Capitulo 1

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[Narra Hinata]

Soledad, es lo que siento cuando él no está a mi lado, cuando no puedo observarlo, cuando no puedo tocarlo, cuando no puedo oírlo...

Calidez, es lo que siento al pensar en el, al tocarlo, al hablar con el...

Desgarro, fue lo que sentí cuando él dijo, 'yo no te amo'.

Yo podía vivir observando, podía vivir siendo solo amigos...

Pero fui un idiota. Me declaré. Ese día destrozó mi vida. Ya no era igual. La persona que me gustaba me empezó a evitar. Y yo morí. Caí en la depresión.

Me destrozó. ¡¿Por que tuve que declararme?! Fui un egoísta, rompí lo único que nos unía, lo eché todo a perder.

Me desgarró la cara que puso. La cara que puso cuando me declaré. Era una cara de asco con un ligero aire de tristeza.

Lo único que pude hacer fue salir corriendo mientras lloraba. Oí como me llamaba, pero no me detuve. Seguí corriendo hasta llegar a casa.

Llegue a mi casa, mi cara estaba cubierta de lágrimas que delataban mi dolor. En mi casa me estaba esperando mi hermana pequeña, que se sorprendió al verme llorar.

Estábamos solos en casa, ya que mi madre estaba de viaje, y mi padre nos había dejado hace varios años.

Natsu, mi hermana pequeña de 8 años, corrió a darme un abrazo mientras me preguntaba por qué estaba llorando.

- ¿Por que lloras Niichan?- Me preguntó Natsu.

- No es nada...- le respondí mientras trataba de quitarme las lágrimas de la cara.

- ¡NO ME DIGAS ESO! SE QUE NO ESTAS BIEN. Además, estas llorando mucho...- me dijo Natsu preocupada.

- Es en serio... Estoy bien...- le dije con una sonrisa triste.

- Sabes que me lo puedes contar... No se lo diré a mamá, si no quieres. - me dijo.

- Esta bien... te lo contaré... - dije dirigiéndome hacia el sofá de la sala.

Me senté en el sofá, e hice una señal para que Natsu se sentara a mi lado. Le di un beso en la frente y procedí a contarle lo que me había pasado. Cuando terminé, mire a mi hermana y vi que retenía las lágrimas para no llorar. Yo la abracé, y rompí a llorar al igual que Natsu.

Cuando terminamos de llorar, le dije que haríamos curri, su comida favorita, y después iríamos por un helado.

Cocinamos el curri juntos, haciendo que se nos subieran los ánimos. El curri estaba delicioso, con mucho sabor y muy picante, como a nosotros nos gusta.

Terminamos de cenar y salimos de la casa para ir a la heladería faborita de Natsu, que se encontraba en el centro de la ciudad en la que vivíamos.

Fuimos andando, aunque ya estaba oscuro. Íbamos hablando y riendo, mientras la cargaba en mi espalda.

Llegamos a la heladería y compramos nuestros helados favoritos, para mi un helado de chocolate y avellana, y para Natsu uno de yogur y fresa.

Nos comíamos el helado de camino a casa. Nos paramos en un puente a unos mil metros de casa, y miramos al cielo, se encontraba despejado, se veían las estrellas que brillaban como nunca antes, y se alzaba una luna creciente que se veía de un color un tanto extraño, se trataba de una luna de color más bien azul.

- Es precioso... - dije sin darme cuenta.

- Nunca había visto una luna tan bonita, es... increíble. - dijo Natsu mirando fijamente a la luna, como si estuviera hipnotizada.

Me equivoqué (KageHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora