Dangerous (ChanIn SKZ) PAUSADA*

Parents.

Luego de aquel pequeño enfrentamiento entre ambos alfas, apareció un hombre un poco mayor. De al menos unos 40 o 50 años.

—P...papá.—

—Señor Choi.— TaeHyung hizo una reverencia, mostrándole sus respetos al padre del omega.

—Pero por los dioses! ¿Que hace un felino aquí?— preguntó el alfa, mirando al león de arriba hacia abajo. El australiano era tan grande que lograba tapar al líder de la manada con su sombra.

—Papa el...—

—Sáquenlo de aquí, ahora.— Chan frunció su ceño, gruñendo. Por alguna razón, no quería separarse del omega. Temía que algo le pasara.

—Papa, no.— el pequeño copito de nieve cambio a su forma humana. Christopher se sintio desfallecer, aunque lo había visto el día anterior, ahora era completamente diferente.

Sus hermosos ojos azules brillaban con la luz del sol, parecían los diamantes más preciosos del mundo. Su piel era pálida, el león sentía un gran impulso por ir a donde el lobo y marcarla, llenarle de chupetones y mordidas. Joder, todo esto era nuevo para el. Claro, era un león alfa. Solía aparearse con las leonas de su manada, algunas veces lograba tener crías y algunas veces no. Realmente no le importaba. Más sin embargo, el omega despertaba ambas partes en el. Su lado animal también deseaba a aquel lindo lobito, aquel lobo que estaba volviendo locos a ambos.

—El es Chris, mi prometido. —cerró sus ojos antes de continuar hablando, suspiro. —En otras palabras, es mi alfa.—

Todos comenzaron a murmurar y a mirar al alfa como si fuera algo del otro mundo.

Chris asintió ante las palabras del menor, el padre del mencionado lucia estupefacto.

—¿Pero que idiotes estás diciendo, JeongIn?— el omega tembló ante la voz de su padre, Chris lo noto.

—Lo que has escuchado.— dijo el menor. Al parecer esto no le gusto al alfa, quien maldijo bajo y se acercó rápidamente al omega, tomándolo del cuello.

El león abrió los ojos grandes, sus gigantescas garras salieron a relucir, más sin embargo no pensaba usarlas. Así que rugió, rugió de una forma tan fuerte que estaba seguro que se escuchó por todo el bosque.

Se acercó a ambos lobos y quitó la mano de Choi del cuello de JeongIn, notando como los ojitos del omega estaban cristalizados.

—Nos vamos a casar, ya está decidido. — gruñó el alfa, colocándose frente al omega, protegiéndolo. —Ni usted ni nadie cambiará eso.— le hizo una seña al omega para que comenzaran a caminar, más sin embargo sintió como alguien tiraba de su melena.

Oh, estaba jodido.

Realmente detestaba el que le tocaran su preciada melena, si no querías morir, no deberías hacerlo.

El alfa rugió nuevamente, mostrándose dominante ante aquel líder. Colocó su pata en el pecho de este, haciendo que cayera al suelo. Chris se acercó a su rostro y mostró sus colmillos, rugiendo luego.

—¡Chris!— gritó el omega, tratando de calmar al león, quien estaba descontrolado.

Chris sacudió su cabeza, volviendo a la realidad.

—No busque guerra en donde no la hay.— susurró antes de alejarse del alfa y volver al lado del omega, quien era un manojo de nervios.

—Vámonos.— JeongIn asintió.

Entonces Chris cayó en cuenta de lo que había hecho.

Había rugido, había rugido!

Mierda, debía ir a ver a su hermano. Los cazadores podrían haberlos descubierto.

—Mierda, debo irme.—

—¿Que? ¿A donde?—

—Debo ver como están los cachorros y HyunJin, volveré en la mañana.— le dio una ultima mirada al omega y luego a la manada, estos bajaron su mirada, asustados.

El omega comenzó a darle caricias con su cabecita, restregándose en la melena del león, y por primera vez, no le había molestado.

—Ve con cuidado.— susurró el menor.

—Lo hare.— y sin más, se fue de allí, sus pasos hacían que el lugar temblara.

JeongIn no podía evitar admirar aquel felino, le parecía tan etereo e irreal, el león era gigantesco, después de todo era un león adulto.

Entonces JeongIn se pregunto si a la hora del sexo aquella cosa sería capaz de entrar en el, pero es que Joder! Debía ser enorme! Lo iba a partir en dos. Y por alguna razón, el imaginar eso... le gustaba.

El menor se regañó a sí mismo mentalmente, avergonzado de sus pensamientos.

—JeongIn, hablemos.— esta vez apareció su madre, la omega de la manada. JeongIn bajo su mirada, avergonzado mientras asentía.

Chris corria por el bosque con su corazón acelerado, el miedo y el terror corriendo por sus venas. Si sus pequeños no estaban allí, nunca se lo perdonaría. Corrió lo más rápido que sus patas le permitían, una vez que llegó allí corrió hacia la cueva, notando que los cachorros estaban jugando tranquilamente frente a la fogata.

—¿Donde está HyunJin?— preguntó el alfa.

—Dijo que iría a buscar más leña pero no a ll-llagado.— Chris sin pensarlo demasiado, comenzó a correr por el bosque, buscando a su hermanito menor.

De tan solo pensar en que se lo podrían haber llevado, su corazón se contraía en su pecho.

Cuando sintió que no podía más, pudo ver una cabellera azabache a lo lejos, el aroma de su hermano estaba demasiado cerca.

—¡HyunJin!— el mencionado volteo, sonriéndole a su hermano.

Chris se acercó a pasos rápidos hacia el, cambiando a su forma humana de vez para así abrazarlo fuertemente.

—Wow, tanto me extrañaste?— dijo este riendo, abrazándolo de vuelta.

—Cállate.—

Sería capaz de dar la vida por su hermano, eso era indiscutible.

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Diossss, hice ambos capítulos mientras estaba en el hospital. Así de perra quiero seguir siendo en la vida.