Rosenrot

22 4 0
                                    

Una noche sin más llegaste, golpeando estrepitosamente mi alma.
-¿Quien eres?- pregunté.
Y tú, con una cálida voz, me dijiste;
- No debería importarte quien soy, la verdadera pregunta seria - ¿A qué vine?
- sin tener muy en claro el ¿por qué? té pregunté;
- ¿A qué viniste?
Con una delicada sonrisa iluminando tu rostro respondiste;
- A quererte, por el resto de tu vida...

NoumenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora