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Llevo corriendo un largo tiempo, no muy lejos puedo ver un claro que da vista a un hermoso acantilado. Me siento ya un poco cansada así que decido sentarme a la orilla del acantilado al que he llegado, aquí a disfrutar de la linda vista que el atardecer está dando.

Logre aprovechar la distracción de los chicos para escapar, no quiero ir a una casa repleta de ¿lobos? Ni si quiera sé si son reales, pero viendo que acabo de salir de una casa llena de vampiros cabe la posibilidad de creer que los lobos si existen.

- ¿Qué hace una niña tan linda en un lugar tan desolado? -me asusto al escuchar una voz tan cerca de mí que termino resbalando. Por instinto grito y cierro los ojos esperando una inminente muerte, pero después de un momento me doy cuenta de que no me he golpeado ni escuchado alguno otro ruido que no sea el viento chocar contra mi cabello.

Asustada comienzo a abrir los ojos poco a poco, pero mierda... no puede ser, no debí abrir los ojos. Trago saliva anonadada viendo que estoy colgada con el acantilado a mis pies; subo mi vista y mis ojos casi se salen de sus orbitas al ver el hocico del enorme lobo negro que me sujeta de la mochila que llevo. Intento zafarme, pero de un rápido tirón me sube de vuelta dejándome caer en tierra firme.

Asustada comienzo a moverme hacia atrás arrastrando mis piernas para alejarme de ese lobo enorme que me observaba como si fuera su comida y en estas circunstancias posiblemente lo soy por algo no me dejo caer por el acantilado.

Debería intentar razonar con él, tal vez es como Minhyuk ¿cierto?- P-perrito no me comas, tengo un sabor horrible -digo como si el animal frente entendiera mis palabras y me dejará vivir.

Como era de esperarse no contesta, lo único que acabo de lograr con mis palabras es que el animal comience a acercarse y que, obviamente, el miedo que tenía crezca aún más. Retrocedo otro poco hasta que siento como mi espalda choca con algo, doy un vistazo rápido percatándome de que lo que sentí es un árbol.

Mientras la bestia se sigue acercando cada vez más y más acortando la distancia de sus dientes a mi rostro no puedo dejar de ver sus oscuros y enormes ojos. Voy a morir, esta vez sí voy a morir. Vencida ante el miedo cierro mis ojos, pero con la misma velocidad los vuelvo a abrir asombrados al sentir la húmeda lengua del animal pasar por mi mejilla.

Parpadeo un par de veces mirándolo, ¿No me mordió en su lugar él... él me había lambido? Su silueta de alguna forma ya no se ve tan atemorizante ¿Por qué?

- V-vez, te dije que tenía un mal sabor -formulo medio sonriendo, pero con el miedo todavía presente en mi cuerpo.

El animal ladea su cabeza un poco acto que por reflejo imito. Mirándonos sin parpadear el uno al otro observando el fascinante reflejo de mi rostro en sus enormes orbes oscuros.

Aprovechando, la que yo creo es una distracción, intento levantarme pero con su enorme hocico el lobo me empuja para que siga sentada en el tronco de aquel árbol. - Me tengo que ir -musito apenada. ¿Jooheon, Minhyuk dónde están? No debí salir corriendo así.

Toda la situación es un tanto extraña, no me come, pero tampoco me deja ir. ¡Oh! ¿Tal vez ahora no tenía hambre por ello me está guardado para después? Esa idea logro que el miedo que se estaba alejando regrese rápidamente.

¿Pero qué puede hacer una chica tan débil como yo? No digo ni hago nada más que quedarme sentada, esperando a que éste animal encaje sus dientes en mi cuerpo y termine con mi vida.

Qué extraño, tengo ya bastante rato aquí y no me he puesto a llorar. Debo admitir que a pesar de que tengo miedo, un sentimiento de seguridad está presente. Es verdaderamente raro, pero la presencia del lobo me es grata. Gratitud que parece corresponder el animal al recostar su enorme cabeza en mis piernas.

1001 Nights | Monsta X & Got7 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora