Veintisiete

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Jamás se imaginó en esa tesitura.

Un trío amoroso, bastante cliché.

Trató de justificarse... "Si te enamoras de dos personas, quédate con la segunda porque si de verdad amaras a la primera no te hubieras enamorado de la segunda" "El problemas es que Dios le dio al hombre un cerebro y un pene, pero sólo suficiente sangre para que funcione uno a la vez" "Un orgasmo al día, la llave de la alegría"... bien, Jungkook no sabe cómo fue que llegó de <<Frases de desamor>> a <<Frases de sexo>>.

Recuerda la confusión cuando recibió su primer cheque con varios ceros. Completaba perfectamente el enganche de un auto (él ya tenía ahorrado en el banco unos cuantos dólares, hombre precavido vale por dos) pero había un problema, él tenía un bichito parecido al de Anastia, había sido herencia de su tío. Recuerda que sus compañeros se burlaban siempre de su auto, él se burlaba más cuando los carros "nuevos" que adquirieron los dejaron varados en media carretera. Él, muy gentilmente, había pasado por ahí con sus lentes de sol burlándose y yéndose de ahí, después de haber llamado a la grúa obvio.

Quedarse con el longevo pero excelente auto, o comprarse uno nuevo.

Prefirió la segunda, vendió el anciano y compró un auto clásico.

Vaya idiota, comparando a las personas con autos.

Soba su sien mientras suspira, el trabajo estaba bastante mierda. Por culpa de unos malos presupuestos (gracias al cielo no tan malos, De ser así él hubiera ido a la cárcel) una mercancía estaba varada en el mar.

No sabe si fue suerte o algo, de haber sido comida estaría en bancarrota.

Heri llegó diciendo algo como "estoy embarazada, así que no hagas tanta mierda porque si no Teddie vendrá a partirte o romperte bueno, solo no me estreses". ¿Y qué pasó dos días después? El señor Jong le llamó gritándole hasta de lo que se iba a morir. No lo culpa, pudo ser una pérdida millonaria.

Está Jimin, no ha querido contestarle las llamadas. Él necesita arreglar las cosas con el pelinegro para poder divorciarse sin problemas.

El mes cuatro del embarazo va a la mitad, en dos días es el ultrasonido para saber el sexo de su bebé. Taehyung... bueno, realmente lo ha visto muy poco, su amigo le dijo que, a no ser que quiera que su esposo le saque la mierda en la separación, debe evitar tanto contacto con el embarazado.

Eso era bastante estúpido, ¡llevaba a su bebé dentro, mierda! Necesitaba estar al pendiente del chico, además le quería joder, le adoraba. Los mensajes habían estado siendo frecuentes, demasiado. Parecían dos adolescentes, con las llamada y el típico "cuelga tú". Los mensajes con emojis tiernos... las fotos. La verdad es que no se imaginó a Taehyung así, nunca. Aún si lo hubiera visto, él hubiera pensado que era un sueño. No sabía si Taehyung le estaba diciendo "ven y cógeme" o sólo quería provocarlo.

Y es que... joder, esa ropa le quedaba de maravilla. Abrazaban su piel bastante bien. El teléfono suena y él lo mira, aplana un botón y la voz de Mohni llena el silencio.

—Tiene visitas, señor Jeon.

—No estoy para nadie, Mohni.

—¿Ni para mí?

Su respiración se atora cuando escucha la voz de Taehyung, su corazón empieza a bombear rápido y su boca se mueve tratando de articular algo. Carraspea y murmura un "pasa". Acomoda su camisa, peina rápido su cabello y se sienta recto. La puerta se abre revelando a un Taehyung con una enorme chaqueta y un gorro azul, sus medias lunas se marcan debido a la gran sonrisa que adorna su cara. Hay un lindo y travieso brillo en sus ojos. Entra y la boca de Jungkook se abre cuando ve que pone el seguro. Se da vuelta lentamente, Jungkook puede ver como el lindo querubín muerde su labio inferior. Se quita la chaqueta y la deja caer, camina hacia Jungkook lentamente. La boca del mayor está abierta, parece un perro. Poco falta para que su lengua salga y salive.

¿ME PRESTAS TU VIENTRE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora