One shot● Shipp del trio de Amegakure

🌧💛

(Yahiko en el manga tiene los ojos azules así que aquí también, aunque me gusta más la idea de ojos marrones siento que da una nueva idea de belleza)

Narra Konan:

Lo mire desde el rincón de la casa de madera, con esa mirada azul cielo, que era mucho más alegre y más clara que el mismo cielo de nuestro país, quizá por eso lo amaba veía en él la claridad y paz que siempre en mí quise albergar.
Nagato me miro picaron como echándome en cara que de seguro estaba embobada en esa cabellera naranja, a lo que yo lo empuje con vergüenza.

- Yahiko, Nagato la cena esta lista- dije poniendo el plato de pescado asado bañado en salsa en escabeche sobre la mesa

- Huele delicioso konan- dijeron los dos al unisono mientras se dirigían corriendo a la mesa, al terminar de cenar nos acostamos sobre el tapiz de madera divisando como siempre la lluvia desde la ventana.

- dale no hemos entrenado en todo el día- hablo Nagato mientras se rascaba la cabeza

- Basta Nagato, Jiraya sensei dijo que hay que tomarse un día para descansar

- Sí ademas es invierno, afuera el aire nos enfermará- dije regañándolo

- bueno como digan- usted deciden, dio un bostezo y su voz se fue apagando, se había quedado dormido, a lo que el pelinaranja y yo nos quedamos solos, en un silencio incomodo, con un tiempo eterno y un versátil nerviosismo

- jeje ya se durmió Nagato- mencionó Yahiko en una risilla nerviosa

- No hay que hacer ruido- susurré tomándolo de la mano sentí como tembló su cuerpo entero a la par del mio eso nos hizo nos recostamos, su mirada clara, azul, centelleante, profunda y llena de esperanza se conecto con la mía, con mi mirada fría. Con nuestras miradas conectadas no hicieron falta palabras, no había necesidad, sólo el latido de nuestros corazones chocando en nuestras palmas  elaborando un cosquilleo en las mejillas quizá por nuestros sonrojos correspondientes, sus dedos se entrelazaron con los míos, y cerré los ojos para sentir como él me brindaba calor a mi frialdad.

- te amo- susurré y este fue correspondido

Siempre así fue la manera en que me sentía antes de dormir, sus ojos llenos de esperanza eran lo que veía en el último segundo de mi día y lo primero que vislumbraba al despertar, jamás lo olvidaré.