Investigación I

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Nombre: Luciana Jones.
Edad: 33 años.
Ocupación: Chef.

Nombre: Adrien Gable.
Edad: 28 años.
Ocupación: Empresario

Nombre: Alessia Jacometti.
Edad: 19 años.
Ocupación: Estudiante.

Nombre: Renata Healey.
Edad: 22 años.
Ocupación: Estudiante.

—¿Son todos? —Pregunté después de haber leído los perfiles. Normalmente llegaban hasta diez casos por semana.

—Por ahora si pero no te fíes que después se nos amontona el trabajo. —Mi jefe se volvió a acomodar en la silla de aquella habitacion donde guardaban las evidencias de las investigaciones y se concentró en un video que se reproducía en una de las tantas pantallas planas.

—Anota. —Me ordenó—. Renata Healey pidió no salir en televisión así como Adrien Gable. Y tienes que ser  muy cuidadoso con Alessia, ella esta embarazada. —No fue necesario anotarlo, memorizaba rapido las cosas.

—Vale, además de eso ¿los que quedan no tienen inconveniente en salir en el programa?

—Para nada. Necesito que empieces a llamarles. Ve con Gómez, él tiene el material de vídeo.

—Ya esta. —Empezaba a irme cuando me volvieron a llamar.

—¡KyuHyun! Se te olvida esto. —Depósito en mis manos los perfiles y toda la información que había dejado hace un momento en una mesita.

°

—Vaya pero si es muy bonita ¿Quien es el bastardo que la engaña?

Estaba acostado en la cama de mi departamento mientras volvía a leer el perfil y buscaba una foto de la pareja de esa chica.

—Ah, con que eres tú. —Golpee con mi dedo índice el costado de la foto— ¿Como jodidos es posible que engañes a alguien que te ama tanto?

Tome mi celular, el que solía usar sólo para contactar a los afectados, y empecé a llamarlos.

—¿Hola? —La voz sonaba cansada.

—¿Renata Healey? —Pregunte mientras volvía a ver la hoja donde venía toda la información de la chica asegurandome que ese fuera su nombre a pesar de haberlo releído varias veces.

–Si, soy yo. ¿Quien habla?

—Buenas Tardes, Renata. Soy Cho KyuHyun de Cheaters.

—Buenas Tardes.

—Estoy llamando para mantenerla informada de las investigaciones que hasta ahora llevamos ¿Puedo verla mañana?

—Por supuesto ¿En que lugar? —Ahora parecía como si nisiquiera tuviera la fuerza para hablar.

Ella tenía miedo de ver algo que no creía que fuera posible.

—No se preocupe, señorita. A donde usted diga, yo voy. —Era la primera a quien llamaba así que ella podía decidir en que lugar nos podíamos ver. Ya me las arreglaría con los demás.

—¿Donde debería citarlo?

—Normalmente los veo al aire libre.

—Ah... Entonces ¿Estaria bien en el parque Ruiter?

—Si, claro ¿Hora?

Dudo unos segundos. —A las cuatro en punto.

—Muchas gracias señorita Renata. No le quitó más tiempo. Buenas Tardes.

Me levanto temprano. Hoy tengo que ver a esas cuatro personas en el transcurso del día.

Me doy una rápida ducha y me dirijo al edificio de Cheaters para recoger todo el material.

Nos vamos en una furgoneta blanca porque también me acompaña otro del equipo y nos preparamos para el primer encuentro con Adrien Gable.

Por fortuna, parece que a este hombre no lo engañan y aunque aún falta una semana de investigación, no parece que su chica le sea infiel. Dinero malgastado, porque, ciertamente Cheaters no es nada barato.

Después de haberme encontrado con un aliviado Adrien, nos dirigimos al siguiente encuentro: Alessia Jacometti.

A ella si que la engañan y a decir verdad, estoy un poco nervioso, Jacometti esta esperando un hijo. Otras veces también me ha tocado tratar con embarazadas pero siempre es un lío por el temor de que lo que diga vaya a presentar un problema para sus bebés.

Pero me las arreglo y le hablo con todo el tacto que puedo y por fortuna ella no ha reaccionado mal, parece como si aún no creyera o aceptará el hecho que su esposo la engaña.

Tengo hambre pero aún tengo que encontrarme con Renata y Luciana y decido comer más tarde.

Me apeó de la furgoneta y la veo, a lo lejos, sentada en una banca en el parque donde hay muchos e inmensos árboles. Una fría brisa llega y nuestros cabellos se mueven al compás de ella.

Renata tiene la mano sobre su brazo izquierdo, tal vez le ha entrado frio y tiene la vista fija en el piso. Siente miedo, aún sin verla a los ojos, lo puedo notar desde donde estoy y me da una sensación extraña en la boca del estómago.

Decido moverme y llegó hasta Renata, ella levanta su cabeza y me mira, parece tan vulnerable.

—¿Cho KyuHyun? —Sonríe pero sus ojos están tristes.

Asiento con la cabeza. —Hola, Renata. Como solicitaste, llevamos adelante tu investigación.

Le mostre los vídeos en los que han seguido a su novio aunque no contiene nada que demuestre que su prometido es infiel. Si, sale con una muchacha pero no hay tal evidencia que afirme que la engaña.

—Me mudé a esta ciudad por él pero ha cambiado. Se que su trabajo le exige mucho sin embargo desde que nos mudamos aquí todo ha sido una locura. —Movía su pie izquierdo de un lado a otro y seguía con la mirada fija en el suelo—. Él... Trabaja todo el tiempo. Yo... esperaba que estuviera más cerca de mi pues hice todo esto por él, he hecho muchas cosas por él.

»Sólo quiero saber si en verdad me ama, renuncie a tanto por él. Quiero saber si todo lo que hice, dejar a mi familia, si todos estos años han válido la pena. —Apenas le salía la voz pero de un momento a otro, ella por primera vez me miro de lleno a los ojos y me sonrió, de verdad, entonces parecía otra chica—. Pero ¿Sabe que? —Ensancho aún más su sonrisa dejando ver sus resplandecientes dientes—. Se que al final esto va a ser una anécdota tonta de la que me acordaré y reiré porque yo lo amo y esto no puede acabar así nadamas. Michael... —Pronunció su nombre, sus ojos brillaron y pareció como si estuviera hablando de algún ángel y no pude negarlo, eso me provocó un poco de envidia—. Michael es el amor de mi vida y todo esto pasará.

El celular de Renata sono y dijo que tenía que irse y yo también lo tenía que hacer al haber acabado de mostrarle toda la evidencia.

Todo el camino estuve pensativo e incluso había cometido algunos errores con Luciana Jones.

Renata estaba cegada de amor, estaba más que enamorada de ese hombre y su confianza y seguridad, sus últimas palabras me hicieron creer incluso a mi que ese tal Michael no la podía engañar, porque, ¿Quien el mundo te ama con esa intensidad como lo hace ella?

Jamás, jamás en todo lo que llevó en Cheaters había visto a una persona tan enamorada y eso me hacía sentir extraño y me hacía pensar en dos cosas:

¿Se podía llegar a amar a tal grado? ¿Era posible? O ¿Era un capricho, una obsesión, una ilusión?

No.

Ella le había entregado su corazón, no, más que sólo su corazón, Renata le había entregado toda su vida.

Infieles. [Mini-Fic] TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora