02.- El inicio de la rutina

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La luz del sol ilumino su rostro y despertó al niño dormido sobre una cama extraña. No era su habitual colchón delgado, tenía una cálida colcha encima suyo y hasta su nariz llegaba un aroma a huevo frito y tocino, y algo más como... ¿hotcakes?

En casa de los Dursley jamás olía a hotcakes hasta que él estaba haciendo el desayuno, así que Harry, ahora Jerry, despertó sobresaltado. Fue hasta que abrió los ojos que notó que estaba en una cama individual, en una habitación un tanto sombría, con su amigo peluchoso a un lado y tenía puesta una pijama con pingüinos. Jerry estaba en casa.

Tenía cuatro años y apenas recordaba cosas importantes como a sus padres y su nombre, pero estaba muy seguro de algo: su vida iba a ser mejor. El señor Snape, Severus, le había prometido que hoy irían de compras. Jerry se fue al baño y a lavarse la cara y las manos. Su cabello era más manejable así como lo tenía, muy diferente del corto y enredado de siempre con sus tíos. No, no pensaría más en ellos. Con esa apariencia y un tutor como Severus, nadie volvería a tratarlo mal.

El día anterior, él y su tutor habían cocinado un rico estofado de carne y Severus pareció genuinamente horrorizado de saber que Jerry ya tenía conocimientos de cocina, ya que él solía cocinar toda la comida de casa de sus tíos. Snape no pudo sacarle un nombre al niño, ya que insistían en hacerle llamarles "señor o señora", y Dudley a su primo, ya que "señorito" hubiera sido algo que llamaría la atención de los vecinos.

Jerry insistió en que no era importante, ya que cocinar con Severus le pareció divertido y Severus le brindo una cálida sonrisa a su pupilo. Casi nadie sabía que Severus era bastante risueño, o lo fue en algún punto de su vida. No con su padre, pero si su madre y su primer amiga, Lily Evans. Aun le dolía su ausencia, pero de alguna forma, Jerry era tan parecido en carácter a ella, y con el aspecto que eligió, para Severus era difícil no perderse en la fantasía de que Jerry era él hijo que siempre quiso con ella.

Severus estaba pensando precisamente en como quería descuartizar a los tíos de Jerry cuando el susodicho entro, vestido con la pequeña túnica, clon de la de él, que Lucius había hechizado para adaptarse al tamaño del niño. Tenía por delante un arduo trabajo para corregir el daño que aquellos muggles le habían infligido al niño, pero no había momento como el presente, así que apareció un montón de viales pequeños y le indico al niño con la mano que empezara. El pequeño frunció el ceño y Severus suspiro, levitando una taza de chocolate tibio al final de la línea de viales. Jerry le sonrió y empezó a tomarse sus pociones, haciendo muecas, pero sin chistar, hasta que llegó al chocolate.

El pequeño balanceaba sus pies en la silla y Severus puso un plato con un hotcake, un huevo frito y una tira de tocino, al lado de eso, puso un tazón con frutas cortadas en cubitos y un vaso de jugo de naranja.

—Si acabas con eso, puedo darte otro hotcake—Le dijo Snape, sirviéndose el doble que él niño para comer y ambos se sumieron en un silencio agradable y hogareño.

Jerry se acabó todo lo que le pusieron y Snape cumplió su promesa, agregándole al hotcake extra del niño, algo de mermelada de fresa, que Jerry saboreo como si fuera el manjar más exquisito de la creación. Severus sonrió al niño. Tenía una agenda que cumplir y seguro acabarían hasta después de la hora del almuerzo y con mucha probabilidad de que tuvieran que tomar el té en algún pub o salón.

Primero irían al callejón Diagon, Gringotts como primera parada y luego de eso, a comprar todo lo necesario para un niño mágico: ropa, juguetes, libros y artículos de tocador. Jerry aún era muy pequeño para una mascota, pero quizás una lechuza o gato cuando tuviera 9 o 10 años no estaba fuera de una posibilidad. Luego de eso, irían al Londres Muggle y Severus le abriría una cuenta en su banco muggle, un fideicomiso para cuando cumpliera la mayoría de edad muggle. No estaba de más prevenir. Además, también necesitaría cosas muggles.

ExtraordinaireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora