Arthuro

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Perspectiva Arthuro:
Y cuando caí... Pude sentir algo que no lo sentí jamás, ni siquiera con Morgana, me sentía fuertemente atraído a él.
Había estado peleando con un chico uno que no había visto jamás, a primera vista se notaba que era uno de esos "revolucionarios", esas ideas que tenían las ideas de las que mi padre me había hablado, las ideas que podían destruir nuestro reino, dañar a nuestra gente, no lo permitiría no permitiría que me faltara el respeto.
Oso a retarme a mi, ni siquiera se puso a preguntar que le pasaría si no ganaba.
¿A caso no se daba cuenta de que lo arrestarian sin importar el resultado?
Que estúpido pensé.
Después de unos cuantos golpes me di cuenta de que el había retrocedido mucho,no tenía experiencia y encima se distrajo durante el combate, no tenía postura para usar la espada, cuando vi mi oportunidad le arrebate la espada, estaba a punto de darle el golpe que decidiría mi victoria, les mostraría a mi pueblo y a los demás cuán fuerte es su príncipe, les mostraría que soy digno... Que soy digno del trono de mi padre, que podía protegerlos.
Entonces me caí, no se como pero me caí, estaba encima de él. Los primeros instantes pensé en mi pueblo pero luego, percibí sus ojos, Dios eran de un color que jamás me hubiera podido imaginar, todos los tonos de azul estaban en el y hasta parecía haber destellos blancos, amarillos y algunos rojos, todo ello era un espectáculo.
Su piel era suave, sus labios eran de un color similar al rosa oscuro y su cabello era tan suave, no tenía que tocarlo para saberlo, sólo necesite ver.

Me puse nervioso, ¡el era un plebeyo!, y peor aún ¡el era un hombre!, y yo Arthuro ¡el príncipe Arthuro! me estaba excitando por él.
Baje la cabeza y me hice el desmayado y entonces me di cuenta de otras cosas... El tenia el cuerpo de una chica, ¡dios hasta se podría decir que tenía una mejor cintura que todas las mujeres de mi reino! . Y su olor...
Olía a una combinación que me embriagaba, eran definitivamente narcisos con un poco de olor a menta, también tenía aroma a libros y canela con vainilla. Todo separado podría parecer una combinación incipiente pero juntos todos los aromas era una mezcla tan perfecta.
Quería quedarme junto a él, ya me importaba poco que fuera un hombre, un plebeyo, un revolucionario... Me importaba muy poco lo que pensara mi padre lo que pensara mi reino. Lo quería para mí.
Entonces los estúpidos de mis guardias me levantaron, tenía una sonrisa boba en mi rostro. Por algún motivo mi idiotez en mi pronunció las palabras.
"Llevenselo"
Solo eso, entonces se lo llevaron.
Las horas siguientes quise ir a verlo, pero mi padre me mandó a llamar y cuando por fin pude librarme de mi padre, el ya se había ido, mande a llamar a los guardias, dijeron que se lo había llevado un hombre.
En ese momento enloquecí ¿Quién había sido? ¿Con qué derecho se lo había llevado? ¿Porqué?
Acaso el lo conocia, y si el era un viajero, y si no lo volvía ver...
Salí gritando del calabozo, esa noche no pude dormir pensé en él y trate de recordar los detalles que había podido grabar en mi mente sobre aquel chico.
Su olor, su cuerpo, su rostro, su cabello y sus ojos que parecían contener todo el cielo estrellado en ellos.

Unidos por el destino-MerthurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora