de lo normal, como si estuviera calmando sus penas con el licor.

Wolf Vau la cual estaba callada miró a Li Shuma y sintió que el aura de él se estaba alborotando.

“Deberíamos ir rápido, quiero conocer a mi suegra” Wolf Vau sonrió y empezó a jalar a Li Shuma, esta vez uso su sentido divino para escanear rápidamente el pueblo y luego se dirigió rápidamente hacia un lugar en especifico.

Li Shuma dejó que lo jalaran mientras sus pensamientos inundaban su ser, estaba lleno de dudas. Hace veinte años que salió del pueblo, pero no esperaba a que al volver esto pasara ¿Quién está preparado para ver a su madre partir?

“Yo… se que es el ciclo natural de la vida p-pero ¿no puedo hacer absolutamente nada?” Li Shuma empezó a soltar algunas lágrimas amargas y siguió caminando con Wolf Vau, pasaron por el pueblo y estaban llegando a una pequeña colina, normalmente aquí era donde Li Shuma esperaba una iluminación cuando era un niño.

La colina no era muy alta y el césped era verde y con vida abundante, algunas rosas estaban floreciendo y emanaban un aire fresco y refrescante. Li Shuma se limpio rápidamente las lágrimas y siguió caminando, hacia un destino que algunos pensarían que es peor que la misma muerte.

Caminaron por algunos minutos y llegaron a la cima de la colina, había un señor de edad ya algo avanzada con una señora de la misma edad en sus brazos, ambos estaban sonriendo y expresando su amor mutuo el uno al otro. Diciendo sus últimas palabras de agradecimiento.

Li Shuma sintió como la llama de vida de su madre estaba por apagarse, no viviría más de una hora. Este ya era el final de su ciclo.

La mujer dejó de hablar con él hombre y miró hacia Li Shuma, sus ojos se ancharon y algunas  lágrimas recorrieron sus mejillas.

“¿Shuma?”

“¡¿Shuma!?

La mujer salió rápidamente corriendo de los brazos de Li Duan y se lanzó contra Li Shuma, Li Shuma no sabía que hacer y sólo pudo abrir sus brazos para recibir a su madre, al tocarla volvió a sentir ese calor familiar, ese sentimiento de seguridad que tenía cuando era aún niño, ese amor inquebrantable que su madre le daba todos los días sin importar cuanto él creciera.

“Madre... Yo eh vuelto” Li Shuma abrazo a su madre y empezó a llorar como un niño desconsolado, sus ojos ya no podían aguantar las lágrimas y se derrumbó justo en frente de todos, parecía ser solo un niño asustado, y así era. Li Shuma estaba asustado de vivir en un mundo sin su mamá, si él amor que ella le daba.
Li Lipi siempre fue una mujer muy expresiva, muy amorosa y por eso también no se contuvo y empezó a llorar junto a Li Shuma, empezó a besar todo el rostro de Li Shuma, lleno toda su cara de besos mientras le decía todo lo que había vivido sin él en el pueblo.

“¿Sabes? Una vez que te fuiste en busca de tu amor hacia la capital sentí que había perdido a mi pequeño inmortal, siempre decías que querías ser como todos esos Inmortales y volar sobre los bastos cielos, tu padre logró hacer eso después de algunos años, yo se que si te esfuerzas tu también podrías Shuma” Li Lipi sonrió de manera amorosa  y luego miro a Wolf Vau.

“¡Tu debes ser la ladrona de mi hijo!” Li Lipi sonrió de manera maliciosa y luego mando a Li Shuma sobre su pecho.

“Mi Shuma es solo mío, aunque él se haya enamorado de ti no significa que sea tuyo. Él será mío por toda la eternidad ¿escuchaste?” Li Lipi empezó a darle besos a la cabeza de Li Shuma y miraba  Wolf Vau con una mirada provocativa, era claro que le quería dar celos a Wolf Vau.

“Si señora, eso no es un  problema. Usted tiene un hijo maravilloso” Wolf Vau no se enojo ni nada por el estilo, estaba contenta de ver a la familia de Li Shuma, solo que era una lástima que esto no durará mucho.

Después algunos minutos de hablar y conversar fue que todos estaban   callados, Li Duan solo sonreía sabía bien que él tendría  más tiempo para hablar con Li Shuma que su mujer.

Li Lipi se recostó sobre el suelo y el brillo en sus ojos estaban parpadeando, sus últimos minutos de vida estaban por acabarse.

“Creo que aquí se acabó para mi… Fue una vida maravillosa, lo único que lamento es no poder conocer a mis nietos, espero que los cuides bien por mi Duan” Li Lipi sonrió de manera feliz y miro a su esposo, con esa mirada no era necesario más palabras.

“Y tu ladrona de hijos, espero que cuides a Shuma por mi, él es mi mayor orgullo. También no dejes que haga nada alocado, su personalidad siempre a sido atrevida y sin miedo, cuídalo por mi” Li Lipi sonrió de manera juguetona, aun en sus últimos alientos le gustaba bromear.

“Y tú, mi pequeño inmortal, espero que logres todo lo que quieras, eres mi orgullo, mi vida y mi mayor felicidad. Cuando llegaste al mundo supe que serias la estrella más brillante, más brillante que el cielo. Tu eres mi cielo, la vida no es bonita, muchas veces tenemos que sufrir, llorar, reír y incluso tenemos que tomar algunos pequeños descansos para luego seguir adelante, créeme. Me encantaría poder seguir contigo. Pero ya cumplí con lo que tenía que hacer en esta vida, siempre mira hacia delante y no bajes tu cabeza, tu tienes tu propio camino y no debes abandonarlo por más difícil que sea”

“Adiós, mi pequeño inmortal” Li Lipi sonrió de manera hermosa, fue la sonrisa más hermosa que Li Shuma pudo ver en toda su existencia, una sonrisa que superó todas las del universo, esta fue la sonrisa de su madre.

“Adiós, mamá”








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